𝐊𝐈𝐍𝐆𝐒𝐋𝐀𝐘𝐄𝐑 ━━𝐞𝐫𝐞𝐧 𝐣𝐚𝐞𝐠𝐞𝐫

ꜥꜤ Capítulo❛ IX

Regresar a casa. Esa era la única y verdadera motivación de una chica que en el pasado observó un mundo realmente cruel a través de los ojos de cuando fue tan solo una niña. Cuándo los recuerdos asolaron en su interior, todo lo demás se volvió vacío, y un sinfín de cosas perdieron su sentido para aquella azabache de rasgos orientales, dejó de tener color. Había recorriendo este camino, había perdido a su familia en el pasado y ahora el dolor recaía presionando su corazón al verse incapaz de poder comenzar de nuevo cuando tú única familia te es arrebatada. Ven hacia a mi, yo te protegeré. Por favor, no mueras. Esas fueron sus últimas palabras hacia su pequeña familia, la mirada en esos ojos verdosos de motas azules le respondieron determinado y se alejó tan pronto que la imágen de su espalda se desvaneció. Igual a la memoria que pudo tener con sus padres. Todo caía, sacudiéndose por las pisadas de un titán que amenazaba su vida y ella lo aceptó.

Cerró sus ojos.

Esperó su final.

Sin embargo cada fibra de su cuerpo reaccionó desesperadamente por prevalecer, mutilo los dedos de la mano del titán que estuvo por alcanzarla. Entonces, Mikasa se cuestionó. ¿Por qué? ¿Por qué seguía luchando? Cuándo más pronto que tarde la respuesta la invadió de los recuerdos más felices, cálidos y nostálgicos.

—Perdón, Eren. —esos ojos grises se hundieron de lágrimas y presionó su agarré sobre la cuchilla rota. — No volveré a rendirme. Porque si muero, ya no podré recordarte.

Gritó al verse rodeada por dos titanes, pero sin retroceder se afianzó con sus dos manos a la cuchilla para hacer lo que fuese, hacer lo imposible solo para sobrevivir. Pelea, pelea... ¡Pelea! No ganarás a menos que pelees. ¡No te rindas! ¡PELEA!

Los colores del cielo la rodearon. Las sombras esparciendose junto a la muerte corrieron para ocultarse del coraje cuándo, un titán atacó, por primera vez, a otro titán. La soldado fue empujada por el impactó y cayó fuertemente, mientras aquél titán se aventó para continuar su ataqué. La sangre embarro los edificios, los golpes incansables destrozaban el cuerpo del otro titán y la furiosa ofensiva no cesaba. Los ojos grises de ella se abrieron de par en par impactada.

Un titán matando a otro titán. Antes de siquiera poder procesar aquella imágen, la Ackerman fue tomada de la cintura por la soldado Drossel, ella la sacó de esa situación vulnerable y ambas subieron a los tejados donde un preocupado Armin se aproximó veloz seguido por Springer que también acudió a qué todos estuvieran a salvo.

—¡¿Están bien todos?! —elevó su voz, Connie, nada más llegar parándose de cuclillas al aterrizar.

Feyre asintió analizando la expresión todavía anonada de la otra soldado. Armin fue el único que asintió con palabras y cuando Connie advirtió que deberían ya irse de ese lugar, los temblores regresaron para hacer notar la llegada de los titanes.

—¡Maldita sea! ¡Dos titanes de quince metros! —informó lo sencillamente visible, Springer.

—No, el de la izquierda es...

Las palabras de la soldado élite se perdieron bajo el violento rugido de los titanes. Todos se conmocionaron cuando respectivamente el titán de la izquierda se colocó en posición de pelea. Alzando sus puños cerrados, cubriendo su centro y extendiendo un pie frente al otro. Feyre sintió su corazón acelerarse por el siguiente impactó que ocurrió. El titán lanzó su puño directo a la quijada del otro, arrancando su cabeza y dejando caer el cuerpo que todavía impune trató de seguir moviéndose hasta que el titán piso sobre su nuca.