Capítulo 5

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Brook se ha levantado con la maravillosa sensación de que el día no puede ser más hermoso y brillante... Claro está que ha sido gracias a que ayer se encerró en la oficina con su Alfa toda la tarde, repartiendo caricias y besos a la par; mientras reían como solo dos tontos enamorados (o eso decía el moreno) podían hacerlo.




Y es que como no iba a parecer un idiota si cada vez que estaba junto a su precioso esposo siempre tenía las mismas sensaciones como cuando estaban apenas comenzando a salir. Si cada día que pensaba que no era posible enamorarse un poco más de él, Noah rompía un poco más sus expectativas y acababa por enamorase aún más. Que no importaba los cinco años que llevaban juntos, cada día se convertía en el primero. Y eso simplemente era precioso.






Recordarlo en todas sus formas era precioso. Punto.










Siguió con su andar despreocupado y soñador hasta la cocina, en donde pudo divisar a su mejor amigo, apoyado en la isla, tomando una taza de chocolate caliente.




Lo miró desde diferentes ángulos, sintiendo que había algo diferente en él. Y en cuanto este bajó su taza, supo que era... y comenzó a reír.





La venganza es una perra, Alexander. Pensó.






-Vaya -dijo haciéndose el inocente- Que golpe más feo tienes ahí.





Lex tenía un moretón violáceo en su pómulo derecho, cercano al ojo.



-¿Otra vez la puerta? -dijo burlonamente.
-Sí -contestó realmente incómodo con el tema y con su orgullo herido- No preste atención cuando la abrí, y me lleve un buen golpe.
-Ya veo - le siguió el juego.




Sacó un poco de zumo del frigorífico y luego se sirvió. Ya con el vaso a medio llenar, volvió a dejar la jarra dentro y tomó un plato con bocadillos fríos en miniatura para llevárselos a su amado. Finalmente disponiéndose a salir de la cocina, no sin antes recordarle algo a su amigo.



-Dentro de poco, vendrá el funcionario con el pequeño -los ojos del otro moreno se abrieron de par en par, y este se encogió de hombros- Solo te aviso para que no te lleves sorpresas.
-Está bien -respondió un poco aturdido- No creí que lo fuesen a traer tan pronto.
-Noah realmente se esforzó por hacer hasta lo imposible para que lo trajesen cuanto antes -le sonrió- ¡Ah!... Y otra cosa.
-Dime -dijo esta vez preguntando genuinamente más curioso.
-Dile a esa pequeña "puerta" que se abstenga de hacerte otro adorno en el rostro. No me gustaría que el bebé o el funcionario viera una escena de esas. De ser así, seguro no nos dan la custodia -sonrío con picardía hacia su amigo y lo dejo allí donde estaba antes de que pudiese contestar algo.




Frustrado, bufó. Y se observó a través de un espejo cercano a la cocina. Si él no estaba tan mal, pensó. ¿Lo estaba?


Sus ojos vagaron hasta el moretón, y se dio cuenta que a pesar de haberse descinchado gran parte ayer gracias a que Collin le había puesto una bolsa de hielo, sí lograba verse la zona afectada incluso con la capa de maquillaje que se había aplicado. Bueno, que le había aplicado Derek.




-Tcht -resopló de nuevo, pero frente al espejo.



Maldito fuese el ente o poder cósmico que le hubiese dado la fuerza a esa niña para patear el culo de cualquiera, de aquella manera.



En fin.... ambos tenían aún varias cosas por hablar. Eso era bastante evidente.



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I Can't Let Back Our Pack! (¡No puedo dejar nuestra manada!) || 2 TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora