- Soy yo .
Dice de repente el chico de ojos cafés sentado a mi lado, con una expresión fría e indefinible. Lo miro a los ojos pero no me salen las palabras, estoy muy nerviosa porque me ha tocado ser su pareja, bueno su pareja de clases obvio.
El resto de las clases pasan muy rápido y luego de 4 largas horas al fin llega el horario de salida. Entusiasmada le pregunto a mi pareja de clases algo, antes de que pueda marcharse del aula.
- Hola, Sebastián verdad, soy Madison ¿Cuándo nos reunimos para hacer el trabajo?- le digo con una estúpida sonrisa en el rostro.
- Nunca - Me dice así sin más, furiosa le contesto.
-¿Cómo que nunca? Tenemos que hacer el trabajo juntos.
- Ya, pero yo no me reúno con nadie, podemos hacerlo aquí sin tener que ir a ninguna parte. Si no quieres házlo tú sola.
-¿Perdona?
- Mira, si quieres pasar la evaluación tendrás que hacer lo que yo te diga.
-¿Qué?- Tu a mí no me vas a decir lo que tengo que hacer- Le digo sin más y me voy caminando rápidamente de allí .
¿A qué ha venido todo eso? Ni que le hubiera pedido una cita, quién se cree que es para hablarme así.
Llego a casa, subo a mí habitación y me tiendo en la cama, ha sido un día cansado y ni siquiera he empezado con las prácticas de gimnasia aún. Me pregunto por qué el chico de ojos cafés me ha respondido así, yo no le hecho nada para que esté molesto conmigo. Enfadada me quito las zapatillas y me cambio de ropa para ponerme un simple vestido ancho de andar en casa. Bajo y me caliento el almuerzo, mi madre trabaja hasta tarde, por lo tanto me deja el almuerzo en la nevera. Estoy fregando los platos cuando miro por la ventana y veo la pequeña piscina de nuestra casa. Me dan unas ganas tremendas de darme un chapuzón así que subo a por un bañador y una toalla. El agua está estupenda, cierro los ojos y me viene a la mente la imagen de aquel chico, no puedo evitar sonreír a pesar de lo grosero que fue conmigo hoy, recuerdo cuando nos miramos a los ojos, ese momento fue tan extraño, de tan sólo mirarlo me sentí segura, como si estuviéramos destinados a conocernos. Bueno técnicamente no lo conozco, sólo sé su nombre, pero una fuerza que no sé cómo describir me atrae a él y me dice que definitivamente tengo que conocerlo mejor...
-¿Qué secreto ocultarán esos ojos cafés?
Luego de salir de la piscina, me doy una ducha rápida y me pongo a hacer los deberes. Me siento tan sóla en esta casa, aún no tengo ninguna amiga y espero hacer una pronto. También pretendo empezar las prácticas de gimnasia, así tendré algo en qué entretenerme, sólo que aún no he encontrado un club cercano. Me viene la idea de buscar en línea clubes deportivos en esta ciudad, y por arte de magia encuentro rápidamente un club de Gimnasia Artística Juvenil. Pongo mis datos en el sitio y les pregunto si mañana, después de clases, puedo ir a conocer el lugar y a posiblemente inscribirme. Ellos aceptan y yo doy saltos de alegría, no veo la hora de que sea mañana!!!
...Horas más tarde...
Oigo la puerta principal abrirse, luego del sonido de los tacones de mi mamá. Entra a mi habitación con una expresión de cansancio.
- Hola mamá ¿Cómo te fue en el nuevo trabajo?
- Hola cariño, uff bastante bien, mi nueva jefa parece agradable pero me ha dejado demasiado trabajo para esta semana. Pero mejor hablemos de tí, ¿Cómo te fue en la preparatoria?
- Pues, bastante bien. Me han dejado muchos deberes, incluso un trabajo práctico.
- Recuerda siempre estudiar mucho hija, tu futuro depende de ello.
