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Antonia

"hey la cagaste
Por qué me rompiste el corazon
Y soy la verga
Juro que te vas arrepentir
Ya lo verás, que voy a estar
Con alguien más guapo que tú"

Los corazones rotos siempre presentes, siempre a su tiempo, siempre arruinando vidas. Un mes desde que Joel y yo habíamos terminado, un mes de llantos incontrolables, un mes de culparme por no ser suficiente, y un mes de disimular mi tristeza. Mis amigos estaban siempre conmigo, hasta parecía que vivían en mi casa, y les agradecía el apoyo.

Antonia: Vamos Tony -murmuro- Solo baja, toma algo de comida, sonríe y vuelves.

Bajé las escaleras con lentitud, escuchaba sus voces en la cocina, suspiro en la puerta. Entro, y ellos se quedan en silencio. Abro el congelador tomando mi helado de galleta.

Nath: Hola Tony -la veo pararse a mi lado-
Antonia: Hola -murmuro con una sonrisa-
Simón: Deberías comer algo mas.
Antonia: Estoy bien -cierro el congelador- Cuando tenga hambre comeré algo mejor, lo prometo -tomo una cuchara- Los veo luego.

Camino rápidamente hacia las escaleras las cuales subo enseguida, tomo mi laptop al entrar a mi habitación, entro a Twitter dónde pasaba la mayor parte del tiempo. Los fans estaban fascinados con "mas de lo que aposté", estaba teniendo un éxito increíble, y eso me tenía contenta por una parte.

Antonia: Escribí un éxito, y aún así me siento tan miserable -murmuro comiendo una cucharada de helado-

Seguí navegando por Twitter, veía tantos tweets de mis fans, dónde decían que me extrañaban, o que querían que activara mas mis redes sociales, ya que llevaba un mes sin hacer más que estar en casa, escribir canciones, comer, dormir y llorar. Unos toques en mi puerta me hicieron cerrar la laptop.

Antonia: Adelante.

Villamil se asomó por la puerta con una sonrisa, la cual le devolví. Camino hasta la cama, sentandose frente a mi.

Villamil: a mi no me puedes mentir, ¿cómo te sientes hoy?
Antonia: terrible -suspiro-

Desde que aquella vez que se propuso a ayudarme, ha estado conmigo todo el tiempo, él había sido la única persona con la que había estado conviviendo todo este tiempo, pero yo no lograba mejorar, y a sus palabras, esto era algo que tomaba tiempo, y que estaba en todo mi derecho de llorar y sentirme triste.

Villamil: Recuerda que esto no es de la noche a la mañana -toma mi mano- Desahogarte te ayudará.
Antonia: Cada día me siento peor -bajo la mirada- Él debe estar de lo más feliz con Nina de la mano, y yo aquí tirada en mi cama comiendo helado, escribiéndole canciones.
Villamil: Bueno, estás progresando -se encoge de hombros- Antes solo llorabas, de un tiempo acá, ya haces más cosas.
Antonia: yo pensé lo mismo -levanto la mirada-
Villamil: El secreto, es que puedo leerte la mente -sonríe-

Dejo salir una risa. Ladeo un poco la cabeza, tenerlo me estaba ayudando, por qué me hacía recordar que habían personas allá afuera que me amaban de verdad.

Antonia: Hoy tengo que ir al estudio -murmuro- No tengo ganas de estar ahí, Nina seguro ya volvió a trabajar, le pedí a Angie que no la despidiera.
Villamil: Me gustaría decirte que hiciste bien. Pero no lo hiciste -suspira- Igual respeto tu decisión.
Antonia: ¿Me acompañas? -pregunto con una sonrisa- No quiero estar sola ahí si ella está.
Villamil: Claro que si -sonríe- ¿Mucho trabajo?
Antonia: muchísimo, estuve postergando todo, y ahora tengo que hacer tantas cosas -suspiro- En fin, me arreglaré, y nos vamos.

De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora