♡--Nuestras miradas cruzaron.
Mis orbes de topacio y sus
orbes de oro están echos para
estar uno al lado del otro.
Pero....
¿por que me da una sensación
nostálgica?
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Lunes, hora del almuerzo. Cómo siempre fui a un lugar poco concurrido, para no tener que hablar con nadie. A Gen la invitaron a almorzar, como sucede en todas las escuelas, ella ya es popular. Siempre fue la chica que a todos le caen bien y se quieren acercar a ella, un bello sol que alumbra a todos. Yo soy una sombra comparada a ella.
— ¡Oye, Natsumi!
Al no saber de quién era la voz, seguí caminando, concentrada en mí videojuego.
— ¡Natsumi! – sentí como posaban una mano en mí hombro, deteniendo mí caminata.
Dirigí mí vista a al causante. Mai Nakamura, la típica chica que molesta a todos, la típica bulling del salón, la típica zorra, la típica putifresa. La mire de mala manera, desearía que las miradas matarán.
— Eh escuchado que eres amiga de Kuroo – dijo ella frustrada – ¿Sabes qué? No tienes oportunidad con el, eres horrenda y nada femenina.
Me di media vuelta, seguí caminando. Como si me fuese a interesar en el o el se fuese a interesar en ella.
Seguí ignorando a la idiota, seguí caminando como si nada fuera. Aparte, el idiota poste andante no me interesa.
Sentí un empujón, haciendo de que me cayese al suelo. Mire a mí alrededor, estaba en el salón de un club, pero exactamente no se cual. Mei cerró la puerta con seguro, note que habían entrado otros tres chicos.
— sabes que, Yashiro, me caes muy mal – dijo ella acercandose a mí.
— a mí también – respondí – así que, lárgate y deja de molestar.
Ella se acercó a mí, quitándome la psp, rápidamente me levanté para tomarla, pero ella rápidamente me esquivó.
— oí que también eres muy inteligente, así que, tendrás que hacer mí trabajo de historia, también haz mí tarea de matemática.
— ¿Quién te crees? ¿La reina de las zorriputas?
La castaña me miró con superioridad, sonriendo muy ampliamente. Tiro fuertemente mí psp al suelo, luego a aplastó varias veces con su pie. La dejo destruida.
La mire con odió, le dirigí un puñetazo, fui detuvida. Un chico musculoso y alto sostenía mí brazo con fuerza.
