CAPTIULO 22

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8 años atrás en Madrid, España

Los días posteriores a la fiesta que había organizado Lucrecia en su casa transcurriendo de manera rápida que ninguno se dio cuenta el momento en el que las vacaciones de verano habían llegado a su fin. Cada uno de los chicos que habían decidió estudiar fuera de Madrid empezaron a partir poco a poco hacia su vida universitaria haciendo cada vez más pequeño ese grupo que llevaba muchos años compartiendo tantos momentos juntos.

Carla después de agradecer a la marquesa por haber cumplido su palabra de convencer a Teo en no volver a insistir de que ella debía marcharse a Nueva York y de estar meditando un poco lo que había hablado con Lucrecia sobre lo que harían ambas quedándose en Madrid. Decidió matricularse en la misma universidad y carrera que la mexicana. Lu estaba más que encantada de poder cursar la misma carrera que su amiga y así seguir teniendo juntas muchas más aventuras.

El inicio del primer curso transcurrió con algunas dificultades de adaptación para ambas chicas, pero un poco más para Carla. Al principio se mostró tímida y ajena a todo o mejor dicho a todos los que la rodeaban, a pesar de que Lucrecia siempre estaba tirando de ella para hacer que se integrará. No pensaba en más que prestar atención a las clases y cumplir con cada uno de los deberes. Por esa razón Carla prefería pasar tiempo en la biblioteca tratando de mantener la cabeza ocupada y no pensar en él, a veces funcionaba, a veces no. Lu intentaba de estar la mayoría del tiempo cerca de su amiga y cuando la rubia lograba escapar de la morena se refugiaba en un pequeño lugar que había escogido para estar a solas y así disfrutar de ella en los tiempos libres.

En el transcurrir de los meses en los que que Carla empezó a sentirse más parte del nuevo ambiente en el que se encontraba y a relacionarse un poco más con sus compañeros, conoció a Gabriel, un alumno de la misma carrera pero el cuál cursaba el segundo grado. El chico desde el primer momento sintió atracción por ella y no dudo ni un solo instante en acercarse. Aunque al principio Carla se mostrara ajena a él y por más que la marquesita manifestara su rechazo y negándose a aceptar sus atenciones, no se dio por vencido y poco a poco fue ganándose su confianza hasta que logró dar inicio a una amistad y luego a algo más.

Carla se encontraba en la cafetería de la universidad aprovechando el tiempo libre que tenían entre clase y clase para revisar algunos apuntes sobre un ensayo que debían entregar la próxima semana. Había decidido dejar un rato a solas a su amiga, ya que la mexicana estaba muy entretenida y entusiasmada hablando al teléfono con Nano y ver actuar a Lu de esa manera, le hacía sentirse incómoda y preferiría mejor darle su espacio.

Cuando llevaba ya algunos minutos concentrada en lo que leía, notó la presencia de alguien más en la mesa que había ocupado. Solo se limitó a alzar unos segundos la mirada para saber quien le hacía compañía y se encontró con aquel chico que se había convertido en un buen aliado para sobrevivir a esa jungla que se hacía llamar universidad.

— Te han dicho lo bonita que te ves cuando estás demasiado concentrada? — preguntó Gabriel con una sonrisa de oreja a oreja. Carla al escucharlo sonrió un poco incómoda y se encogió de hombros.

— Gabriel... hola — respondió la rubia volviendo a mirar su cuaderno y tratando de dar a entender al castaño que quería estar sola.

— Qué tal las clases de hoy? — preguntó ignorando lo que pretendía Carla y acercó un poco su mano a la de ella para tratar de tocarla — Se me hace un poco extraño que no estés con Lucrecia —

— Ya... las clases van muy bien — Carla apartó disimuladamente su mano con el pretexto de pasar hoja y así Gabriel no lograra su objetivo — Lu... la he dejado un momento a solas, hablaba por teléfono con su novio —

NEGRO Y BLANCODonde viven las historias. Descúbrelo ahora