♡--Nuestras miradas cruzaron.
Mis orbes de topacio y sus
orbes de oro están echos para
estar uno al lado del otro.
Pero....
¿por que me da una sensación
nostálgica?
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Termine de derrotar al jefe final, específicamente el enderdragon. Tenia un mundo bastante avanzado, lo jugaba con mis 3 amigos que hice en línea, más mis hermanos.
— eso fue intenso – dije para desconectarme mientras me sacaba los cascos.
Me dí media vuelta, aun sobre la silla. Mire la hora de mi móvil, las tres de la madrugada, yo todavía despierta, pero sin clases, era sábado.
Ya habían pasado tres días desde que me había escapado para ir al árcade. Tres días sin poder ir al árcade, ya que mi madre me había descubierto. De castigó me prohíbo ir a aquel lugar, de nuevo.
Maldita sea, de verdad quería conocer más a aquel chico llamado Kenma. Me llamaba mucho la atención, pocas cosas lo hacen. De echo, podría decir que me deba curiosidad, quería que fuese mi amigo.
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Me desperté, simplemente eso. Dirigí mi vista a mi móvil, dude entre tomarlo o no, si lo hice claramente. Me quede "ciega" al ver directamente el fuerte brillo en la pantalla. Solté un quejido mientras tapaba mis ojos fuertemente. Volví a tomarlo, esta vez no me hizo nada. Vi la hora "14:13" decía el reloj digital de el móvil.
Me levante de la cama, tembleque un poco al sentir el estúpido frío del piso. Me dirigí a mi closet, allí tome unas prendas, una toalla y me dirigí a ducharme. Luego fui al baño, que quedaba al lado de mi habitación. Cerré la puerta con seguro y deje la ropa por allí.
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Volví a dirigirme a aquel árcade. Esta vez llevaba un crop top gris oscuro, con dibujos de rayos. También unas bermudas más largas de lo usal, llegando a la mitad de mis gemelos, de un color negro, que combinaban con los rayos. No hay que olvidar a mis preciadas vans.
(Me encanta describir los outfits, simplemente me encanta)
¿Por qué me dirigía al árcade? Se preguntaran ¿no estabas castigada? Se preguntaran.
Simplemente le pedí permiso a papá. Incluso, me dio dinero, eso que yo ya tenia. Siempre existe una segunda opción, un escape.
Una vez en aquel lugar, me dirigí rápidamente al mismo juego de siempre.
