I Can't Let Back Our Pack! (¡No puedo dejar nuestra manada!) || 2 TEMPORADA

Capítulo 10

Advertencia ⚠️

Unos sonidos de pequeñas risas contenidas se escucharon por la estancia.

-Auch -dijo alguien aún riéndose, en un tono muy bajito- No muerdas... no queremos despertar a papá.

Un pequeño gruñidito hizo reír a esta persona. La cual juraba, y sonaba como su esposo.

- Dame un besito mejor~

Noah abrió lentamente sus ojos observando con dirección a su marido, quien parecía entretenido besando a una pequeña bola de pelos.

Frunció su ceño por un instante.
¿Una bola de pelos?

Parpadeó un par de veces para enfocar mejor y apreció bien esa cosa que se movía agitando otra bolita un poco más pequeñita. Y cuando finalmente lo logró, su cuerpo se estremeció con felicidad y anhelo puro.

En la cama se encontraba una pequeña y esponjosita bolita, la cual distinguió como su cachorro. El cual agitaba alegremente su colita, pues Brook estaba jugando con él.

Se movió suavemente, pero fue lo suficientemente notorio para ser detectado por los otros dos.

Emocionado porque finalmente hubiese despertado, Aaron o "la pequeña y adorable cosita esponjosa", corrió en su dirección. Acurrucándose contra su cuello y dando pequeños lametones en sus mejillas.

- Buenos días amor~ -susurró bajito para su muy excitado pequeñito.

Sus ojos se desviaron hasta un muy sonriente pelinegro, el cual no podía evitar sonreír con dulzura al ver aquella escena.

- Buenos días, Cariño -dijo y tomó una de sus manos- ¿Te despertamos?

Y de repente lució arrepentido.

El corazón del castaño se enterneció más aún, creyéndolo imposible, y se abalanzó contra los labios de su hermoso marido.

- Buenos días Amor de mi vida~ -ronroneó y le correspondió al beso, sintiéndose el hombre más dichoso del mundo.

Tenía a su hermano, una hermosa sobrina, otro sobrino en camino, un cuñado estupendo, unos suegros maravillosos, una manada increíble, un esposo magnífico y un hijo adorable, al cual deseaba proteger y amar con toda su alma de ahora en adelante. ¿Las cosas podían ir mejor?

Un pequeño gimoteo lo hizo volver su vista hacia la cosita adorable esponjosa que estaba en sus brazos, recostado a espaldas, enseñándole la pancita a ambos Alfas. Los cuales le miraban con intensa adoración.

Noah fue el primero en acariciar y luego besar su pancita; mientras Brook dejaba besos en su hermosa y rosadita nariz.

Un gruñido sordo salió de las tripitas de su amada bendición, y ambos no pudieron evitar echarse a reír por ello.

- Vamos a desayunar~ -canturreó el moreno, tomando la ropita del bebé.
- Pero primero, tomemos una baño los tres -sugirió el castaño.
- Bien~ -celebró.

Y Brook y Noah compartieron un último beso, para luego darle otro a su bebé, que se transformó en el momento justo para recibir un beso en cada una de sus mejillas, por parte de los mayores.

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Mientras Noah se encarga del desayuno, Brook comenzó a jugar con su bebé elevándolo en el aire, escuchando como de él salían miles de adorables carcajadas, provocando que el lobo del moreno agitara con gran efusividad su cola.