To Live and Let Go. (Nico Di Angelo)

XI. Will.

Pensandolo bien, podrían haber creado un pequeño plan antes de echar a correr en el medio de la oscuridad.

Los semidioses y la "no reconocida" se encontraban en uno de los muchos aprietos que Camille tendría que aceptar, después de todo.

El camino no parecía terminar, la construcción era enorme, y para su suerte, Will había memorizado algunos atajos. Aún así, todavía sentían los ruidos bastantes sonoros de las armas, o al menos eso sentía Nico.

Luego de 3 minutos, comenzaron a sentir voces y gritos que provenían de los hombres que habían secuestrado a su novio. Las pisadas se volvían más fuertes. Los pulmones de Nico aguantaron demasiado tiempo, más que algunos, pero simplemente no podía seguir.

—W-will—Jadeó Nico-no puedo...tenemos...escondite.—Nico trataba de poner las palabras en una frase pero no tenían sentido.

—Nico...—el hijo de Apolo se acercó a él y le acarició la mejilla mientras que Nico trataba de recuperar el aliento. Camille había parado con ellos y seguía agitada, mientras contemplaba la escena.

—Lo sé, ...es peligroso, hay que descansar.

—Esta bien. Conozco un lugar donde me tuvieron encerrado antes, supongo que podemos quedarnos allí, pero solo unos minutos, ¿ok?—Will les indicó a los demás donde se encontraba el lugar y rápidamente se dispusieron a encontrarlo.

Will había tenido que ayudar a Camille ya que parecía que también se iba a desmayar. Al llegar, solo había un foco iluminando el salón y todo parecía estar como Will recordaba.

Lin les entregó a Nico y Camille un poco de ambrosía, antes de poder recordar que estaban huyendo de asesinos locos y retorcidos.

—Bien, parece que se encuentran mejor.—Will les explicó rápidamente.—Ya estamos listos para irnos, la salida no está muy lejos...

Unos ruidos sonoros provocaron ecos en el salón, haciendo que Will y Lin se voltearan. El hombre que los había amenazado al ver como destruían la hidra se acercaba, aplaudiendo irónicamente, mientras que tras él se encontraban por lo menos 5 hombres armados.

—¿Qué quieres de nosotros?—Nico se adelantó a lo que sus amigos ya pensaban

El hombre se acercó lentamente hacia los campistas.

—¡Ja! Tenemos a un valiente aquí. Bien, te explicaré. Ustedes tienen alguna clase de poderes que nosotros no podemos descifrar. Como saben, presencié su "acto heróico" contra esa...—buscó la palabra para referirse a la hidra—criatura.

Camille y Lin cruzaron una mirada que reflejaba preocupación.

—Necesitamos, queremos saber y obtener...esos poderes. Tu pequeño amigo, Connor, estaba dispuesto a decirnos exactamente que clase de poderes son. Pero luego ustedes, mocosos, interrumpieron. —seguido, hizo una seña a los hombres y de repente ellos se encontraban atras de cada uno de sus amigos, de él incluido, apuntando con un arma. Solo quedaba Will.

—Espera...-dijo Lin—¿Connor?—Le lanzó una mirada seria.—¿En serio?

—Te callas. Ahora....—chasqueó la lengua mientras se acercaba a Will—esta es tu última oportunidad...me dices que son, y tus poderes, o tus amigos volarán en pedazos. Tú eliges.

Will miró a su alrededor. Su novio miró hacia Lin y los dos asintieron al mismo tiempo, ya con una idea en mente.

—Somos...—Will se dio vuelta rápidamente para patear el abdomen del hombre que mantenía a Camille mientras ella corría hacia la salida. Al mismo tiempo, Lin y Nico hicieron caer a los dos hombres que quedaban.