Era una caricia sincera y familiar la que ella extrañaba en su última noche en las celdas subterráneas, los ojos de Feyre se movieron con sus párpados cerrados mientras dormía, pero ella estaba temblando en medio de sus sueños dónde apenas lúcida creía estar delante de la silueta de su padre, quién la esperaba pacientemente sobre una cumbre de hierba verde de pie ante el horizonte y una salida creciente del sol que comenzaba a iluminar los tonos nocturnos del cielo por unos radiantes colores cálidos que cegaron sus ojos en ese momento. Feyre exclamó sin emitir un sonido a medida que intentaba acercarse efusivamente hacia la silueta de su padre oscura por hallarse contra los rayos fuertes de la estrella que ascendía a sus espaldas.
Feyre. —su voz amorosa fue cómo un abrazo intangible y aquello la entristeció de pronto porqué no podía alcanzarlo para estar junto a él. Feyre, la chica volvió a exclamar para llamarlo por su nombre sin poder oírse siquiera a si misma, todo su cuerpo dejo de sentir tal calidez de un amanecer que hasta hace poco juraba crearle sensaciones acogedoras que la envolvían lejos del frío, pero un escalofrío la cubrió desde su espalda y se expandió hasta la punta de sus pies. Feyre, la voz repleta de ternura de su padre se desvaneció y su respiración aumentó súbitamente cómo una creatura que percibía inquietud en su entorno, entonces un toqué en su mejilla derecha la estremeció por completo agitando sus latidos hasta un punto vertiginoso como si estuviese saltando al borde de un abismo en caída libre y su corazón cayó.
Ella volvió a la vida, la chica abrió paulatinamente sus orbes avellanas con unas motas grises haciéndolos brillar y escaneó el ambiente a su alrededor rápidamente de forma frenética hallando las paredes de piedra sólida húmedas y gélidas de siempre en su celda. La tenue luz del fuego de una de las antorchas en el exterior de la prisión iluminaba aún a esas horas parte de su escenario y así encontró a su compañero respectivamente en su mismo lugar desde el primer día en que despertó en ese lugubre lugar. Jaeger estaba visiblemente dormido en una posición incómoda y con sus cejas fruncidas, las pausadas respiraciones se lo confirmaron una vez más luego de estarlo examinando cómo si lo quisiera despertar con su intensa mirada en medio de una letargica noche donde la castaña se sintió cohibida percibiendo a cada segundo que transcurría en silencio que el cosquilleo de un toqué perduraba en su mejilla cómo una tenebrosa caricia.
Feyre parpadeó alejando sus ojos de él, ella dejó caer nuevamente su cabeza entre sus brazos que estaban rígidos en una misma posición por los grilletes que la apresaban contra el muro. Se sintió tímida e insegura un momento al presentir que alguien la había tocado, Drossel sintió ese toqué demasiado real segundos antes de abrir los ojos y arrugó su nariz después de analizar sus pensamientos, no había posibilidad.
Cálmate, se pidió silenciosamente para volver a cerrar lentamente sus ojos, aún faltarían horas para despedirse de aquel maldito lugar y enfrentarse a un nuevo exterior, uno que para su pesar no le garantizaba regresar a tener una vida ordinaria.
Más temprano que tarde al amanecer, la legión de reconocimiento llegó para sacarlos de allí.
El cuartel general de investigación, una antigua estructura arquitectónica abandonada de cualquier signo visible de vida, con una absurda ubicación que los alejaba de las murallas, los ríos y el resto de los distritos lo hacían un sitió totalmente inútil para las tropas de reconocimiento, pero casualmente se convirtió en el lugar perfecto para “ocultar” a los dos jóvenes soldados tachados por la sociedad cómo monstruos y salvadores. La ambición y esperanzas de muchos civiles eran persistentes, confiando que gracias a la fuerza de estos volverían a recuperar sus hogares, después estaba el otro lado que los veía como la peor blasfemia y la única solución segura que veían para proteger sus vidas sería matarlos.
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𝐊𝐈𝐍𝐆𝐒𝐋𝐀𝐘𝐄𝐑 ━━𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫
FanficK.S. eren jaeger ࿐ ࿔*:・゚ Para los que luchan por ella, la vida tiene un sabor que los temerosos nunca conocerán. Y la muerte no es la mayor perdida en la vida. La mayor perdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos. »shingeki no ky...