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Antonia

De vuelta a casa, no sabía que necesitaba tanto pasar unos días en casa, en una semana volvía a Guanajuato para continuar con las grabaciones, así que mientras estuviera aquí, me mantendría ocupada en el estudio, ya llevaba una semana en casa.

Antonia: ¿Entonces donde está? –pregunto terminando de escribir algunas cosas–
Angie: Lo tiene Ricky, no debe estar por tardar, búscalo si quieres, por que tenemos mucho trabajo hoy –levanta la vista– De paso, sé un ángel y tráeme una ensalada.
Antonia: No, voy a traerte una milanesa –sonrío tomando mi bolso– Ya vuelvo.

Aliso mi falda y acomodo un poco mi cabello.
Salgo de la oficina, camino por el pasillo, diviso a Ricky entrando al edificio y corro hacia Ricky, pero en un mal movimiento me tropiezo pero no toco el suelo ya que el logra estabilizarme.

Antonia: Ay gracias –digo riendo– lamento haberte molestado, pero, Angie me dijo que tienes la letra de la nueva canción con Maluma y necesito verla.
Ricky: Si, aquí está –saca la hoja–
Antonia: Excelente, gracias –sonrío tratando de tomarla pero el la hace para atrás– ¿Ahora que?
Ricky: Te lo doy pero con la condición de que me dejes acompañarte a donde sea que vayas.
Antonia: Está bien –baja la mano con la hoja, la cual tomo– Pero tú vas a pagar.

Salimos del edificio en una amena plática, llegamos al lugar donde compraría la comida de Angie, hicimos el pedido y posterior a eso nos sentamos en una mesa a esperar.

Antonia: ¿Sabes algo?, a pesar de que fuiste tú quien presionaba a Angie para que diera esa entrevista para casi echar a perder la carrera de Joel, no me caes tan mal como creí –digo riendo–
Ricky: De verdad perdóname por eso, pero es que me molestaba tanto que quisieras dejar que hablaran mal de ti solo para defenderlo a el –se encoge de hombros–
Antonia: Joel no es una mala persona, ustedes no lo conocen como yo –ruedo los ojos– No iba a dejar que le hicieran eso, por qué si, no hizo las cosas bien, pero hacerle eso a el implicaba embarrar al resto de la banda, y ellos no tienen la culpa de eso.
Ricky: ¿Por qué lo defiendes tanto?, ¿No era que ya no sentías nada por el? –pregunta confundido–
Antonia: Por qué lo quiero, pasé muchas cosas bonitas con el, le tengo un cariño especial que nada puede borrar, así que si, lo voy a defender las veces que sean necesarias –dejo el teléfono sobre la mesa– Voy al baño, por qué me hiciste molestar y prefiero hacer pipí antes de golpearte. Y más te vale que me pidas una malteada de chocolate, por qué se me antojo.

Camino hasta el baño. Ok, yo entiendo que Joel ya no sea del agrado de muchas personas a mi alrededor, pero no es necesario llegar a ese extremo. Si, mejor iría a hacer pipí.

Villamil

Martín: ¡Pero déjame uno! –pide desde la cocina–
Villamil: Ajá si –tomo la última dona– ¡Iré afuera a hablar con Tony! –salgo rápidamente de la casa antes de que el vuelva–

Saco el teléfono de mi bolsillo marcando el número de Tony, no había hablado con ella desde ayer por la noche, y se quedó dormida. Contesta después de unos segundos.

Villamil: Hola preciosa –me recargo en la pared–
–¿No que no era necesario recordarle lo preciosa que es?
Villamil: ¿Ricky?, ¿Que haces con el celular de Antonia? –pregunto confundido–
Ricky: Oh nada, es que fue al baño, estábamos a punto de almorzar juntos, así que llamaste en mal momento, le diré que te llame... O mejor no, adiós.

Me había colgado, ¿Me había colgado? ¿Se atrevió a tanto?, el y yo tendríamos una conversación muy seria en cuanto yo pisara México.

Antonia

De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora