La historia de Nate Brown un empresario millonario, solitario e introvertido con un pasado lleno de dolor y esfuerzo; Yeih Coffie una escritora dueña de una editorial valiente, extrovertida con un pasado lleno de perseverancia y optimismo.
Él un am...
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Yeih
— ¡¿Dejarás que se lo lleve?! —grité exasperada mirando a papá, estábamos escondidos detrás de un contenedor, a veces es bueno tener vecinos sociables.
—Shh, cuando era pequeño para Catherine le inyectó un chip GPS que está adherido a su piel. —susurró, joder que bruja más loca—. Yo cambié la contraseña antes de venir y nadie más lo sabe, vamos a la casa ¡Rápido! Y tú llama al amigo del que habló Nate.
— ¿Y si lo matan, papá? —dije a punto de entrar en un ataque de pánico.
—Lo quieren vivo cálmate sé que eres madura como para no ir corriendo llorar y gritar sin tener un plan antes.
—Golpe bajo padre, golpe bajo.
Literalmente corrimos hasta llegar a casa, yo solo lo seguía.
Acabo de descubrir que hay una habitación debajo de la mesa de la cocina ¿Tan peligroso es Dark?
Agarré mi celular para llamar a Ethan quien respondió al instante.
—Hellou.
—Secuestraron a Nate. —fui directo al grano—. Los investigadores están inconscientes hay que reemplazarlos.
— ¡Lo tengo! —exclamó papá.
— ¿Qué, qué tiene, sabe algo y quién es ese?
—Es una historia larga, él tiene la ubicación de Nate. —respondo.
—Vamos, princesa llegó el día. —exclamó fuerte y claro papá antes de que una parte de la habitación se moviera, ésta dejó a la vista armas, muchas.
Él me entrenó siempre, casi todos los días por si alguna vez «No puede defenderme» entonces soy floja pero buena muchacha, ah no así no era ¿O sí?
Luego de vestirme bien, junto a un chaleco antibalas. Conjunto de color negro especial para guardar cosas, vi venir a Ethan de la misma forma.
La rapidez y eficiencia de este chico es increíble.
Habían aproximadamente diez hombres de Nate y nosotros tres.
Sin esperar más emprendimos camino hacia la dirección que mostraba el GPS.
En dos camiones blindados de color negro, es como una película y tengo miedo muy dentro en plan de "Qué no ven que estoy chiquita"
Demasiado tiempo siendo introvertida y leyendo manuscritos en un escritorio como para que de la nada vaya a una operación privada en busca de mi amor.
Joder, eso suena fuerte.
—Carajo. —gruñó papá viendo en la pantalla la ubicación y otros dibujos, sin esperar a que preguntemos respondió—. Algo alteró los latidos de Nate, probablemente lo golpearon o está golpeando a alguien.
