ᴏʀᴏ ʏ ᴛᴏᴘᴀᴄɪᴏ

1.9K 174 39
                                    





















𝐎𝐑𝐎 𝐘 𝐓𝐎𝐏𝐀𝐂𝐈𝐎
♡: ʸ ᵃ ᵗ ˢ ᵘ ᵐ ⁱ ʳ ᵒ _ ᶜ ʰ ᵃ ⁿ

𝐎𝐑𝐎 𝐘 𝐓𝐎𝐏𝐀𝐂𝐈𝐎♡: ʸ ᵃ ᵗ ˢ ᵘ ᵐ ⁱ ʳ ᵒ _ ᶜ ʰ ᵃ ⁿ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






















Volví de casa, agotada, pero agradecia que era viernes.

Deje mi mochila arriba de mi cama, me cambie rápidamente a una ropa para ir al árcade, básicamente una camisa negra y unos pantalones negros, junto a unas zapatillas rojas.

Tome solo mi móvil, las llaves y dinero, guarde estos en uno de mis bolsillos del pantalón. Salí rápidamente de casa, tratando de evitar las preguntas de los gemelos. Una vez afuera, empecé a dirigirme a uno de mis lugares favoritos: el arcade.

Kodzuken me esperaba allí, teníamos planeado pasar toda la tarde juntos y a la noche comer en algún lugar. Claramente mi madre y mi padre sabían esto.

Luego de un par de minutos llegué a aquel lugar, miré la hora, eran las 7:15 de la tarde. Recargue mi tarjeta del árcade, el empleado de aquel lugar ya sabía que era una clienta confiable. Luego me dirigí al juego en donde nos "conocimos" Kenma y yo.

- ¡Kodzuken! - dije alegre al verlo hay parado.

A decir verdad, desde que estoy aquí, con Kodzuken, soy mucho más feliz.

- Yatsumiro.

Vi como extendió sus brazos, en su cara tenia una sonrisa. Yo solo lo abracé como si no lo viera hace años, aunque nos vimos apenas hace unas horas.

Luego nos separamos, empezamos a jugar a nuestro juego, yo ganando 197 y el perdiendo 196.

.

.

.

Luego de un rato, nos aburrimos, decidimos ir a algún otro lugar. Ya eran las 7:50 de la tarde.

- creo que cerca de aquí había un festival ¿No quieres ir? - dijo del rubio, a lo que yo asentí.

Empeze a seguirlo, sin saber a donde nos dirigíamos. Íbamos a paso lento, disfrutando el ambiente, disfrutando la compañía del otro. La calle no estaba tan ocupada, no había muchas personas, por lo que estaba muy tranquilo.

- Kodzuken...me entere de algo - dije en un tono divertido, quería sacar un tema de conversación.

- ¿qué cosa? - dejo de mirar al frente y volteó hacia mi.

- creo que Kuroo se le declaraba hoy a Gen... ¿Tu sabes algo de eso?

El de ojos dorados se río ante mí comentario, creo que pensaba que diría otra cosa.

- supongo que si, Kuroo estaba nervioso, porque tenía una cita con Gen.

Tendré un cuñado, estoy segura.

Volvimos silencio, volví a no saber de que hablar. Empecé a tararear para distraerme.

- ya llegamos.

Subí mi mirada, encontrándome con muchas personas, algunas con kimonos, otras jugando, otras con sus parejas, otras con sus amigos y también algunos niños.

Nos adentramos a aquel festival, viendo los juegos y puestos de comida.

- ¿qué jugamos? - pregunte.

El tomo mi mano, me llevó a uno de los juegos. La señora, dueña del juego, nos explicó de lo que se trataba: tirar dardos a al blanco, ganas distintos puntos y depende los puedo puedo tengas te podes llevar distintos premios.

Cada uno pago sus dardos, eran cinco en total.

- yo te ganaré - dije burlonamente.

- si, claro.

Empezamos a jugar. En la primera ronda el saco 9 y yo 7.

- ¿no me ibas a ganar?

- todavía no termino, Kodzuken.

En la segunda ronda, el saco 6 y yo 9. Dirigí mi vista hacia el, con una sonrisa de lado, mirándolo con superioridad. 16 a 15.

La tercera ronda, esta vez el saco 8 y yo 7. Nos encontrabamos empatados, 23 a 23. En la cuarta sacamos los mismos puntos, funci mi ceño ante aquello.

La señora nos miraba divertida, al ver lo competitivos que éramos, o más bien, que yo era. Me puse seria, concentrándome en al juego. Kenma ya había tirado, había sacado 9 puntos. Tire el dardo, sonreí al ver mi resultado.

- ¡10 puntos!

Luego se eso tomamos nuestros premios, elegimos los mismos peluches.

- adiós, jóvenes - dijo la señora amablemente.

- adios, señora.

.

.

.

Estuvimos mucho tiempo en aquel festival, comimos allí. Ya eran las diez de la noche, decidimos volver a mi casa, Kozume se quedaría a dormir.

Pero antes de regresar, no páramos en un estilo de muelle, viendo el hermoso mar de noche, este reflejaba la luna y algunas luces de la ciudad.

- Yatsumiro - pronuncio el rubio - tengo un regalo para ti.

Me volteé a verlo, el saco una pequeña caja, pero antes de dármela, me preguntó.

- Yatsumiro...yo...yo...te amo

Mis mejillas ardieron. Volví a verlo a sus ojos. Nuestros ojos se conectaron, mis orbes topacio quedaron hipnotizados al ver sus orbes de oro. El ambiente se volvió a detener, como en el parque.

Sentía como nuestras almas cada vez se mezclaban, combinaban perfectamente entre si, al igual que nuestras respiraciones, nuestros cuerpos se acercaban. Nuestras frentes se unieron, cerramos nuestros ojos. El rodeo mi cintura con sus brazos, yo rodeé su cuello con los míos.

- yo también amo, Kodzuken.

Luego de eso, nuestros labios se unieron. Espere mucho tiempo por esto.

Nos besabamos lentamente, no había ni una pizca de pasión, solo se encontraba precente todo el amor que teníamos entre nosotros.

Sabía que el oro y el topacio son perfectos unidos.



















Fin



















Fin

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





















𝐎𝐑𝐎 𝐘 𝐓𝐎𝐏𝐀𝐂𝐈𝐎 - 𝐊𝐞𝐧𝐦𝐚 𝐊𝐨𝐳𝐮𝐦𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora