39

331 26 14
                                    

Antonia

Antonia: Lo siento, lo olvidé, tengo muchas cosas por hacer que se me pasó. -hablo con pena.- Lo siento mucho, lo compensaré.
Gabriela: Tony, está bien, de verdad, a mi me importa que estés aquí el día de la boda, ¿si?, no te sientas mal por trabajar tanto.
Antonia: Quería estar contigo.
Gabriela: Y lo estarás, de verdad no pasa nada, sigue trabajando, te hablo mañana por videollamada para que me ayudes a escoger el maquillaje, ¿si?
Antonia: claro que sí, te quiero.

Cuelga la llamada. Y yo me tiro sobre el suelo, tomo una almohada y escondo mi cara ahí. Llevo dos días enteros dentro del estudio dándole los últimos toques al álbum, tan solo he dormido cinco horas, y estoy muriendo. Le cancelé a Nath, quien se había ido a ver a los chicos ahora que aún puede viajar, le cancelé a Juanpa, con quién había quedado en pasar el día, y ahora le cancelé a Gabriela, a quien debía ayudar a escoger las últimas cosas para la boda, la cual sería en unas semanas.

Andy: ¿Todo bien?
Antonia: Todo mal, todo está absolutamente mal, soy la peor amiga, madre, todo. -me siento.- Dejé a mis amigos plantados, ¡Hasta a mi hijo!, ¿cuando una madre ha heho eso?
Andy: Mi mamá me dejó plantado una vez por ir a un concierto de Ricky Martin.
Antonia: es Ricky Martin. -me encojo de hombros.- El problema es, que no sé cómo hacer para equilibrar todo.
Andy: Lascuráin es un idiota.
Antonia: Sí, ¿pero eso que tiene que ver?
Andy: Adquirió el sello hace menos de tres meses, demuéstrale que no por ser el jefe puede manejarte a su antojo. Y ve a ver a tu hijo, no lo plantes por Ricky Martin.
Antonia: Te prometo que no seguiré tu trauma con mis hijos. -digo riendo.- Gracias Andy, lo tomaré en cuenta.
Andy: Ahora sigamos trabajando, que hoy comeré comida china.

Me levanto y entro a la cabina nuevamente, dónde continuamos grabando las colaboraciones a salir. Unas cuantas horas después, salí de ahí para dirigirme al ensayo con Cass. De ahí salí casi a las seis, me tocaba dirigirme a casa para arreglarme lo más rápido posible y dirigirme dónde haría las entrevistas promocionales para control z.

Otro día en la semana.

Antonia: ¿Me estás jodiendo verdad?
Angie: no, lo siento, el jefe me pidió que adelantemos el inicio del tour, quise convencerlo pero no pude.
Antonia: ¿Justo mañana?, ¡Es la boda de Gabriela!, no puedo fallarle a ella.

Suspiro sentándome, tomo mi cabeza entre mis manos, sentí mis ojos arder, quería llorar y con justa razón. Le había cancelado a Gabriela en todas las veces que quedamos de vernos, y le prometí una sola cosa. Le prometí que mi pequeña familia y yo estaríamos con ella el día de su boda, y todo parece indicar que eso no pasará, y romperle el corazón sería lo más difícil para mí.

Angie: lo siento tanto, cariño.
Antonia: está bien, no es tu culpa. -sonrío tristemente.- Sé que Gabriela no me reprochará nada, pero aún así, fallarle me está comiendo viva.
Angie: Podemos intentar arreglarlo, tal vez podamos empezar un día después.
Antonia: No quiero que te metas en problemas por mi, así como tú, yo también debo cumplir con mi trabajo.

Me levanto del sofá tomando mi celular.

Antonia: ¿Puedes vigilar a Cons unos minutos?
Angie: claro que sí, cariño, ve tranquila.

Camino fuera de la oficina de Angie, debía hablar con Gabriela y decirle que no podría estar presente en su boda, ¿por qué?, porque rete a mi jefe y lo hice molestar, y ahora el juego me salió mal.

