La historia de Nate Brown un empresario millonario, solitario e introvertido con un pasado lleno de dolor y esfuerzo; Yeih Coffie una escritora dueña de una editorial valiente, extrovertida con un pasado lleno de perseverancia y optimismo.
Él un am...
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Yeih POV
Los cuatro estábamos en el sofá expectantes esperando a que aparezca el demonio de la película, quedamos en la conclusión de que cada vez que suene esa música de suspenso no nos íbamos a concentrar para no asustarnos pero hacíamos lo contrario.
Ya era de noche pero no tan tarde, escuché a Nate mandar al diablo a Natalie. Luego de esa llamada se quedó muy serio como si de repente varios pensamientos le invadieron la mente, pero minutos después de hablar un poco se calmó.
Por mi parte me preocupaba Star:
—Por favor, no le digas a Nate que solo iremos tú y yo al salón.
—¿Por qué? ¿Qué pasa? Amy también estará con nosotras.
—Porfisss. —insistió.
Sonaba apenada pero sincera ¿Y sus amigas?
—¡AH! —gritó Amy, y creo que eso nos asustó más que el demonio doblando el cuello de una de los protagonistas. —¡Por qué si te dicen no entres ahí, entras!
—Ese es el punto de ser la protagonista dramática de una película de terror. —respondió Ethan riendo.
Algo tan sencillo y sin mucha planificación con la compañía correcta puede ser un dia perfecto también.
Siento la respiración de Nate sobre mi cabeza, está tranquilo. Son pocos los momentos en los que está así, le cantó un poco la mirada y lo veo sonriendo ante la situación. Admito que si él no me estuviera abrazando probablemente estaría peor que Amy. Y conste que ella está sentada sobre Ethan.
Cuando terminó la película mi amiga estaba a punto de quedarse dormida por lo cual Ethan decidió que ya era hora de irse.
—Buenas noches, la pasamos muy bien. —se despidió de mí con un par de besos en la mejilla y de Nate con un abrazo.
—¿Puedo quedarme un rato más? —cuestionó el chico del cóctel.
Oh, puedes quedarte años si quieres.
—Por supuesto, y dime: ¿A qué hora iremos al salon mañana Star y yo?
Nos dirigimos a la sala pero antes de que él se sentará traje una alfombra con pompones, la usaba generalmente por que el sofá me resultaba incómodo y me acostaba en medio de la sala mirando el techo mientras pensaba.
Pero ahora solo me senté de piernas cruzadas y él imitó mi acción sentándose enfrente.
—Los planes son estos, para mis dos chicas favoritas un día total de descanso y compras.
» Contraté a un chofer para que las lleve primero a una cafetería para desayunar y luego llevarlas al centro comercial para comprar sus vestidos, si, Star todavía no compró ninguno me dijo que sus amigas no pudieron ir con ellas antes.
