19: Avances

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Pov Madison
Me preocupaban las heridas de Nathaly, algunas eran más profundas y otras más superficiales. Pase el algodón con un poco de alcohol sobre las zonas más afectadas. Siseo del dolor al sentirlo al contacto de su piel.
Le coloqué gasas y vendas en las heridas enfocándome en esa horrenda X de su cuerpo, intentando cubrirla por completo.
Fui a la cocina por un vaso de agua para que pueda tomar los calmantes.

Hoy estaba decidida a realizar todos los quehaceres de la casa y dejar que Nathaly descanse como se  lo merece. Regrese a la habitación ofreciéndole el vaso junto con las pastillas, no dudó en tomarlo enseguida.
Espere a que se durmiera para poder irme, cerré la puerta con llave. Para hacerla sentir más segura o quizás para hacerme sentir segura a mi...

Entre a mi habitación y al poco tiempo escuché un estruendo, viendo el objeto acusante del sonido hecho trizas en el suelo.

Madison: creo que fue mal momento para entrar.-Ni loca me quedaría un segundo más en esta habitación, giré con intención de marcharme

Izan: tengo que decirte algo.-Su rostro se encontraba descompuesto por una mueca y grandes ojeras las cuales adornaban la parte inferior de sus ojos.-Te daré dos opciones y quiero la respuesta mas tardar en la noche entendiste.-Me quede encerrada en mis pensamientos, considerando que quizás quiera pasar la noche conmigo otra vez, la sola idea de espantaba.-Necesito que me escuches si?

Madison: lo siento, solo me perdí un rato en mis pensamientos.

Izan: lo noté.-Su sonrisa se ensanchó quitando de su rostro esa expresión de gato huraño que la mayoría del tiempo llevaba.

Madison: podría saber cuáles son las opciones?.-Pregunté con interés genuino

Izan: la primera es mandar a las princesas a Inglaterra.

Madison: está demente!.-Jamás aceptaré eso

Izan: ellas estarían seguras en ese lugar, sin mencionar el alto nivel educativo que tendrían.-Estoy enojada, no podía creerlo, lo que me pedía era estúpido, el era estúpido.-La segunda es ponerles un guardaespaldas o escoltas, pero no me parece una buena idea, no me gusta pensar que alguien más conozca cada lugar de mi casa y se pasee por ella.

Madison: pues tendrá que comenzar a gustarte porque mis hermanas se quedan y punto.-Puse mi mano en su pecho, viéndolo con seguridad. Suspiro pesadamente

Izan: como desees, sin embargo mantengo la idea de Inglaterra.-Dejó un beso en mi frente, para bajar su mirada a mis labios. Inconscientemente lamí mis labios.-Me estás matando muñeca.-Alejo mi mano de su cuerpo separándonos por completo.-Tengo que organizar todo y quizás tarde un par de horas fuera. Por su seguridad no salgan de aquí, ni siquiera dejes que las princesas salgan al patio.

Asentí un tanto confusa por su petición pero era mejor no preguntar y aprovechar un momento libre de su asfixiante temperamento. Sus labios se encontraron con los míos por unos instantes, su toque fue amable y efímero. Se fue de la habitación sin hacer o decir algo más.

Me acerqué a la ventana para ver cómo se marchaba en su auto.

Cambie mi ropa en algunas partes la sangre ya estaba seca y era demasiado notoria. Mis manos se encontraban igual, fui al lavamanos a quitarme ese líquido rojizo de mi piel. Abrí el chorro de agua relajándome con su tacto gentil y frío. Mientras caminaba hacia la puerta del cuarto de mis hermanas intentaba sonreír lo más creíble posible.

Las observé con ternura al ver cómo jugaban con los diferentes peluches y muñecos que tenían, se veía risueñas y despreocupadas a diferencia de cuando vivíamos con nuestra madre. Tome uno de los peluches que estaba en el suelo y me puse a jugar junto con ellas. No recuerdo con exactitud cuando fue la última vez que nos reímos tanto.

Apostada a el Mafioso©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora