Capítulo 2

1K 46 4
                                    

Armin camina lentamente por los pasillos de la escuela superior de arte, el edificio en el que Mikasa estudia, pero parece que se perdió porque no encuentra nada de lo que ella le dijo que estaría allí.  "Entonces, cuando encuentres una estatua enorme en medio del pasillo, sigues caminando recto delante de tres salones más y luego giras a la derecha. El primer salón que veas después de eso, es el mío." Pero por más que se esforzara, no había encontrado ninguna escultura visiblemente obvia, así que simplemente estaba asomándose en todos los salones con la esperanza de que Mikasa estuviera tras uno de ellos.  

Armin le había prometido que la ayudaría con su proyecto final de curso, pero a este paso, ella terminaría todo el trabajo mucho antes de que él encontrara el salón siquiera. Vaya fastidio, a parte de que estaba perdido y de qué su teléfono no tenia batería, ninguno de los estudiantes de arte se detenía lo suficiente para que él les pidiera ayuda. La mayoría caminaba tan deprisa que apenas se fijaban en él y los demás llevaban audífonos con música altísima, porque ni siquiera se giraban para verlo cuando él les hacia alguna pregunta. En medio del pasillo, apunto de rendirse del todo, una chica le llama la atención. Es rubia y está sola junto a una ventana enorme, no lleva audífonos y está lo suficientemente cerca como para que Armin camine hasta ella para hacerle una pregunta. 

-Disculpa...-empieza a decirle Armin a la chica antes de darse cuenta de que ella está fumando junto a un cartel en la pared que justamente prohíbe tal acción en ese lugar. Ella se  gira para verlo y se aparta el cigarro de los labios mientras escupe el humo disimuladamente hacia abajo. 

El cerebro de Armin se detiene en seco. La chica es muy hermosa. Nunca había visto a alguien tan... segura de si misma. Es el tipo de persona que esperas encontrarte en las noticias por haber resuelto el hambre mundial o por haber inventado algo increíble o por haber recibido un premio importante. Definitivamente no es alguien a quien esperas encontrarte en pleno pasillo de una escuela de arte. 

-¿Necesitabas algo?- le pregunta ella antes de llevarse el cigarro a los labios.  Armin aparta la vista rápidamente y mira al piso. ¿Qué era lo que iba a decirle?

-Yo... este... no está permitido fumar aquí- le dice Armin con timidez mientras señala el cartel que está en la pared junto a ella. 

-Ya lo sé- le responde ella con tranquilidad y vuelve a girarse hasta la ventana, dando por finalizada su conversación. 

-Perdona,  yo no quería ofenderte, es solo que... bueno, me perdí.  

-¿Y por eso me regañaste por fumar, porque estas perdido? 

-No, yo... es qué bueno, podrían expulsarte.

-Mientras nadie se dé cuenta, no lo harán. Además  a nadie le importa lo que haga. 

Armin no dejaba de verla. Era más pequeña y delgada que él, podría rodearle la cintura con las manos, pero ella tenía una confianza y una seguridad que no había visto nunca en su vida. Nadie se le acercaría para hacerle daño, a diferencia de él, porque según Mikasa, él desprendía un aura de debilidad. Ella por otra parte tenia un aura amenazadora, pero parecía una buena persona. 

-Pero... podrías dañar tus pulmones. 

-¿Y eso en qué te afecta a ti?- le cuestiona ella con una leve sonrisa. Intentaba molestarlo porque le parecía un chico simpático del tipo que te ayuda en lo que sea con tan solo pedírselo. El tipo de persona que se preocupa por cumplir las reglas y que tiene una voluntad firme capaz de resistir cualquier situación. 

-Bueno, en nada. Pero te afecta a ti y creo que deberías cuidarte. 

-Lo tendré en cuenta- le responde ella intentando disimular su impresión ante tal respuesta. Definitivamente es un buen chico. 

No fue Mentira (ErenxMikasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora