Capítulo 3

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ATENCIÓN: ⚠️



Los Alfas regresaron tres días después de organizar los papeles de adopción de aquella misma tarde que habían convivido con los niños.



Brook le había comentado lo mucho que deseaba verlo feliz, por lo que le propuso a adoptar al pequeño rubio, que parecía hacerlo sonreír genuinamente, mientras seguía expresándole como le encantó verlo de aquella manera. Noah abrió tanto los ojos que el moreno pensó por un momento que no había sido una buena idea la propuesta. Más cuando sintió cómo se le abalanzaba encima y lo llenaba de besos desde su rostro hasta la punta de los pies, supo que su esposo estaba encantado. No paraba de repetirle lo mucho que lo amaba y lo muy feliz que iban a ser los tres, incluso por primera vez le habló con genuino amor como deseaba comprar un par de cosas para el bebé, sin que fuese Brook el que le obligase a participar en ello.





Y el moreno no pudo evitar ser partícipe de la emoción de su encantador esposo.










Sin embargo, al llegar a casa las cosas cambiaron un poco de rumbo. Al castaño se le había acumulado el trabajo por los días que había permanecido ausente, por lo que prácticamente vivió tres semanas desatrasandose del papeleo. Y eso que April y Marcus se habían encargado de gran parte de este.




Se sentía un poco frustrado por no poder dedicarle tiempo a su hermoso marido, y tenía unas ganas enormes de compensarselo. Sabía que el moreno se había encargado de hacer algunas compras para el bebé, mientras el seguía haciendo un pequeño acuerdo para que el orfanato de la manada Alaskland les permitiera tener la total tutoría del pequeño. Así que no le quedó más de otra que aceptar el que un funcionario de servicios sociales, que resultaba ser el mismo cuidador del niño, estuviese con ellos un tiempo evaluando la estadía del pequeño allí y cómo se comportarían estos a la hora de cuidarlo como sus potenciales tutores legales.




Su nivel de ansiedad había superado el deseado aquel día, por lo que antes de salir del despacho y dirigirse a su cuarto con su esposo decidió primero calmar a su animal. Quizás el estirar las patas le ayudase a disipar la fuerte carga que se estaba acumulando en sus hombros.




Bien, una carrera a cuatro patas era lo que necesita en aquel momento, y luego iría y se metería bajos las sábanas con su esposo en brazos mientras se daban besos y caricias.




Con esos pensamientos reconfortantes, se desnudó y seguidamente se transformó saliendo de la casa, para finalmente echarse a correr un rato en medio del bosque.



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Brook había decidido tomar una ducha que relajase los tensos músculos de su cuerpo. Estaba sumamente cansado, ya que durante tres semanas había decidido dedicarse a hacer una lista con las compras que debía hacer para que el bebé estuviese cómodo y feliz , y finalmente llevar a cabo dichas compras. Las cuales iban desde ropa hasta juguetes, un par de pañaleras, un cochecito, una cunita, algunos pequeños platos y cubiertos especiales para bebés y un par de biberones. Además, había adaptado uno de los cuartos para los huéspedes con ayuda de Lex y Collin, y lo había transformado en una verdadera habitación para un niño, con sus paredes de color azul pastel, pintadas con figuritas de animalitos y un pequeño (no tan pequeño) espacio de juegos, para que el cachorro pudiese divertirse allí también. Y una vez estuvo totalmente satisfecho con el resultado y obtuvo el visto bueno de los chicos, pudo ir a descansar.









Y allí se encontraba ahora. Acabando de salir de la ducha. Con la toalla en su cintura. Y deseando poder tener a su esposo ahí, pues el no lo había tenido mucho más fácil con las tareas. Estaba tan malditamente frustrado en ese momento. Lo deseaba de todo corazón. Deseaba tenerlo. Deseaba besarlo y decirle que lo extrañaba, pues solo se veían o por las mañanas, y muy pocas veces, tarde en la noche.



I Can't Let Back Our Pack! (¡No puedo dejar nuestra manada!) || 2 TEMPORADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora