Capítulo 9

475 53 3
                                    

Armin detuvo a Annie justo antes de que ella siguiera caminando. Ella estaba tan avergonzada que no había tenido las fuerzas necesarias para verlo a la cara. Para ser sincera, quería que se la tragara la tierra, pero el chico parecía más preocupado que ofendido así que se atrevió a verlo de reojo. 

-Yo... lamento haber visto dentro de tu bolso-se disculpa Armin con bastante timidez. Se arrepentía por haber sido un completo idiota, había arruinado su cita en menos de dos minutos, seguramente era un nuevo récord. 

-No-dice Annie con un hilo de voz apenas, Armin tiene que acercarse para escucharla con atención-. Perdóname tú a mí, dije algo muy estúpido. 

-No, tú tienes, razón, no debí mirar de más. 

-No, yo soy la idiota que no sabe hablar con chicos. 

El comentario dicho de una forma tan inocente, hace que Armin suelte una débil carcajada, haciendo que el corazón de Annie dé un vuelco, "pero que chico tan lindo" es lo único que puede pensar en ese momento. 

-Yo estoy igual. Esta es... mi primera cita-dice Armin sonrojándose al instante. 

De pronto, Annie no es capaz de pensar. Ni de respirar. Es un milagro que incluso siga viva. Su cara se pone tan roja que parece estar a punto de estallar y sin ser capaz de hacer nada más que quedarse parada como una idiota, se deja guiar por Armin hasta la banca de piedra.  

Ambos se sientan de nuevo, uno al lado del otro sin decir una palabra

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ambos se sientan de nuevo, uno al lado del otro sin decir una palabra. Si el ambiente había sido tenso antes, entonces esto era lo peor que podía pasar en una cita. Bueno, sin contar todos los desastres anteriores, claro. Para empezar, sus amigos se colaron en el lugar en el que iban a reunirse; luego, Annie se lo llevó al lugar más alejado de la universidad como una verdadera psicópata; después, Armin había estado tan nervioso que había visto el interior del bolso de la chica para sacar un tema de conversación; y ahora tenían el silencio más incómodo del mundo. 

-También... también es... mi primera cita-dijo Annie tímidamente, por muy mal que fuera la cita, no quería que terminara. Quería estar junto a Armin mucho más tiempo. 

-Entonces, los errores están justificados-dijo Armin animadamente y le sonrió. Dios, esa sonrisa valía millones. 

-No sé que decir ahora.

-Tal vez... podrías enseñarme a tocar la guitarra-dijo Armin señalando el estuche del instrumento que la chica llevaba consigo. 

-¿Por qué haría eso? ¿No prefieres hacer otra cosa?

-No se me ocurre nada más. Y creo que tal vez, si me enseñas algo que te gusta, podrías estar más relajada. 

-Buena idea-reconoce Annie mientras desenfunda su guitarra. Armin es definitivamente un chico listo... y amable... y dulce. Esperaba no arruinar sus oportunidades con él.

Mientras Annie y Armin intentaban no ser los jóvenes más torpes y patéticos del universo, Mikasa se había quedado muda al escuchar la teoría de la doctora. 

-Creo que es posible que te hayas conectado con las memorias de la otra Mikasa en un mundo paralelo... bueno, no estoy segura de que sea eso, pero es una de mis teorías favoritas sobre otros mundos. Aunque podrían ser memorias perdidas tuyas de otro punto en el tiempo...  ¡Esto es tan emocionante! ¡tengo cientos de teorías de los multiversos por si quieres oírlas! ¡Que emoción!

La doctora no dejaba de decirle a Mikasa cosas descabelladas que no esperaba escuchar de una profesional y sin embargo, no le parecían molestas. De hecho le alegraba poder encontrarle un poco de sentido a lo que le pasaba con esos "recuerdos" tan extraños. El sonido de la puerta abriéndose fue lo que detuvo esa charla tan animada. Mikasa esperaba ver a Eren del otro lado, pero para su sorpresa, quien estaba allí era la ultima persona que estaba esperando. El licenciado Levi entró a la enfermería sin pedir permiso y se dirigió hasta Hange ignorando por completo a Mikasa. 

-Oye, cuatro ojos, ¿por qué estas otra vez aquí fingiendo que eres la doctora encargada de la enfermería? 

-No seas tan amargado Levi. Técnicamente sí soy doctora...

-Tienes un doctorado en biología, no estudiaste medicina, idiota. 

-Pero que grosero-dijo Hange sin perder su buen humor y hasta le dedicó una sonrisa a Levi. 

-Espera-los interrumpe Mikasa sin prestarle atención a Levi- ¿entonces en realidad no eres doctora?

-Estrictamente hablando de medicina, no. 

Ahora todo tenía sentido. Una verdadera profesional de la salud no le habría dicho todas esas teorías de universos y mundos paralelos. Una doctora de verdad le habría dado calmantes y pastillas para las alucinaciones, no habría fundamentado sus argumentos en teorías que no eran verdad. Mikasa suspiró. Vaya decepción. 

-¡Pero no te mentí!- Hange intentó defenderse lo mejor que pudo al ver que Mikasa empezaba a levantarse dispuesta para irse. 

-El hecho de que Moblit sea demasiado débil para decirte que no y te deje encargarte de la enfermería cada vez que se lo pides, no justifica que puedas tratar a los pacientes. Moblit es el doctor aquí, no tú. 

-Que cruel eres Levi, tómate una cucharada de azúcar, tanta amargura no es buena para el corazón. Además Moblit confía en mis habilidades. 

-Si claro, no tiene nada que ver con que le gustes a ese idiota...

Mikasa estaba girando la manecilla de la puerta, cuando Hange la detuvo. 

-Hablo en serio, Mikasa. No te mentí sobre los mundos paralelos, además no eres la única que tiene ese tipo de recuerdos. 

-¿Así? ¿Y quien más los tiene?-le pregunta ella con escepticismo. 

-Levi también los tiene. 










No fue Mentira (ErenxMikasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora