Hubo una vez en está vida, hace más de cien años y mucho antes del nacimiento de estos muros que el mundo no se reducía en una jaula. La humanidad encerrada y condenada dentro de esas murallas vivían allí, algo que estaba realmente alejado de la verdadera vida, pero su destrucción y extinción era la voluntad de un cruel soberano que coronado con joyas y un fúnebre linaje eligió perecer llevándose a su gente para enfrentar su mismo destino. Sin la oportunidad de elección u otro caminó, Helos, les regaló lo que su rey ordenaba y desterró en una remota isla bajó el nombre de Paradise, ocultando un averno por venir.
Y mientras las aves eran lo único que podía sobrevolar esos muros, los humanos debían pelear por una supervivencia que no les sería otorgada nunca jamás. Luchar por otro día, morir por la causa de muchos y gritar al cielo que no caerían, el furor por un futuro lejano que no parecía querer llegar entre las sombras de esos monstruos, sus enemigos. Cuándo más la tierra está en auge y se torna roja, las personas aún recuerdan aquella tragedia y es por ésto que el ser humano anheló volar.
Las alas de la libertad.
—Feyre...
La niña detuvo sus sollozos, contuvo su aliento cuándo escuchó su voz y su cuerpo empezó a temblar. De pie sobre lo que alguna vez había sido el pórtico de su hogar, observando las ruinas de lo que esa noche era su casa entre los vapores que quemaban como el fuego pudo oír su voz.
Su corazón acelerado acompañó sus pasos, torpemente se abrió caminó a través de los escombros, se lastimó sus piernas y rasguño sus brazos con alguna caída, mientras un corté en su oreja derecha soltaba hilos de sangre. La voz se hizo persistente conforme podía acercarse y tosió con fuerza al respirar demasiado rápido el vaho caluroso quemando su garganta. Cubrió su boca y nariz, intentó abrir los ojos, a fuerzas lo logró y miró el horror cubriendo a su madre.
Emilia Lane Drossel estaba lacrimosa con su piel lechosa repleta de venas carnosas que atrapaban aún sus piernas y respiraba con dificultad sudando sobre aquellos restos que se desvanecían al correr de los segundos. Los ojos palidos de la mujer se ampliaron al ver a su pequeña caminando a duras penas para llegar a su lado, las lágrimas goteaban de su cara al verla salir lastimada y ahogó un gritó cuando su hija por poco vuelve a caer.
—Feyre... Feyre, Feyre, Feyre... —extendió los brazos con su voz quebrada y ella saltó a sus brazos completamente aterrada, llorando y aferrándose a su pecho. El corazón de Emilia se hundió al saber de su miedo, lo comprendía porque ella misma estaba terriblemente asustada de todo ésto. La abrazó con todas sus fuerzas e intentó calmarse para buscar la tranquilidad en su hija. — Lo siento, mi amor, mamá nunca quiso hacerte dañó.
La apariencia de su madre se cubrió de sangre, dolor y lágrimas con un escenario asfixiante. Igual que el calor que su cuerpo desprendía, igual a la desolación que ambas vivían diariamente desde la partida de un padre y esposó, una familia rota que ya no podía regresar el tiempo atrás y volver a vivir como antes. Una personificación más oscura e irónica con una piel tan clara como la luz, pero era tenebrosa, los ojos de la menor se desbordaron con más lágrimas y lucho por hacer algo. Ella quería decirle a su madre lo que estaba a sus espaldas y solo ella podía ver, quería advertirle sobre la gigantesca figura agazapado hacia ellas para tenerlas aún más cerca.
Ese ser aún así la estaba observando únicamente a ella, y Feyre estaba aterrorizada, desconocida de lo que podía ser aquello siendo tan solo una niña ajena al verdadero mundo. Un mundo cruel. Ese ser extraño y pálido como la luz blanca tenía su rostro a metros de ellas y un pensamiento más aterrador engulló a la pequeña haciéndola temblar más temerosa entre los brazos de Emilia, quién actuó completamente imparcial a todo, solo concentrada en abrazarla con cada vez más fuerzas, tocar su cabello minuciosamente y repetir sus disculpas, suplantar los anteriores sucesos a su pelea con palabras amorosas y cálidas besando un costado entre sus cabellos cerca de su oreja derecha.
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𝐊𝐈𝐍𝐆𝐒𝐋𝐀𝐘𝐄𝐑 ━━𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫
FanfictionK.S. eren jaeger ࿐ ࿔*:・゚ Para los que luchan por ella, la vida tiene un sabor que los temerosos nunca conocerán. Y la muerte no es la mayor perdida en la vida. La mayor perdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos. »shingeki no ky...