- ¡Buenos días familia! - Yoongi gritó desde el pasillo.
- Agh, cállate.
- Que alguien calle al ave moribunda.
- ¿Quién se muere?
Todo eso, y más, comenzó a salir de cada habitación de los menores de la familia. Yoongi negó y golpeó con una cuchara la puerta de cada habitación, daba tres toques por puerta.
- ¡Ya vamos! - gritó Kai desesperado por el constante sonido en la madera.
Yoongi sonrió victorioso y caminó a la cocina, ahí tenía panqueques y frutas frescas, también había preparado chocolatada para los dos más pequeños, tres de los cuatro mellizos tomaba jugo y Tae tomaba café con leche, luego preparó agua mineral con hielo para Kook, y dejó que Soobin tomara agua de piña preparada el día anterior.
- ¿Está de buenas? - Jay le preguntó en un susurro a Tae, el pelirrojo se encogió de hombros al no saber qué responder.
Los dos caminaron y se sentaron en la gran mesa. Yoongi les llevó el desayuno.
- Okay, hyung, ¿se siente bien? - Jay preguntó mirándolo.
El mayor asintió extrañado.
- ¿Por qué la pregunta?
- No lo sé, porque generalmente no nos hace de desayunar, mucho menos nos lleva la comida a la mesa. - explicó enumerando con sus dedos.
- Si - le secundó Tae - normalmente nos diría "no sean vagos y vengan por la puta comida con sus malditos pies". - intentó hacer la voz de su hyung, pero falló y sólo le hizo parecer un viejo cascarrabias.
- Yep. - Jungwon asintió mientras recibía gustoso el desayuno.
Yoongi decidió ignorarlos y siguió alimentando a Jungwon, mientras tomaba algunos bocados de su propio desayuno.
Jungkook sólo miraba todo con gracia.
- ¿Tienes acaso un pretendiente? - Kook decido meter cizaña al asunto.
Yoongi lo miró con los ojos abiertos y negó.
- No, sólo tengo ojos para ustedes. - les sonrió mientras parpadeaba continuamente.
Riki hizo arcadas y Jungwon soltaba varios "iugh" mientras hacía como si estuviera vomitando.
- Yah, mocosos. - el mayor intento regañarlos, pero los niños seguían haciendo las mismas acciones.
ESTÁS LEYENDO
¿Los Kim? || BTS, TXT, EN-.
Fanfiction(¡EN EDICIÓN!) Namjoon y Jin no esperaban tener tanto chamaco, pero a final de cuentas así pasó. Una familia divertida, desastrosa, numerosa, inigualable y, sobre todo, amorosa.