30. ♧La elección♧

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Contemplé el cuerpo desnudo de mí esposa por un buen rato abrazado al mío. Rondaban entre las tres de la madrugada, aún no podía conciliar el sueño debido a lo que hace tres semanas atrás venía pensando con tanta inquietud. Le deposite un beso en la frente, con cuidado la abrigué con las sabanas para no despertarla. Miré por un instante a la nena que en medio de la luz que proporcionaba la luna llena en la habitación, empezó a mover sus manitas y piesitos jugando con su cobijita de 'Pepa Pig'.

Aparté a SoHa de mí pecho para bajarme de la cama. La oí quejarse por apartarla de mí cálido calor, ignoré su gruñido y encendí la lámpara junto al lado de mí cama para ponerme la ropa interior. Ella siguió durmiendo mientras JungSo seguía jugando.

—Princesa, la nena de Appa —me coloqué en pie y rodeé la cama para ir al otro extremo —Son las tres de la madrugada ¿Como es que prefieres jugar a esta hora? —mí voz se oía entre murmullos. Mi chiquita me enseñó esas lindas ansías rositas en medio de su sonrisa —Ven acá mi princesa —estiré mis manos y la tomé para cargarla —Mami está durmiendo, a la pobre la dejé agotada —sonreí divertido —Así que seré yo quién te haga el biberón ¿Vamos a la cocina? —le propuse mientras sentía una de sus manitas aferrándose a mí nariz —Eso duele pequeña, con cuidado.

Me fui peleando con ella por todo el camino directo a la cocina. Tuve que encender la estufa para calentar su lechita y dejarla tibia, mí nena era demasiado exigente, no le gustaba que le dieran su biberón frío y encima le tuve que cantar para que se pudiera dormir.

|Al día siguiente|
|6:00am|

Un manotazo en mi nariz departe de mí hija me hizo despertar. Adormilado abrí mis ojos, tuve una muy mala idea esta madrugada de acostar a mí chiquita en medio de los dos después de que le di su biberón. JungSo como siempre se despertó con un gran ánimo, hacía sus típicos ruidos de bebés mientras se movía tan inquieta.

—Buen día princesa, gracias por despertarme —besé su mejilla. Me reincorpore y miré el reloj, era la hora perfecta para bañarme, vestirme, salir de casa, pasar por la constructora y hacer unas respectivas llamadas.

Mi esposa aún dormía a pesar de que JungSo le daba pataditas y bofetadas en la cara ¿Y como no? Sí mi niña aún era una bebé de apenas cuatro meses.

Una vez listo le llené el rostro de la pequeñito de mi hijo a punta de besos en sus cachetitos.

—Papi viene más tarde ¿Ok? Comportate bien con tú mamá y no le digas que me fui más temprano de lo normal, te traeré un dulce. Te adoro princesa —quiso morderme la nariz. No sabía que manía tenía en rasguñarme y morderme el rostro pero tenía que comprarle algo con que pueda babear sin problemas.

Me acerqué a los labios de mí esposa y le brindé un beso corto. Agarré las llaves de mi auto rojo y bajé las escalas con apuro, antes de que saliera de la mansión le ordene a Tom y mis otros tres empleados el rotundo ingreso del YeonJun a mí casa. No quiero que ese maldito esté cerca de mi esposa y mi hija cuándo yo estaba fuera.

|Más tarde|
|Joyería|

Impaciente mire el reloj. Odiaba tener que esperar y más cuándo son tan incumplidores en llegar a la hora acordada.

—Yoongi ¿Qué tal?

Me crucé de brazos. ¡Hasta que al fin se dignaban en llegar!

—Mierda¿Se puede saber por qué se tardaron tanto? —bufé —¿Y él que hace aquí?

Excelente. No solo tuve que esperar a los sonsos de los Min y Park por durante 90 segundos, si no también ahora tenía que verle la cara al individuo del TaeHyung.

Battered › jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora