Capítulo 26: Final

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Después de varios intentos fallidos por entablar una conversación con Mikasa, Historia decidió que lo mejor sería dejarla tranquila y abandonó la habitación al igual que Ymir, aunque no sin antes darle un fuerte abrazo lleno de ánimo y cariño a su amiga, deseándole felicidad.

Mikasa intentaba aferrarse a algo desesperadamente, pero no era tan fácil como todos le decían. No era tan sencillo "olvidar"  o "seguir  adelante". No puedes borrar de tu corazón los recuerdos que guardaste  durante tanto tiempo como si no significaran nada. ¿Qué sentido tenía olvidar? Era una falta de respeto. Era como si todos esos momentos... como si todas y cada una de esas risas y lágrimas compartidas no significaran nada. Como si fueran... una mentira. 

Y mientras Mikasa pensaba en todo esto, le vinieron a la mente las palabras de esa maestra tan extraña que parecía haber estado predestinando la muerte de Eren desde hacía mucho tiempo atrás: "Es inútil que trates de protegerlo, él terminará muriendo de cualquier forma. Debes hacerte fuerte y regresar al mundo anterior, no puedes quedarte aquí para siempre, ¿lo sabes, verdad?" Y recordar esto hizo que Mikasa empezara a llorar. No de una forma escandalosa, pero si de una forma lenta y desesperada. Como si una parte de si misma recién descubriera que todo era una mentira. ¿Acaso todos esos recuerdos que había vivido en ese mundo no significaron nada? ¿Era verdad que nunca había pertenecido allí? Aun si Mikasa decidía creer las ilógicas palabras que la licenciada le dijo ese día, si de verdad Mikasa venía de otro mundo, entonces... entonces todos los recuerdos que tenía sobre Eren eran insignificantes. 

El primer día de clases que compartieron juntos...

Cuando aprendieron a manejar...

Cuando Armin les leyó el primer libro que había escrito él mismo...

La vez que Eren descubrió un lugar hermoso e hicieron un picnic de noche...

El primer boceto que Mikasa hizo de Armin junto a Eren caminando por la playa en un día de vacaciones...

Su graduación de la preparatoria...

Su primer día en la universidad...

La vez que se saltaron las clases para ir a ver una película al cine...

El primer beso que Mikasa y Eren compartieron...

¿De verdad todos esos recuerdos merecían ser olvidados a pesar de lo importantes que eran para ella? Era cierto que su habitación había estado cubierta por fotografías antes de que ocurriera el accidente, pero después de la fatídica noticia, ella decidió arrancar todas y cada una de ellas porque no soportaba verlas y que el único pensamiento que invadiera su mente fuera que todos esos recuerdos no volverían jamás. Y ahora que veía el lugar tan despejado y vacío, Mikasa sentía que ya no tenía sentido si se levantaba del suelo o si se quedaba allí. No importaba si dejaba de llorar o no, porque la vida seguiría su curso como si no hubiera pasado nada. 

-El mundo es cruel-se dijo a sí misma en voz alta, y mientras su mente divagaba, reconoció la última fotografía que no había sido capaz de arrancar de la pared. 

¿Cómo era posible que después de haber vivido tantos momentos llenos de sueños y esperanzas, todo terminara con lágrimas y arrepentimientos? ¿Acaso eso significaba que todos esos momentos no tuvieron sentido? Mikasa se quedó viendo la fotografía p...

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¿Cómo era posible que después de haber vivido tantos momentos llenos de sueños y esperanzas, todo terminara con lágrimas y arrepentimientos? ¿Acaso eso significaba que todos esos momentos no tuvieron sentido? Mikasa se quedó viendo la fotografía por un buen rato, hasta que al final fue capaz de tomar una decisión. Y lo primero que debía hacer era levantarse del suelo. 

-El mundo es cruel...- se repitió a sí misma, pero esta vez no lo iba a dejar allí- El mundo es cruel, pero también es muy hermoso. 

Y era cierto, si había podido vivir momentos tan hermosos llenos de alegría y esperanza junto a Armin y Eren entonces eso significaba que no todo debía desaparecer. Mientras ella siguiera viva, iba a guardar esos recuerdos en su corazón con todas sus fuerzas. Puede que el mundo siguiera su curso como si nada hubiera pasado, pero mientras ella estuviera allí, se encargaría de que una parte de Eren siguiera existiendo y no podría hacerlo si se quedaba rendida en su habitación. Ymir estaba en lo cierto: Eren estaría decepcionado de ella si se quedaba estancada de una forma tan patética. 

-Por favor perdóname, Eren- le dijo Mikasa a la foto que la había devuelto a la realidad- no volveré a dudar, te lo prometo. 

Y con esta idea en mente, Mikasa tuvo el valor suficiente para vestirse, comer una de las mandarinas que le había traído Historia y salir de su habitación. Sus padres estaban tan contentos que no dejaban de abrazarla y mientras ella les decía que tenía algo que hacer, ambos le dijeron que no se esforzara demasiado, que se tomara todo el tiempo que le hiciera falta para avanzar y a Mikasa le gustó mucho escuchar esas palabras. Sus padres habían sido los únicos que no la habían obligado a olvidar y seguir adelante, a diferencia de los demás, estaban dispuestos a esperarla. Aunque también reconocía que le ayudaron las llamadas que recibía de Levi cada día, las visitas frecuentes de Armin y los comentarios de Ymir sobre su futuro. Por que sin todas estas muestras de apoyo,  ella no habría reconocido que debía cambiar de actitud.

Cuando salió de su hogar, las calles parecían más vacías, el sol menos brillante y los colores más apagados, pero todo seguía allí, como si no estuviera dispuesto a  esperarla. Bien, pues Mikasa se esforzaría por no dejarse arrastrar por el mundo. Seguiría adelante, además, si la loca maestra de arte tenía razón y Mikasa no pertenecía a ese mundo, debía volver a su realidad. ¿Qué era lo que tenía que hacer? ¿Volverse fuerte? Pues la única prueba de valor que se le ocurría en ese momento era enfrentarse a esa maestra, pero la pregunta era cómo... ¡El mural! ¡Eso es! Si terminaba el proyecto final de su clase le demostraría que era capaz de avanzar. 

Al llegar a la universidad, mientras Mikasa preparaba sus instrumentos de pintura, se decidió por no pintar el boceto que Ymir había dibujado. No era que le guardara rencor por la forma en la que le había hablado antes, era más bien que tenía otra idea en la mente... y en el corazón. 

Las pinceladas escaparon de sus manos como si estuviera retratando todos sus sentimientos en una sola pintura, en un solo retrato

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Las pinceladas escaparon de sus manos como si estuviera retratando todos sus sentimientos en una sola pintura, en un solo retrato. Eren...

-No fue mentira. Nada de lo que vivimos en este mundo fue mentira Eren, porque en mi corazón se sintió tan real... y sé que en el tuyo también. Así que lo recordaré por ambos.

Y tras decirlo, Mikasa despertó. Abrió los ojos y sintió como si hubiera despertado de un largo sueño. Pero debía espabilarse, porque la guerra contra Marley podría empezar en cualquier momento, y ella debía estar lista.

No fue Mentira (ErenxMikasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora