Un estornudo se escuchó en toda la casa.
- ¿Eh? - Riki se despertó por el estruendo del estornudo.
- ¿Quién se muere? - Namjoon preguntó, con un grito, desde su habitación.
- No sé, pero díganle que guarde silencio. - Jake gritó de vuelta.
- Iré a ver. - Jin se levantó y Namjoon asintió.
Jin caminó y revisó las habitaciones de sus hijos más chicos. Nada. Decidió ir a ver hacia las habitaciones de Yoongi y Jungkook, el último era el problema.
- Kook, ¿cuántas veces se te ha dicho que no salgas sin otra chamarra extra? - Jin entraba a la habitación.
- No eres mi papá. - Sorbió su nariz.
- Me lo has dejado más que claro todos los días, pero eso no quita el hecho de que te cuidaré como si lo fueras. - Jin sonrió. - Iré por el termómetro y un té. - Jungkook asintió sin decir algo.
- ¿Kookie se siente mal? - Riki llegó a su lado y Jungkook se alejó.
- Si, pero no te acerques, lo más probable es que te puedas enfermar, a tus papás no les gustaría eso. - Riki asintió cabizbajo. - Ya, mejor juega con Gureum.
- ¡Si! - Riki corrió fuera de la habitación.
El menor corría muy rápido, tan así que se tropezó en los últimos escalones de la escalera. No le importó. El chiquillo que corría se encontró con la cámara de hace algunos días atrás. No encontró al perrito, pero si a la cámara.
- Ah, pensé que no te volvería a ver. - Habló en un susurro y solo.
Nadie lo miraba, sonrió de lado.
El más pequeño de la familia tomó la cámara en manos y la llevó a su cuarto, estando ahí eligió algo de ropa que pudiera usar ese día, se cambió y volvió a agarrar la cámara. Un portazo se escuchó y el menor se encontraba en el patio trasero.
- Veamos. - Riki prendió la cámara. Le encantaba.
El pequeño comenzó a grabar desde flores hasta algunos peces que pasaban al lado; en el río. Sonrió al ver tan lindo paisaje en un lugar en el que jamás había estado.
Las únicas veces que podía tocar el césped -sin zapatos y sus pequeños pies al desnudo- era cuando iba al parque, y eso era cada milenio -según él-, estaba feliz de poder hacerlo cada que le diera su gana. Comenzó a reír feliz, dentro de él había una emoción que iba creciendo.
Namjoon, con una gran sonrisa, veía a su hijo más pequeño riendo en el pasto y grabando lo que se le diera la gana.
- Lo que importa es que sea feliz. - Namjoon se dijo a sí mismo y sin borrar su sonrisa.
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¿Los Kim? || BTS, TXT, EN-.
Fanfiction(¡EN EDICIÓN!) Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.