Battered › jjk

2. ♧Primer golpe♧

Shin SoHa

Me sentí una estúpida, pero más que eso, fui una cobarde. No fui capas de aceptar la propuesta de mí gran amor Yeonjun, no soy capas de hacerle esto a mis padres. Es cierto que mi familia esta pasando por una crisis económica aterradora, donde mi padre tiene demasiadas deudas y no tiene con que cubrirlas, mí madre a tenido que empeñar sus joyas y yo tuve que sacrificar mí libertad para poder obtener algo, así sea Atándome a un hombre que no conozco y mucho menos ciento algún tipo de sentimiento por él.

|Luna de miel|
|Busan|

|Hotel|

Cuándo ingresamos a la habitación de recién casados, me sentí incómoda. Giré mi mirada hacia la cómoda cama que estaba decorada con preciosos pétalos de rosa. Habían velas perfumadas que evaporaba el aire con un néctar exquisito. Caminé hacia la cama y agarré entre mí muñeca un gran puñado de pétalos, mí expresión cambio a tristeza ¿Este es el castigo divino que recibo por esas noches que me escape para irme a ver con Yeonjun?

—¡Hagamos esto de una buena vez!—

Mis ojos se abrieron de golpe cuando oí al rubio hablar. Por unos instantes se me olvido que el chico existía, que me había convertido en su esposa y como buena mujer debía cumplirle sus deseos.

—Dios —murmuré medio mirándolo. El rubio se deshizo de su chaleco, camisa y zafó un poco su cinturón. Mi cuerpo se tenso como una vara de hierro, cerré mis ojos apretandolos muy fuerte y contraje mi respiración.

—Solo espero que al menos me brindes un buen sexo —empezó acercarse a mí con pasos torturantes. Al sentir su presencia atrás mío se me congeló todo. Mí cuerpo reaccionó al sentir sus fríos dedos en mi espalda descubierta.

—No voy hacer capás —balbuceo con la quijada temblorosa. En cuánto bajó por completo el cierre de mí vestido y se dedicó a bajar las hombreras también, una lágrima les hizo compañía resbalando por mí mejilla.

El rubio posó sus labios besando mi hombro izquierdo hasta llegar a mí cuello. De un tirón bajó la parte superior de mí vestido dejando expuestos aquéllos senos blancos que cubrían un nada sexy sujetador. El vestido de bodas cayó al suelo estancándose en mis tobillos.

—Compra bragas con tela trasparente o de mallas, de esas son las que me gustan —recomendó contra mi oído. Di un pequeño salto sin despegar mis pies del suelo cuando sentí que me palmeó un glúteo.

No contesté nada. Solo quería que todo esto fuera una pesadilla a la cual quiería despertar cuanto antes. Jeon zafó mi sujetador, al sentir que este se iba a caer rápidamente reaccioné sosteniéndolo entre mis manos.

—¿Pero qué mierda ocurre contigo?— Bramó tomándome del brazo duramente. Me giró de un solo tirón para que así quedáramos frente a frente —Deja caer tu sujetador —me ordenó.

Mi pulso cardíaco estaba elevado. La mirada de éste tipo realmente me daba miedo.

—No puedo hacer esto contigo, yo...

—Tú me... —arrugó su entrecejo ofendido —¿Me estás rechazando? ¿A mí? —curvó una ceja.

—No es eso, es que...

—Perfecto —me interrumpió nuevamente con una sonrisa ladina —Sí yo quiero, tú por obligación debes de querer —demandó —Ahora.... Deja caer tú sujetador. No me hagas rabiar...

Ante su amenaza frunci mí ceño con sorpresa e inconformidad.

—No lo haré —dije valientemente —Podrás ser mi esposo por compromiso, pero yo no me voy acostar contigo.