Capítulo 8

222 16 0
                                    




Nervioso.


¿Sería la palabra correcta para describir cómo se estaba sintiendo Noah en ese momento?


Para nada.



Aterrorizado. Esa era.



El cuerpo le temblaba cual gelatina, y su respiración se trababa alguna de las veces. Sintiéndose un poco patoso por ello.



Brook podía percibirlo ya fuera por su olor, su marca de unión o por simple intuición. Sabía que su maravilloso esposo estaba entrando en una pequeña crisis debido a la ansiedad que estaba sufriendo.






Faltaban tan solo unas pocas horas para que el coche que llegaría con el trabajador social y su cachorro, estuviese allí.


Ambos Alfas se encontraban en la oficina terminando de archivar algunos papeles.



Fue el moreno quien decidió abrazar por la espalda al castaño, quien pareció derretirse en el acto. Aprovechó para dejarle un beso en el cuello.


- Descuida mi Amor, todo saldrá bien -depósito otro más- Ya lo verás.
- Ojalá sea así, Bebé -admitió- Tengo tanto miedo de que se lo lleven lejos...




Brook comprendía aquel temor. No era como que él no estuviera atemorizado o algo por el estilo. Era tan solo que él tenía fe en que se quedarían con el niño. Que no podía haber dos personas más adecuadas para aquel trabajo como ellos mismos.


Además, todos sabrían lo que él ya había proclamado como única verdad, por entonces. Su bello marido sería el mejor padre en la historia.



Su madre se lo había comentado alguna vez, Derek lo había insinuado también, ...el tío de Noah, incluso su propio padre se lo había asegurado en una reunión familiar. Y él mismo no podría estar más de acuerdo con todos.




Apretó un poco más contra sí a su castaño, oyéndole suspirar. Por lo que decidió darle la vuelta en sus brazos y luego atacar su boca en un beso cadencioso, para luego tomarlo de las caderas y sentarlo sobre el escritorio, robándole el aliento de aquella manera.



Noah tomó los cabellos de la parte posterior del cuello del azabache, mientras siente  como sus entrepiernas se rozan sutilmente, provocando que suspire una vez más; olvidando por qué se sentía tan atemorizado. Un gruñido de placer salió de sus labios, mientras siente como su esposo suelta sutiles risas, sonando como ronroneos amortiguados.

- ¿Mejor?
- Mejor.



Brook le dio un sonoro beso en la mejilla, escuchándole suspirar una última vez. Y decidió hablar en su oído para darle un poco más de ánimos.


- Vamos, cariño -alentó- Todo nos irá bien. Nadie puede detenernos si trabajamos en equipo. De esa manera somos imparables.
- Hm -asintió convencido- Si es contigo puedo con lo que sea, mi Vida.


Ambos sonrieron, y una pequeña idea cruzó la mente del pelinegro.


- Además -ronroneó arrastrando las palabras de manera sensual- En cuanto todos se vayan a dormir prometo darte un delicioso masaje.
- Suena estupendamente. Bebé~ -dijo encantado- Aunque... No podrías dármelo ahora...
- Creo que... -dijo divertido- Vas a preferir que te lo de... en privado.
- Oh -comprendió entonces.
- Voy a escuchar eso muy seguido -y comenzó a besar delicadamente el cuello de su castaño.
- Oh~ -suspiró en cuanto su zona erógena fue rozada con auténtica devoción- Mm~




I Can't Let Back Our Pack! (¡No puedo dejar nuestra manada!) || 2 TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora