(¡EN EDICIÓN!)
Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.
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Todos despertaron con la debida tranquilidad que le da a uno cuando está modorro o recién despertando, pero la de Yoongi no duró tanto.
- ¡¿Siete de la mañana?! – preguntó sorprendido.
- ¿Eh? – eso despertó a Jimin, quien yacía recostado a un lado de Jungwon.
Dirán, ¿por qué tanta sorpresa por el chico mayor? Bueno… SUS CLASES COMIENZAN A LAS SIETE VEINTE DE LA MAÑANA.
Yoongi, a como pudo, se levantó, casi cayéndose entre el pánico y desesperación, corrió al pasillo y comenzó a tocar las puertas mientras gritaba.
- QUEDAN TRES MINUTOS PARA SALIR, NO QUIERO NI UN SEGUNDO DE RETRASO. – ordenó, yendo hacia el comedor, metió al microondas unos panecillos instantáneos, los metió a las loncheras de sus hermanitos, también metió un yogur y sus debidos termos de agua. Cerró cada lonchera y las dejó cerca de cada mochila. Se subió y se comenzó a cambiar en el baño, en cuanto salió se encontró con un Jimin, ya arreglado, poniéndole las zapatillas a Jungwon.
- Eres el mejor. – Yoongi le dio un beso en la mejilla a su novio, cargó a Jungwon y salieron con prisa de la habitación.
- Vamos a llegar tarde. – se quejó Riki. El menor se veía más fresco que una lechuga recién nacida y regada.
- ¿Hace cuánto estás despierto? – preguntó Jay.
Riki desvió su mirada hacia la chimenea.
- Como desde las seis. – murmuró, haciendo que ninguno de sus hermanos lo escuchara.
- Dilo de nuevo. – ordenó el hyung dulce.
- Desde la seis. – Jungkook bufó con enojo, iba a regañarlo, pero Yoongi lo interrumpió.
- Peleamos en la camioneta, no quiero que se nos haga tarde. – corrió hacia el patio y encendió la camioneta, mientras que sus hermanitos, mínimo, tomaban un vaso de leche fría.
Jungkook entregaba las mochilas a quienes se fueran acercando a la puerta principal.
Los menores, con mochila en mano, se iban subiendo a la camioneta. Estando todos adentro, hasta los dos Jung, Yoongi arrancó.
- Ni que estuvieras en rápidos y furiosos. – se quejó, Jake, desde uno de los asientos traseros. A su mayor no le pudo importar menos.
Llegaron a la escuela, cada uno bajó y corrieron a sus respectivos salones, excepto Jake y Riki, ellos iban a la dirección; Jake de secundaria y Riki de primaria.
