𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 #16

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Yeih

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Yeih

"Novia, novia, novia"

La palabra resonaba una y otra vez en mi cabeza, sinceramente he tenido malas experiencias con esa etiqueta los recuerdos pasaban fugazmente por mi mente, dolió tanto recordar el pasado que inevitablemente una lágrima se deslizó por mi mejilla, Nate frunció el ceño dándome una mirada de preocupación total.

Entonces suspire, dicen que los suspiros son "el aire que nos sobra cuando una persona nos falta" en este caso, me faltaban palabras.

La persona que quería conservar en mi vida estaba allí, frente a mi, no lo tuve que pensar ni dos veces.Nate es un chico que no encuentras por ahí de casualidad nada más un bonito gesto del destino haberlo puesto en mi camino.

—Acepto. —susurré para luego pegar mis labios a los suyos, él sonrió en medio del beso.

Su sonrisa se esfumó cuando nos separamos y miró hacia los lados, Jason estaba haciendo cosquillas a Star quien reía sin parar, sí: Jason el hermanito de Jacob.

¿Problemas? Sí.

—Cuenta hasta diez y cálmate.

—¿Sabes qué puede hacer un chico adolescente en diez segundos? ¡Crees que le daré ese tiempo! —reclamó caminando lentamente hacia ellos, suspiró cuando se separaron y yo no podía ocultar mis ganas de reír.

Star es una niña, si, pero atractiva y divertida ¿Qué esperaba?

Ella se sonroja al ver a su hermano.

—¿Todo bien? —interrogó Nate.

—Sep. —responden ambos jóvenes.

La noche transcurre de manera espléndida entre bailes, y un mini interrogatorio de Nate a Jason, el amor de Amy junto a Ethan.

Y ni hablar de mi noviazgo, suena raro pero es placentero decirlo, o en este caso: pensarlo.

Íbamos ya los cinco, primero bajaron nuestros amigos mientras nosotros íbamos al departamento de Nate. Eran ya casi las tres de la madrugada pero no tenía sueño, él menos.

Al ingresar Star se despide de ambos y va a su cuarto, a penas la perdimos de vista Nate me acorrala por la puerta luego de cerrarla.

Ladeo la cabeza para jugar un poco, mi chico del cóctel pone sus brazos a los lados y aprieta sutilmente nuestros cuerpos.

Ya estaba desaliñado, con la camisa un poco arrugada, el cabello despeinado pero con una sonrisa jodidamente atractiva en el rostro.

—Te cuento un secreto, no sé qué hacer. —dice y mira pensativo al techo, luego vuelve a mirarme.

—Dime. —le doy un beso en la mejilla.

 —Tengo una novia muy hermosa ¿Puedes creerlo?

Ay. 

La chica del café y el chico del cóctel. © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora