NEGRO Y BLANCO

CAPITULO 18

8 años antes en Madrid, España.

— Falta mucho? — preguntó Carla mientras caminaba guiada por Samuel. Él sostenía su mano, mientras ella avanzaba con los ojos vendados — Mira que en cualquier momento me doy una gran ostia —

— Crees que dejaría que suceda eso? — Samuel respondió mientras se percataba que ella no tropezara con nada  — confías en mi, no? —

— Claro que confío en ti, siempre lo he hecho — replicó Carla soltando una risita malvada — pero ahora que lo mencionas... la última vez que dejaste que cayera fue cuando me enseñaste a andar en bicicleta, lo recuerdas? —

— Ey! Espera un momento — Samuel se detuvo y la sostuvo de la cintura — Yo no te he dejado caer, tú me has pedido que te soltara porque estabas muy segura de que podías hacerlo sola — le sonrío dulcemente que si Carla no estuviese con los ojos vendados le hubieran temblado hasta las piernas — señorita orgullosa —

— Me estás tachando de orgullosa? — Carla detenía frente a Samuel y sin poder mirarlo colocó las manos en su cintura y ladeó la cabeza en negación — Te olvidas que accediste a enseñarme porque te amenacé en decirle a Nano que lo hiciera? —

Después ambos se quedaron en total silencio y dejaron salir una carcajada al recordar aquel momento, cuando tenían 10 años y Carla se había empeñado a aprender a andar en bicicleta. Muchas veces la marquesita había pedido a Teo que le comprase una porque quería poder ir al parque y dar un paseo en ella junto a Samuel, pero su padre todas esas veces se negó por falta de tiempo y porque estaba más interesado en sus negocios y viajes. Además Beatriz prefería que hiciera otro tipo de actividades recreativas a andar sobre un vehículo con dos ruedas, y terminar toda despeinada. Entonces a la pequeña rubia se le ocurrió otra idea.

Para ella Samuel era un experto en montar bicicleta, lo veía como todo un profesional que ya había ganado las competiciones más importantes en ciclismo. Así que una tarde mientras se encontraban en la habitación de él. Samuel dibujaba sentado sobre el suelo y Carla se encontraba tumbada en la cama boca abajo mirando en el televisor sus dibujos animados favoritos, decidió decirle que le enseñará.

*... — Samu.... — la pequeña de 10 años asomó su cabeza por el borde la cama y miró a Samuel dibujar uno de sus súper héroes favoritos — tú me enseñarías a andar en bici? —

Samuel soltó una leve carcajada mientras seguía deslizando la punta del lápiz sobre la hoja de papel. Carla al escucharlo gruño y entre cerró los ojos.

— Por qué ries? — preguntó sin dejar de fruncir el ceño y se acomodó mejor en la cama — Crees que no soy capaz de aprender? —

— Por supuesto que creo que lo eres — Samuel dejo de dibujar y miró a su amiga — solo que no tienes una bicicleta con cual practicar — se encogió de hombros y retomó su actividad favorita.

— Podría usar la tuya — Carla respondió rápidamente y le dedicó una dulce sonrisa — verdad que si puedo usarla? —

— Qué? Mi bicicleta? — Samuel soltó una carcajada que hizo gruñir a Carla y sentarse sobre la cama — mi bicicleta no tiene ruedas entrenadoras, así que no puedes usarla. Lo siento —

— No necesito de esas cosas. Puedo hacerlo sin ellas, que tan difícil puede ser — la niña se encogió de hombros — Anda di que si, me enseñas? —

— Por supuesto que necesitas unas — volvió a insistir el castaño sin mirarla y negó con la cabeza — mejor no. Podrías aprender otra cosa —

— No, yo quiero aprender a andar en bicicleta — Carla se cruzó de brazos y gruño al ver que Samuel la ignoraba por estar concentrado intentando terminar su dibujo — Vale, si no me enseñas tú. Se lo pediré a Nano — se encogió de hombros y volvió a mirar el televisor.