Apostada a el Mafioso©

18: Saldando cuentas

Pov Izan

En serio deseaba asesinar a Nathaly eh dejarla como regalo para mi muñeca pero no pude...Solo de imaginar a mi ángel devastada y las lagrimas que derramaría por esa inútil hicieron que me arrepintiera y diera dos pasos atrás. Sin mencionar que ya estaba cansado de los gritos y gemidos lastimosos de anoche.

Y Zenda tuvo que ver mucho ayer con aquella fatiga, con ella saque toda la tensión que tenia acumulada en mi cuerpo.

 Apenas llegamos a su departamento, puso sus labios sobre los míos moviéndolos desesperadamente esperando a que siguiera aquel beso repulsivo, el sabor del licor nunca me parecerá tan asqueroso como ahora. Con todo el acopio de mi paciencia la aparte de mi con suavidad, dedicándole una sonrisa y la recosté en la superficie mas cercana. Mordió su labio de una forma erótica llamándome a su lado.

Subí la manga de mi camisa con parsimonia bajo su atenta mirada, dejando a la vista un pequeño cuchillo el cual llevaba a todos lados. Me acerque a ella como un cazador a su presa, moviendo el cuchillo entre mis dedos, casi formando una danza. Al darse cuenta de mis intenciones intento huir, cosa que fue en vano porque a su mas mínimo movimiento clave el cuchillo en su pierna. Ella parecía agonizar del dolor en el suelo, me miro con odio mientras mordía su labio para no emitir ningún sonido que delatara el insoportable dolor, quite el cuchillo de su pierna y la tome del cabello arrastrándola a la habitación, rasguñaba y clavaba sus uñas en mi piel para que la soltara. Lance su cuerpo a la cama con fuerza, dejándola un poco aturdida.

Zenda: aléjate de mi demente.-Demando con ira en la voz y temor en su mirada, a demás de que esas lagrimas no ayudaron en nada para poderla tomar en serio.

Intento salir de la cama pero su herida la detenía, la imagen me parecía de lo mas patética. Antes de que pudiera hacer otro movimiento, me coloque sobre ella, sosteniendo sus manos y dejándolas sobre su cabeza.

Izan: que acaso esto no es lo que querías?.-La ironía en mis palabras era mas que clara.- Hoy pasaremos nuestra ultima noche juntos...acaso no te parece fascinante.

Corte un poco su cuello lo suficiente para que unas gotas de sangre se resbalaran por el con mi lengua fui lamiendo cada una de ellas, el sabor a oxido inundo mis sentidos de placer, su cuerpo se removía debajo del mío, pidiendo ser liberado. Limpie los residuos de sangre  en mis labios con el dorso de mi mano.

Observe sus labios color carmín con detenimiento dándome cuenta que algo les faltaba. Pase el cuchillo por su labios haciéndoles un corte algo profundo. Siseo del dolor, provocando que un risa corta se escapara de mis labios, sus movimientos eran limitados gracias a el vestido que usaba, haciéndome el trabajo de someterla aun mas fácil.

Al poco tiempo dejo de moverse, disfrutando de las mordidas feroces que dejaba sobre su labio. Jadeos y gemidos suaves Mientras parecía estar profundamente perdida en el placer, con la navaja del cuchillo corto un poco su antebrazo, haciéndola gemir en el acto. Solté el cuchillo por un momento para pasear mis manos por su cuerpo, deteniéndome en sus pechos, los cuales estruje sin demasiadas ganas. Me separe de sus labios para admirar su expresión facial, su mirada parecía perdida entre dejarse llevar por el placer o quitarme de encima.

Zenda: ah~por favor continua...-Sostuve el agarre que tenia en sus manos con una solamente. Pase mis dedos suavemente por su rostro

Izan: en serio pensaste que me acostaría contigo... Siento tanta lastima por ti ahora.-Ceñí mis dedos a su rostro.-Dije que seria nuestra ultima noche pero no volvería a dormir con una mujer tan vulgar como lo eres tu en toda mi desgraciada vida.