Nate POV
No sé en qué momento me quede dormido en realidad, pero al levantarme tenia tantas ganas de desquitarme y aunque parezca raro a pesar de haber dormido poco solo necesitaba entrenar y dejar de pensar.
Recuerdo la noche de ayer, no puedo evitar sonreír pero también tener una gran presión en el pecho. Hubiese sido una buena cita pero ni eso pude ofrecerle y dolía, dolía saber que a pesar de llegar a quererla alguna vez no podría darle lo que ella merecía.
Mi vida era un desastre inestable al igual que yo, estaba bien con eso pero cuando involucran a alguien que amo las cosas ya sobrepasan mi aguante.
La respiración se me aceleró y supe que poco a poco iba descargando todo, golpe tras golpe a la bolsa de boxeo que tenía enfrente.
Star es eso: lo más preciado que tengo, Ethan es mi mejor amigo y Yeih ¿Qué era ella? No sé, pero también está en mi lista de prioridades justamente por ese motivo quería que saliera, que se alejara de mí antes de empezar a sentir.
No me gusta dar la razón a nadie pero hoy al conversar con Ethan y admitir en voz alta lo que siento no me molestaría escuchar un "Te lo dije"
Algo llama mi atención, Star estaba parada en el marco de la puerta no sé hace cuanto.
—Lo siento mucho, no mereces esto.
Si la cobardía no se apoderaba de mi ese dia todo fuera diferente ahora mi niña.
—Tranquila, vamos enana ve a presentar ese ensayo en el que tanto pensaste anoche y deja que todos tengan envidia de lo inteligente que es mi hermanita. —me acerqué a ella a desordenar su cabello.
—No lo hice sola, así que gracias. —admitió, luego levantó su cabeza mirándome con las cejas alzadas, va a empezar en tres, dos, uno... —¿Qué tal tu cita?
—Estuvo bien, más que bien fuera del nuevo atentado pues. —suspiré frustrado.
—¿Te gusta?
—Ve al insti ya, llegarás tarde.
—Natee
—No me gusta.
—Auch.
—Me encanta. —susurré pero fue suficiente para que ella me escuchara.
—Oh pues, soy mala dando consejos supongo que debes disfrutar del momento.
Ya quisiera que ella fuera solo un momento.
—Si, entiendo ahora vete al Instituto que no quiero que me llamen por impuntualidad tuya.
Star se fue y decidí prepararme para el trabajo, iba de un lado a otro en mi habitación buscando ropa, el celular, entre otras cosas.
Pasé por el balcón y retrocedí rápidamente cuando me di cuenta que mi vecina no estaba sola, y había un chico pelirrojo acaba de besarla.
¿Se escuchó el crujido? ¿Si? Pues creo que fue mi corazón.
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La chica del café y el chico del cóctel. © #1
RomansaLa historia de Nate Brown un empresario millonario, solitario e introvertido con un pasado lleno de dolor y esfuerzo; Yeih Coffie una escritora dueña de una editorial valiente, extrovertida con un pasado lleno de perseverancia y optimismo. Él un am...