Gabriela: ¡Tony!, estoy tan emocionada por verte, ya quiero verte con el vestido, te verás preciosa, está hecho justo para ti, y...
Antonia: Gabs... –murmuro.– Necesito decirte algo.

Un silencio se hizo presente por algunos segundos.

Gabriela: No. –la escucho suspirar.– No vendrás, ¿cierto?
Antonia: lo siento mucho.
Gabriela: ¿Pero por qué?, ¿algo no te gustó?
Antonia: No no, todo está precioso Gab, tendrás una maravillosa boda y me duele no poder estar ahí.
Gabriela: ¿Es por el trabajo?
Antonia: Sí.
Gabriela: Tony está bien, yo entiendo que tengo una mejor amiga muy famosa que tiene ocupaciones muy fuertes. –la escucho reír bajamente.– Y bien, puedo divorciarme y volverme a casar y ten por seguro que te amarraré a mi para que estés presente.

Una leve risa se escapa de mis labios.

Antonia: Eres la mejor amiga más comprensible.
Gabriela: Y tú eres la hermana más genial... Porque eso somos, ¿no?, hermanas.
Antonia: hermanas.
Gabriela: te quiero, estúpida.
Antonia: Y yo a ti, animal.

La llamada termina. Me cruzo de brazos, Gabriela me había dicho demasiadas veces lo mucho que le importaba que yo estuviera ahí, realmente me ve como su hermana, ella como hija única y yo como la única mujer del trío Vargas, nos veíamos como las hermanas que nunca tuvimos, y yo jamás me perdería la boda de alguno de mis hermanos, estuve en la de Simón y me había jurado estar en la de Martin y Gabriela.

Antonia: No tengo opción.

Entro nuevamente, dónde Angie cargaba a Cons, sonrío al verlas. Angie adoraba mucho a Cons, y a Theo también, pero ahora está pasando más tiempo con Constanza.

Antonia: ¿Cuál es nuestra primera parada?
Angie: Madrid.
Antonia: ¿Y nos vamos...?
Angie: Mañana a las once para hacer un ensayo en el lugar del evento, Ricky, el jefe y yo.
Antonia: ¿Por qué tiene que venir él?
Angie: Por qué Ricky es tu asistente, cariño.
Antonia: Hablaba del jefe.
Angie: Oh, algo así como que quiere asegurarse de que hagas todo como quiere.

Esa tarde volví a casa algo desanimada, recibí algunas llamadas de mis amigas diciéndome que ya sabían que no podría ir a la boda, ellos claramente estaban invitados y claramente irían, lo cual me desanimaba aún más.

Antonia: ¿Tú crees que soy una mala persona? –pregunto mirando a Constanza.– Ojalá que no, porque soy tu madre y tu me cuidarás cuando esté vieja.

Decidí darle un baño a Cons, colocarle su pijama y dejarla durmiendo, hice nuestras maletas para al día siguiente, guardando algunas cosas, choqué con un cajón, tirando algunas cosas de los mellizos, las levanté pero al hacerlo, hubo algo que me hizo sonreír. La almohada que Gabriela me había dado con su cara dónde dice “la mejor tía del mundo”, ella es una gran tía.

Antonia: Espero que no me odies. –acomodo la almohada.–

Me doy vuelta para ir hacia la maleta, pero nuevamente dirijo la mirada a la almohada, muerdo mi labio algo pensativa, y con una sonrisa tomo mi decisión final.

//Ya volví, ya volví.
Probablemente me vaya de nuevo, JAJAJA, o tal vez no, ya estamos prácticamente cerca del final, lo cual me tiene algo bajoneada, pero bueno, queda disfrutar.
Idk, quería mencionarles que si en algún punto llegan a ver alguna incongruencia en cuanto tiempos dentro de la historia, pido una disculpa, las fechas y todo eso son los pequeños detalles que suelo olvidar.
Bueno, espero les guste el capítulo, algo corto pero espero pronto volver a escribir aún más.
Déjenme saber que opinan, estaré leyendo.
Feliz inicio de semana. 💜

De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora