38

424 27 14
                                    

Antonia

Antonia: Ginny Weasley y Anne Shirley –digo terminando de tomar la foto.–
Nath: Somos la mejor pareja de internet. –toma otra foto.–

Me había teñido el cabello como le había prometido a Nathalia. Ahora ambas teníamos el cabello naranja, y estábamos disfrutandolo muchísimo. Sí, seguíamos en España, Angie me había dejado tomarme unas cuantas semanas más, lo cual me hacía feliz porque podría estar con mis personas favoritas y los mellizos estarían más tiempo con su papá.

Antonia: Entremos porque si no nos sacaremos miles de fotos. –digo abriendo la puerta.–

Al entrar estaban Gisselle y Martín con Isaza y Vanessa. Entramos saludando seguidamente, después de que nos llenaron de comentarios acerca de nuestra gemelidad, Nath se fue en busca de Simón quien estaba en la cocina.

Gisselle: Villa está arriba con los mellizos.
Antonia: Iré a verlos.

Coloco la boina sobre mi cabeza nuevamente y subo las escaleras hasta la entrada de la habitación. Me detengo una vez que escucho la voz de Juan Pablo, estaba cantándole a los bebés, una sonrisa se escapa de mis labios, lo escuchaba a él y a los balbuceos de los mellizos.
Muerdo mi labio con una sonrisa, todo para no soltar algún grito o decir algo para arruinar el momento.

Villamil: Si sigues así serás una gran cantante como tú mamá. –lo escucho reír. Los balbuceos de Constanza continúan.–

Escucho algunos pasos detrás de mi. Un sonoro “shh" sale de mis labios en cuanto veo a Martín y Simón, se acomodan detrás de mí y ahora los tres estábamos escuchando.

Martín: ¿Ya te asomaste?
Antonia: No. ¿Debería hacerlo?
Simón: Tal vez....

Me encojo de hombros asomándome, me quejo un poco cuando siento que Martín se asomaba por encima de mi y Simón por debajo.

Antonia: Hey, quitense. –susurro para ellos.–
Martín: tu quítate estorbo.
Antonia: Tú eres el estorbo.
Simón: Los dos son el estorbo.

La puerta se abrió causando que los tres cayeramos, seguro esto sonó hasta el departamento de abajo.

Villamil: ¿Que hacían ahí?
Antonia: Tomábamos el sol.
Simón: Esperábamos la fila del baño.
Martín: Te espiabamos.

Simón y yo lo miramos queriendo ahorcarlo. El se encoge de hombros y se aleja de nosotros, Simón baja las escaleras detrás de mi hermano.

Antonia: no estaba espiandote. –digo rápidamente.– Estaba observando por si necesitabas ayuda.
Villamil: Te ves hermosa. –responde sin pensarlo.– Y no necesito ayuda, gracias.
Antonia: Gracias. –contesto sintiendo mis mejillas sonrojarse.– Aunque bueno, lamento haberte espiado.
Villamil: Dijiste que no estabas haciéndolo. –sonríe.– Eres un caso perdido, Vargas. –se da la vuelta entrando al cuarto nuevamente.–
Antonia: Soy tu caso perdido. –susurro entrando detrás.– Por cierto, regresamos a México en dos días.
Villamil: sobre eso, ¿pensaste lo que te dije?

Lo que me dijo, lo he pensado toda esta semana, me había propuesto la idea de separar a los mellizos por un tiempo, para podernos dividir el trabajo, el cuida a uno y yo a otro, el se queda con Theo y yo con Cons. No suena mal, pero creo que desprenderme de mi bebé y separarlo de su hermana no es mi plan favorito.

Antonia: No aún. –suspiro sentándome en la cama.– ¿Estás seguro que podrás?, digo, en un solo día apenas y puedes comer, tener a Theo podría ser muy complicado.
Villamil: para ti también lo es, y cuidas a ambos.
Antonia: Con dos manos más, mamá me ayuda, pero, ¿que hay de ti?
Gisselle: Yo lo ayudaré. –dice entrando.– Va a pagarme, y yo amo a Theo.
Antonia: Eso no me hace sentir más segura.
Gisselle: Que grosera. –dice riendo.– Ya, de verdad, yo lo ayudaré, y Van igual, ambas estaremos ayudándolo y si es necesario, ten por seguro que te llamaremos.

De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora