15: Consecuencias

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Pov Madison

Sostener los cubiertos y llevarlos a mi boca era una tortura, mis brazos dolían igual que mis manos donde mas recibí azotes, me resigne a terminar a comer y solo tome por completo mi jugo, moví el plato hacia la izquierda y recosté mi cabeza en la mesa.

Un fuerte ruido me despertó abruptamente, mi corazón comenzó a latir rápidamente al percatarme quien lo había creado, su expresión era una de furia total. Comenzaba a arrepentirme de haber dormido en la mesa, pero solo quería descansar sin sentirme observada y manejada como un títere.

Sus palabras causaron un escalofrío en mi cuerpo, no tuve tiempo de reaccionar cuando ya había jalado de mi brazo para levantarme de la silla, solté un quejido de dolor su mano tomó la parte de la piel que ya había lastimado antes, haciendo que sintiera mas dolor.

Caminaba demasiado rápido, y por más que intentaba seguir su paso en un momento me quedaba atrás. Detuvo su andar al escuchar sus pequeños pasos junto con quejidos, descender de la escalera. Dos pequeñas personitas se lanzaron hacia ambos aferrándose a nuestras piernas. Su agarre se soltó por completo, cambió su expresión a una preocupada y un tanto empática.
Alzó a mis dos hermanas cada una en un brazo, ellas se abrazaron a él casi de inmediato.

Izan: díganme quien a hecho llorar a mis princesas.-Luego de unos minutos una de las pequeñas se alejó de su cuello para por fin hablarle.

Kristel: no fue nadie...solo tuvimos pesadillas.-lágrimas bajaron de su rostro, a lo que me apresuré a limpiarlas y acariciar su mejilla.

Romina: Dragón, podrías prestárnosla hoy?.-mi niña me señaló, haciéndole ojos de cachorro

Izan: solo por esta noche, luego de eso volverá a ser mía.-con felicidad mis hermanas se bajaron de sus brazos para correr a abrazarme.-Mis princesas ya suban pronto irá Mi reina con ustedes.-me soltaron rápidamente para irse corriendo a sus habitación con una sonrisa

Madison: muchas gracias por tranquilizarlas, no suelen hacerlo después de horas.-mantuve mi cabeza agachada en todo momento

Izan: lo que les dije era cierto luego de esta noche volverás a ser mía.-susurró en mi oído.- Ya vete, mañana será un día largo.-se interno en su despacho dejándome con mil ideas volando en mi mente.

Camine directo a la habitación de mis hermanas, poco después de arroparnos quedamos profundamente dormidas. Toques insistentes en la puerta me levantaron, mire a la ventana que estaba un poco abierta aún no amanecía, con pereza me levante y camine hacia la puerta para abrirla.

Nathaly: póntelo rápido.-me dio la ropa que debo usar para asear

Nos empujo dentro de la habitación, cerrando la puerta junto con ella.

Madison: pero que ocurre?.-comencé a vestirme con la ropa seguido de correr al baño a arreglarme

Nathaly: ayer te vi muy cansada y no quise levantarte temprano, así que tome tu lugar haciendo tus tareas.

Madison: muchas gracias, te debo una.-salí del baño recogiendo mi cabello rebelde 

Nathaly: puedes devolver el favor si nunca le mencionas esto a el Señor.-abrió un poco la puerta para ver si había alguien en el pasillo.-Si el Señor te pregunta fuiste a el baño y yo solo vine a apresurarte.-asentí 

Salimos de la habitación tan rápido como pudimos, limpiamos los jarrones y le cambiamos el agua a las flores. Nathaly se fue dejándome terminar el trabajo después de todo ella estaba encargada de supervisar a los empleados, no solo de verlos también que no roben nada. 

Estaba por bajar de las escaleras pero me quede estática al verlo subir y hacerme una seña para seguirlo, suspire pesadamente y lo seguí.

Me sentía nerviosa de entrar a esa habitación, nuestra habitación  ...

Gire la manija y entre, el se encontraba de espalda sacando algo de los cajones. Se voltio hacia mi con un hermoso collar en sus manos.

Izan: se que no necesitas de estas porquerías para relucir, pero aun así decidí comprártelo, lo usaras esta noche.

Madison: esta noche ?.-fruncí mi seño pasando levemente mis manos sobre los moretones

Izan: es lo que acabo de decir, hoy habrá una reunión benéfica a favor de que diferentes pueblos tengan acceso al agua.

Madison: no creo que me se ha posible acompañarlo.-susurre quitando mi mirada de su cuerpo

Izan: nunca pregunte si podías o no ir, esta noche saldremos juntos e iremos.-su mirada se dirigió a mi mano la cual intentaba ocultar mis marcas mas sobresalientes de ella. Se acerco a mi y tomo mi brazo entre sus manos.-Si lo que te preocupa es que todos vean tu piel lastimada, no deberías yo ya me ocupe de ello mi muñeca.

Subió la manga de mi camisa lo mas que pudo, lamio y dejo besos sobre las heridas, mi piel se erizo al sentir su toque suave, por mas que intentaba apartar mi brazo, el seguía. Sus caricias fueron ascendiendo hasta llegar a mi cuello, donde no se alejo por unos segundos.

Izan: esto solo fue una pequeña parte de lo que pasara esta noche.-el único sentimiento que caracterizaba su sonrisa era la lujuria 

Madison: solo para eso me llamo Señor.-sus palabras me dejaron un poco desubicada, lo único que poseía hacer era cambiar el tema 

Izan: no, hoy mande a que te levantaran temprano para que hagas tus tareas y el resto del día se has mi compañía. Quiero que le digas algo a tu amiga, nadie me engaña y lo de ser buenos aquí no sirve, la estaré esperando en el sótano.-la facilidad con la que decía esas palabras era abrumadora

Madison: ella solo trataba de ayudarme no merece un castigo por algo como eso.-trate de sonar lo mas firme posible

Izan: y yo tratare de no matarla, si te hace sentir mejor.-me entrego el collar, soltando una pequeña risita que me hubiera parecido tierna antes de escuchar sus frías palabras.-No pongas esa carita muñeca no fue tu culpa.-me dio un beso fugas.-Yo mismo iré a decírselo así podre deleitarme con su expresión, mientras tu espérame aquí.-tomo las llaves y cerro con seguro

Lo vi salir de la habitación, sabiendo que no podía hacer nada para que cambiara de opinión o siquiera detenerlo. Pase toda la mañana con parte de la tarde encerrada en esa habitación esperando que el volviera a pasar por esa puerta a decirme que no le había hecho daño alguno.

Cambie mi vestimenta por la habitual, me senté el en piso casi llamando con mi mente que esta se ha abierta. La puerta fue abierta dejándome ver su rostro decorado por  una sonrisa de satisfacción, me levante del suelo  y tome sus manos, las cuales escurrían un liquido rojo por ellas. Ahogue un grito en mi garganta.

Izan: no tienes que asustarte, ni una gota de esta sangre me pertenece...



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DEIFH2016

Apostada a el Mafioso©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora