(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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La mañana comenzó con tranquilidad en la casa de los Kim, se escuchaba con claridad el sonido de los pájaros, también podían escuchar el agua que regaba el viñedo de la parte trasera, y cómo los caballos caminaban por la parte libre que el gran patio de la casa ofrecía.
Jungkook estiró sus brazos y piernas mientras un pequeño gemido de cansancio escapaba de su boca.
- ¿Riki? – preguntó, su hermanito no estaba a su lado y estaba en... Oh, cierto, habían ido a la casa de los abuelos.
El chiquillo se había acostumbrado a que su menor amaneciera entre sus brazos y con un hilo de saliva saliendo de su boca.
Sacando esos pensamientos de su cabeza, se levantó y colocó sus pantuflas, caminó hacia la puerta y salió al pasillo, esperaba que sus hermanos ya se hubieran despertado.
- Buenos días. – apareció Taehyun algo cansado a su lado.
- ¿No dormiste bien? – le preguntó, al ver su cara.
- No, extrañé a Hobak sobre mí, y a los perros ladrando. – respondió con pesar.
- Lo entiendo.
Los dos caminaron escaleras abajo y llegaron a la cocina, saludaron a sus abuelos y ellos les indicaron que se sentarán en el comedor, pues algunos de sus hermanos ya se encontraban allí.
- Bonito día. – les saludó Soobin. – Son los únicos que faltan para que podamos desayunar. – comentó.
Taehyun asintió algo ido y se sentó a un lado de Jay, Jungkook, por otro lado, se sentó entre Riki y Yoongi.
El más chico de todos se levantó en la silla y dios dos pasitos, se sentó en las piernas de su segundo hermano mayor.
- Hyung, no pude dormir bien, me sentía solito. – se abrazó a su cuello.
Kook no pudo evitar sonreír enternecido.
- Yo también te extrañé, Riki. – dijo pasando dulcemente sus manos en la espalda del menor.
- Hyung dulce, - Jungwon habló y dejó su pan con mantequilla a un lado, levanto sus bracitos y Yoongi lo atrajo hacia su persona. – yo también extrañé dormir con usted. – comentó con algo de penita.
Una suave y tranquila risa salió de la boca de Yoongi.
- Necesitaba a mi pequeñín durmiendo sobre mí y asfixiándome. – le abrazó.
Los otros menores veían todo con ternura.
- Yo también quiero dormir con alguno de los hyungs – Kai hizo un puchero – no me importa si Soobin es alguno de ellos. – bromeó para intentar hacer enojar al mayor.
Cosa que no sucedió.
- Puedes hacerlo hoy, si gustas. – Soo se encogió de hombros y siguió viendo su teléfono.
