Nate POV
Iba en el taxi mientras pensaba en que mierda he hecho con mi vida. ¿Yeih me entendería? Eso espero. Me mataban las ganas de llamarla y decirle que lo sentía pero ¡Joder! Había pasado casi un día entero desde nuestra despedida.
Al bajarme del taxi y mirar por décima vez mi celular el sonido del motor de un auto de color negro llama mi atención.
—Sweet. —dijo el tipo que bajó la ventanilla.
—Grey. —respondo, ese es el código de los hombres de Dark.Al subir veo que hay cuatro personas vestidas de negro, el copiloto que me habló, el chófer y en la parte de atrás que es donde yo iría había al parecer una mujer ya que era más pequeña.
Todos armados, todos en silencio hasta que la mano de la mujer va hacia mi pierna de forma lenta, me sobresalto hasta que veo sus uñas.
Amaba como siempre las cuidaba y mostraba sus cambios de colores con toda la emoción, era ella, mi chica del café.
—Listo, tenemos exactamente diecisiete minutos para hablar sin que Dark pueda escucharnos ¡Hola amigo! —el conductor era Ethan y el copiloto el mequetrefe que quiere a mi hermana.
—Nunca me sentí tan feliz de ver tu horrenda cara. —bromeé en cuanto él se sacó el pasamontañas.
Mi atención inmediata luego de eso fue hacia la obra de arte que tenía a mi lado, ella lo imitó dejándome de ver su hermoso rostro. Antes de que pudiera hacer algo sus piernas ya estaba sobre mí buscando apretar mi cintura.
—Lo siento, lo siento, yo no quise dejarte…
No me dejó terminar hasta que confesó lo que hace tiempo sospechaba.
—Yo debo pedirte disculpas Nate, yo trabajo para una organización, soy…
—Lo sé.
— ¿Qué?
—Te escuché hablar por celular y lo supuse es por eso que todo el camino de vuelta a la ciudad no fui tan —llevé mis manos a su cuello tocándola suavemente— expresivo, pero lo comprendí cariño.
—Igual ahora quiero que hagan una digna actuación merecedora de un Óscar, señores. —escuché a mi cuñado hablar.
No podíamos estar juntos y dolía en el maldito alma, no poder salir a la calle y presumir, no poder publicar fotos con ella. No poder darle un beso en público, no poder ni siquiera entrelazar nuestras manos.
Éramos el uno para el otro, pero no podíamos permanecer juntos. Maldito sea el destino que nos unió en pleno conflicto.
Luego de organizarnos bien solo quedaban tres minutos para que la señal regrese y Dark pudiera escuchar de nuevo cada cosa, probablemente también ver.
Es por ello que todos volvieron a usar un pasamontañas excepto Yeih quien aprovechó esos tres minutos para hacer un recorrido de pequeños besos por todo mi rostro, la amo, joder.
Llegamos al destino que era una mansión en medio de la nada lo cual tenía sentido pensando en los trabajos que hace mi lastimosamente, padre.
Al bajar nos recibieron otros hombres que apostaría que miden casi dos metros, visualicé también a un par de francotiradores sobre los árboles entonces llegó el momento.
De entrar, a mi hogar. Era lo contrario a mí ¡Era pura extravagancia! Desde las cortinas coloridas hasta los cuadros colgados en la pared.
Yeih, Ethan y al parecer mi cuñado iban a mí lado, mi mejor fijaba el arma por mi espalda baja.
Subimos las escaleras y recorrimos un largo pasillo hasta llegar al cuarto en donde se encontraba Dark.
A su lado ella, su hija, mi prometida: Natalie.
Entonces todo tuvo sentido, cinco años siendo mi secretaria para espiarme. Llevarla a casa y contarle que en realidad no estaba con ninguna de esas chicas fue un gran error.
¿Cómo no lo noté antes? Su cabello oscuro, sus facciones ¡Mentiría si digo que no se parece a mí!
—Están jodidamente enfermos, malditos degenerados. —exclamé sin gracia
—Cariño, esa no es la forma de hablarle a tu futura esposa. —respondió Natalie con una sonrisa ladina, loca.
—Hijo mío me alegra tanto que lo hayas pensado bien y hayas elegido no matar a la escritora esa, o peor aún que dolor sería para mí tener que desaparecer a mi pequeña Star…
»Juntos los dos tendrán un imperio a sus pies, serán los jefes de mis negocios y dueños de mis tierras, vamos a pasar a la cocina a brindar Nate.
Al llegar al comedor y ver como él pedía de mala gana a su personal que nos sirvan decidí mostrar interés.
—Esta es la vida que me tocó, así que cuéntame qué tanto provecho tendré.
Alzó una ceja con curiosidad ante mi pregunta mientras una muchacha le cargaba el vaso de whisky.
—Provecho un hijo, mira la belleza que tendrás para toda la vida. —señaló a Natalie, mencionada chica que no dejaba de sonreír—, provecho número dos, poder mi niño ¡Poder y dinero! —enunció como si estuviera dando un espectáculo.
—Crees que alguna vez podría enamorarme de ella ¿En serio, padre? —dije las últimas palabras lentamente para fijarme en su reacción.
Palideció ante mi expresión y me observó con seriedad.
—No estás obligado a consumar el matrimonio Nate, me parecía mejor que no lo hagas. —aclaró de a poco— sería incesto y nunca se ha visto dicha barbaridad en mi clan, escúchame hijo…
»Lo que necesito es que mantengan el negocio en alto, muchos buitres quieren mi cabeza servida en un plato. Sé que Natalie está enamorada de ti de forma obsesiva pero sé que tú eres un hombre, con todas las letras: y que por ello no vas a caer, van a lograr ser un matrimonio arreglado y una buena amistad.
¿Tenía sentido? Por supuesto no obstante seguía siendo extraño, ilegal e inaceptable.
Natalie cambió de emoción, ahora se mantenía neutral ante nuestra conversación. La muchacha de servicio ahora se acerca a mí y espero que me sirva para dar un trago sin pensarlo, asco, pero no debo mostrar eso.
—Ajá ¿Cuál es mi primer trabajo?
—Distracción, debes casarte y todos los buitres están en la boda mientras tu primera fortuna viajará en yate hacia su destino. —me miró fijamente como una amenaza indirecta—, es un diamante que vale más de tres millones de dólares Nate, si me haces perder tres valiosos palos me olvidaré de que llevas mi sangre en ti ¿Quedó claro?
—Por tres millones créeme que sería capaz de ir en el propio yate papá, cuéntame más.
Con eso último pareció convencerse de mi interés y empezó a soltar la lengua sin parar sin saber que había más de un infiltrado de la DEA y del FBI en su horrible mansión.
Feliz navidad amores ✨❤️Si dejan comentarios sobre su estado de shock con gusto los leo mm ¿Preguntas? ¿Quejas? Aquí 🥰
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La chica del café y el chico del cóctel. © #1
RomanceLa historia de Nate Brown un empresario millonario, solitario e introvertido con un pasado lleno de dolor y esfuerzo; Yeih Coffie una escritora dueña de una editorial valiente, extrovertida con un pasado lleno de perseverancia y optimismo. Él un am...