(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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El día, en su mayoría iba con demasiada tranquilidad, hasta para los Kim era algo raro eso.
- ¿No les parece que el día va muy tranqu...? – Kai no pudo continuar porque la mano de Jake lo detuvo abruptamente.
- ¡Cállate! – exclamó un asustado Tae.
- Recuerda la maldición de los Kim. – mencionó Jay.
Oh, la maldición. Claro, cuando el día iba muy tranquilo, ninguno de los Kim decía que iba tranquilo, porque si no iba a haber alguna tragedia o simplemente ese día se volvería una locura, es por eso que tenían prohibido decir que el día estaba tranquilo o que estaba algo aburrido. Así de loca era esa familia. Oh, pero no duden ni un segundo sobre esa maldición, pues el día que Jungkook se había lastimado la rodilla, Jake había dicho que el partido y el día iban muy tranquilos, desde entonces le pusieron "la maldición de los Kim".
- El día está muy tranquilo.
- ¡Jungwon! – reprocharon los dos pares de mellizos.
- ¿Qué? – preguntó con confusión, a los minutos, su cara se transformó a una de miedo. – No puede ser – tapó su boca con sus manitos –, he dicho la maldición.
- Genial. – irónico, Jay aplaudió.
- Bueno, hermanos míos, toca cuidarse de lo que sea que le vaya a pasar a alguno de nosotros. – Jake se puso un casco para motocicleta.
- ¿De dónde lo sacaste si estamos en la escuela? – Taehyun preguntó algo sorprendido y confundido.
- La pregunta es: ¿A quién le tocará la mala suerte el día de hoy? – hizo voz de ultratumba y se alejaba lentamente de sus hermanos. El ambiente sombrío se vio interrumpido por Yoongi.
- ¿Qué jodidos hacen?
- ¿Qué haces tú aquí?, no es tu horario de comida. – cuestionó de regreso, Riki.
- No lo sé, me dio un mal presentimiento y vine a verlos. – respondió cruzándose de brazos.
Los seis hermanos, que se encontraban desde un buen rato ahí, se miraron con miedo. La mirada de Yoongi se volvió seria y puso más presión sobre ellos sin decir palabra alguna.
- Jungwondijoqueeraundíatranquiloyahoralamaldiciónlecaeráaalguien. – Jake dijo con rapidez, tapando su boca al terminar.
- ¿Qué?
- Que Jungwon dijo que era un día tranquilo y ahora la maldición le caerá a alguien. – respondió con más tranquilidad Kai.
- ¿Qué?
- ¿Eres sordo o te haces? – se quejó Jay.
- Sí los escuché, es sólo que ¿qué? – casi le estaba dando algo. – Si les pasa algo, yo no estoy disponible, que le marquen a Jungkook. – dicho eso, se fue corriendo asustado y despavorido.
