La historia de Nate Brown un empresario millonario, solitario e introvertido con un pasado lleno de dolor y esfuerzo; Yeih Coffie una escritora dueña de una editorial valiente, extrovertida con un pasado lleno de perseverancia y optimismo.
Él un am...
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Yeih POV
No podía creer esto, que alguien me haya dicho eso ¡Estoy molesta! Maldita sea, ¿Por qué no me lo dijo en otro momento?
—Exacto. —dijo lentamente, y en un tono de voz bastante bajo. Joder, si los chicos supieran el efecto que causan con solo su voz, nos hablarían más seguido en vez de mandar fotos o presumir sus figuras corporales (Aunque claro, Nate era un poco de ambos)
—Le propongo que se siente, se tranquilice y luego hablaremos de negocios ¿Le parece? —Me está hablando formalmente luego de piropearme, hombres, tomó el asiento y sigo lo que me ha dicho, suspiro antes de empezar con mi drama.
—Mira, es mucho el tiempo y esfuerzo por parte del escritor y editorial al hacer un libro, estamos asociados con tu empresa porque nunca nos han fallado con algún diseño o alguna publicidad. —Nate se sienta y me escucha atentamente, yo solo le señalo el libro. —Llenamos el formulario tal cual corresponde, e hicimos la petición, los ojos del protagonista en la portada son de color verde y no debería ser así ¡En todo el libro lo principal son sus ojos azules y la conexión que él tiene con el mar porque era algún tipo de príncipe pez, o como quieras llamarlo!
—Mira, por obvias razones no he estado en la empresa y no fui yo quien realizó el diseño ni recibió el pedido, pero vamos a solucionarlo.
—Debía publicarse hoy. —reclamo otra vez, él desliza su mano hacia el teléfono y llama.
—Natalie, ven a mi oficina por favor.
—Vamos a solucionarlo, juntos, ¿Okay? —no sé si me sorprende más el "Okay" o el énfasis en "juntos" o que se vea tan atractivo siendo profesional.
—Nate, aquí estoy. —saludó la secretaria entrando a la oficina, el chico del cóctel simuló toser incómodamente.
—Oh, disculpe, joven Brown ¿Qué necesita?
—¿Hay algo que quieras decirme? —alzó sus cejas y le mostró el libro.
—Si, ese es el libro del que le hable, y quizás tuve un pequeño error en leer solo el formulario y no las peticiones extra.
¿La secretaría diseñó una portada? Vuelvo a mirar el libro analizándolo.
—Ahora dime, como solucionar esto.
—Si me da una semana tal vez pueda ...
—Tienes cuarenta y ocho horas para que estos ojos sean azules. —exclamó Nate sin dejarla al interrumpirla. —Ni más ni menos.
—Está bien. —asintió apenada y se fue.
—No se preocupe Señorita Yeih, es la primera pero será la última vez, públicamente anunciare el fallo por parte de mi empresa de diseño para que la editorial no tenga nada que ver con el retraso de la publicación.