- Si mamá, le digo y pongo los ojos en blanco.
Mi mamá siempre ha sido muy exigente conmigo y si hablamos de mis notas más aún. Ella me crió completamente sóla, y yo la admiro mucho por eso, por lo que siempre he hecho todo lo que me dice.
-¿Has hecho alguna amiga?- me pregunta mi madre.
- No, bueno solo he conocido a un chico- Al recordarlo me sale una pequeña sonrisa.
- ¿Y cómo es?- pregunta mi madre con mucha curiosidad.
-Bueno es mi compañero de puesto, es algo parecido a mí en sus rasgos, tiene el pelo castaño, los ojos cafés y un tatuaje en el brazo. También tiene un piercing en la oreja, y es un poco grosero.- Le digo y yo misma me asombro por describirlo con tanto detalle.
- ¿Y por qué dices que es parecido a tí? Yo no veo las similitudes, parece un mal chico y sabes lo que pienso de los tatuajes, son horribles- Dice con una expresión de asco.
- Sí mamá se lo que piensas de los tatuajes- Pongo los ojos en blanco otra vez.
- Pues mantente alejada de él.
- Sólo es mi compañero de puesto mamá, no es como si estuviera enamorada de él.
Termino de hablar con mi madre, cenamos y me acuesto a dormir. Al día siguiente me encuentro entrando en la preparatoria y noto que se me acerca una chica rubia, al verla mejor me doy cuenta de que es la misma chica que se ofreció a ser mi pareja en el trabajo ayer.
- Hola, ¿que tal estás?- Me dice con una sonrisa.
- Hola todo bien gracias, bueno más o menos.
- Soy Patricia por cierto.
- Madison, aunque creo que eso ya lo sabes jaja- Le digo y nos estrechamos las manos.
- ¿Vives cerca de aquí ?
- Si, me he mudado hace poco con mi madre.
- ¿Sólo con ella? - me dice un poco curiosa.
- Si sólo somos las dos, digamos que siempre ha sido así.
- Oh en serio, no sabía disculpa.
- No te preocupes todo bien-
- ¿Y que tal te va con tu compañero de puesto?- Me dice cambiando el tema.
- Ufff pues no sé, parece algo cerrado.
- Si Sebastián es así, no se lleva con nadie.
- Qué raro no - Le digo y nos interrumpe el timbre.
- Hora de ir a clases -Dice ella y caminamos hacia el aula.
Ya casi llegando alguien con mal rollo me pone un pie y hace que tropiece y caiga, pero antes de caer al suelo, junto con unos cuadernos que llevo en las manos, un chico me atrapa en sus brazos ágilmente. Quedamos abrazados, él con sus fuertes brazos rodeando mi cintura y yo con una mano sosteniendo los cuadernos y la otra apoyada sobre su pecho.
- Oh lo siento - Digo y cuando alzo la vista para mirar al chico, me doy cuenta de que es Sebastián, el chico grosero de ojos cafés. Él me mira fijamente y no me suelta de su agarre.
- Ten más cuidado al caminar, si no te hubiera estado mirando te podrías haber caído al suelo- Me dice aún en sus brazos y yo me pongo nerviosa de repente, sólo puedo pensar en sus palabras.
-¿ Me estaba mirando? ¿ Por qué?
-Nota 🥰: ¿Qué piensan de Sebastián? ¿Le gustará Madison, o sólo fue casualidad que estuviera mirándola justo en ese momento? Es un chico bastante misterioso. ¿Y qué creen que pasó con el padre de Madison ? Acaso estará todo relacionado. Pronto lo sabremos ;)
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Caminos Cruzados
Teen FictionMadison Parker es una chica de 17 años, practica Gimnasia Artística, es buena estudiante, le gusta leer y tener su vida organizada. Su madre es una reconocida empresaria en el país. Madison es muy buena persona, es dulce y muy positiva. A la vista...