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Antonia
Últimas semanas de abril.

Angie: ¡Te ves hermosa! –dice al verme– Valió la pena que estemos tres minutos tarde.

Sonrío mirandome en el espejo, con mi estilista trate de escoger algo cómodo, ya que mi vientre abultado no ayudaba mucho en la hora de la elección. Pero estaba feliz y sentía que me veía genial. (Outfit en multimedia)
Salimos rumbo al lugar donde se llevaría a cabo la premiación, al cabo de unos minutos llegamos.

Angie: Ánimo cariño, será tu primera aparición embarazada, bueno, segunda pero la primera fue a tu primer mes, ahora ya se nota –sonríe dejando algunas caricias sobre mi vientre– Será la primera alfombra roja de estos bebitos.
Antonia: Estoy muy nerviosa –hago mi cabello para atrás–

Había alaciado mi cabello, y me había quedado con las ganas de teñirlo, pero por el embarazo no puedo, así que quedaría pendiente para cuando tuviera a los bebés.

Angie: Suerte.
Ricky: Te irá bien, te ves preciosa.

Con una sonrisa, salgo a la alfombra roja, dónde enseguida los flashes se posan sobre mi. Posterior a eso hice algunas entrevistas, donde el tema principal era mi embarazo, seguido de cuando habría nueva música de mi parte y sobre el nuevo álbum. Entre al lugar, dónde saludé a algunas caras conocidas.

––¡A ti te estaba buscando! –escucho detrás de mi–
Antonia: ¡Gabriela! –la abrazo fuertemente– No sabes cuánto te extrañaba, malparida.
Gabriela: ¡Mira esta pancita! –posa su mano en mi vientre– La última vez que la ví no se notaba nada y seguía creyendo que era un solo bebé.
Antonia: Y ahora se nota hasta de distancia y son dos bebés –miro a mi alrededor– ¿Dónde está Chris?
Gabriela: Oh, es que nos separamos para buscarte –queda frente a mi nuevamente– El bobo aún debe estar buscándote. –mira detrás de mi– Ahí viene, no le digas que te dije bobo.
Antonia: Gabriela te dijo bobo –digo al darme vuelta– Te extrañe mucho, bobo –lo abrazo al tenerlo frente a mi–
Christopher: Yo también te extrañe –sonríe al separarse– Y también a estos dos.
Antonia: ¿No era que estabas molesta con el y no le dirías que son dos? –miro a Gabriela–
Gabriela: ¡Es un metiche!, lo escucho cuando hablábamos.

Sonrío y me quedo con ellos platicando un rato más, el resto de la banda llegó un rato después, me saludaron y como la pareja, estaban fascinados con la noticia de que serían mellizos.

Erick: ¿Cómo se van a llamar?
Antonia: Aún no hay nombres fijos, tenemos algunas opciones –me encojo de hombros– Pero en cuando sepa, Gabriela se los hará saber.
Christopher: ¿Sabes algo?, yo sé que tú sabes que Christopher es un buen nombre –rodea mis hombros con su brazo–
Antonia: ¿Te quedas satisfecho si te digo que es un nombre que llegamos a considerar? –lo miro–
Christopher: Quedo muy satisfecho –sonríe–

Ante eso, los cuatro comienzan a pelear por quién tiene el mejor nombre para mí futuro bebé, si resultaba haber algún niño.

Gabriela: Déjalos, igual no se llamará como ninguno de ellos –me toma la mano alejándome– Tengo que contarte algo.
Antonia: ¿Que pasa?
Gabriela: escuché que Nina quería acercarse a ti nuevamente, cree que como tú y Joel ya son amigos y lo perdonaste tal vez puedas perdonarla a ella.
Antonia: No lo sé –suspiro– Ya no me duele Joel, por eso pude perdonarlo, pero siento que con ella es todo más diferente, por qué fue una traición diferente, ella decía ser mi amiga, la dejé vivir en mi casa, le presenté a todos mis amigos y aún así, ella se acercó más allá a quien amaba en aquel entonces.
Gabriela: Tal vez perdonarla, te pueda liberar por completo y te ayude a seguir creciendo –toma mi mano– Has podido perdonar peores cosas, me perdonaste a mi, que te hice mucho daño, en mi vida me imaginé poder llamarte amiga y acudir a ti cuando te necesito.
Antonia: Es diferente, yo también te hice daño, ambas nos dañamos –le acaricio el brazo. Este tema aún era difícil para ella– Pero siempre fuimos sinceras, no fuimos hipócritas nos caímos mal y siempre fue directo. Nina nunca confió en mí, de ser así me pudo haber dicho lo que sentía, me pudo haber dicho que comenzaba a sentir algo por Joel, y quién sabe, tal vez mi enojo hubiera sido mínimo.
Gabriela: solo piénsalo, ¿si?, cuando te sientas lista para perdonar, estoy segura de que ella querrá hablar contigo. –sonríe–
Antonia: Te prometo que lo pensaré.

De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora