Capítulo 24

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Mikasa ya no escuchaba el murmullo de la gente a su alrededor. Ya ni siquiera estaba segura de si estaba corriendo o no, solo sabia que se estaba acercando a las luces de la ambulancia que iluminaban la calle. Tenía un dolor en el pecho tan fuerte que sentía que se estaba asfixiando y por alguna razón, las palabras que la maestra le había dicho hacia unos segundos no abandonaban su mente.

Entre toda la multitud que estaba acumulada frente la ambulancia, a la primera persona que Mikasa reconoció fue a Annie. La chica se acercó despacio hasta ella para preguntarle por los demás cuando se dio cuenta de que Annie estaba sangrando. Tenia una herida en la rodilla y en el brazo derecho, no parecía grave, pero la sangre hizo que Mikasa sintiera un escalofrío en todo el cuerpo. Annie estaba tan apenada que no se atrevía a verla a los ojos, pero sabia que sin importar cuanto evitara el contacto visual, Mikasa necesitaba respuestas de su parte. 

-Annie... ¿Dónde está Armin? - le pregunta la chica haciendo un esfuerzo sobrehumano por controlar sus nervios aunque no podía dejar de temblar. Annie bajó la vista y le señaló hacia su izquierda. 

Mikasa reconoció la silueta de Armin entre la multitud. El chico estaba recostado en la pared de una casa cercana, viendo al suelo en total desesperación. La imagen le partió el corazón a la chica, y en cuanto comenzó a caminar hasta él, le sobrevino un fuerte dolor de cabeza con una serie de recuerdos extraños. 

Claro, no era la primera vez que veía a su mejor amigo en tales condiciones

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Claro, no era la primera vez que veía a su mejor amigo en tales condiciones...

No era el primer mundo ni la primera realidad en la que veía a Armin sufriendo de esa forma

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No era el primer mundo ni la primera realidad en la que veía a Armin sufriendo de esa forma. Y basándose en esos recuerdos que la inundaron de repente, Mikasa sabía la razón detrás de tal actitud, pero temía estar en lo correcto. Nunca había deseado tanto estar equivocada en toda su vida...

-Armin...- le dijo la chica tranquilamente mientras se acercaba. Él se sobresaltó un poco cuando escuchó la voz de su mejor amiga. 

-Mikasa- el chico no se atrevía a levantar los ojos del suelo, pero tuvo que tragarse todos sus arrepentimientos mientras las lágrimas recorrían lentamente sus mejillas.

-Armin... ¿dónde...? ¿Dónde está Eren?

-Perdón... Por favor, perdóname Mikasa. Fue... fue mi culpa que Eren... él... él me salvó. 

No fue Mentira (ErenxMikasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora