De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4

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Antonia
Agosto, 2021.

Siete meses. Siete meses. SIETE MESES. Estaba siendo aún mas cuidada que antes, nadie me deja sola, estoy todo el tiempo con las chicas, órdenes del mandón de mi precioso prometido. Dormía casi todo el tiempo, solo si Cons y Theo así lo decidían, estaban incluso más inquietos que antes, y se ponían peor si no tenían a su padre hablándoles cada minuto, ¿eso siquiera era posible?, justo cuando el estaba mas ocupado que nunca, ellos debían extrañarlo, vaya suerte la mía.

Angie: Mira esa barriguita. –dice con emoción– No lo puedo creer, te fuiste de cuatro meses y ahora estás a dos de tenerlos contigo.

Estábamos en una videollamada mientras ella estaba allá ocupándose de sus demás artistas, por qué claro que no era la única, pero si su favorita, y la más exitosa, obvio que si, ¿si no lo digo yo quien lo hará?

Antonia: Ugh, te extraño demasiado Ángela. No puedo creer que nos veremos hasta enero.

Recordemos que me caso en enero, y es obvio que ella estaría ahí, pero aún faltaba mucho, y la extrañaba mucho.

Angie: ¡Pero que buen momento será!, tu boda, mi Tony estás tan grande, espero seas tan feliz como mereces... Y por cierto, tengo buenas noticias, sé que has estado desconectada para disfrutar de tu embarazo, pero las premiaciones no paran, y si no me equivoco, desde que estás en descanso, has ganado seis premios, ocho con el Grammy a álbum del año y canción del año por recuerdo, que es más que obvio que serán tuyos.
Antonia: No lo sé, el año pasado tuvimos suerte, ¿no lo crees? –titubeo– Sería genial, álbum del año y canción del año son unas categorías incluso más fuertes que artista revelación del año. Aunque sería aún más genial ganarlos y estar presente.
Angie: No todo se puede. Confórmate este año con solo ganarlos.

Hablamos por algún rato mas, hasta que colgué para poder tomar una siesta. Acomode la cama con esa gran almohada que se usa en el embarazo, es increíblemente cómoda, y hace que logre acomodarme de una u otra manera. ¿Los síntomas de embarazo?, bueno, los cambios de humor siguen igual, el cansancio y la fatiga también, de vez en cuando Gi solía hacerme masaje en los pies por qué bueno, todos sabemos que se hinchan 24/7, los antojos incluso incrementaron más, pero eso no me molesta en lo absoluto.

Antonia: Por favor, déjenme dormir aunque sea veinte minutos. –acaricio mi vientre– O una hora.

Me acuesto, y podría apostar que hice como una hora durmiendo, hasta que me desperté, por la razón más cursi que puede haber.

Antonia: Te extraño mucho. –murmuro limpiando mis lágrimas– ¿Ya puedes venir?
Villamil: Me encantaría, pero no puedo aún... No, no llores. –dice alarmado en cuanto ve el puchero asomarse en mis labios– Haré todo lo posible, ¿si? –asiento ligeramente– Estaré ahí contigo aunque sea un día, y voy a abrazarte tanto, que te pondrás odiosa y querrás enviarme de vuelta en el primer avión.
Antonia: No creo que eso pase, pero igual quiero intentarlo. –sonrío con emoción– Ya quiero verte.

31 de agosto, 2021.

Hoy es mi cumpleaños número veintidós, ¿estaba feliz?, sí, cuando era pequeña nunca me imaginé que pasaría mi cumpleaños veintidós embarazada, creí que eso sería hasta mi cumpleaños número veintiocho, pero no me arrepentía, me gustaba aún más saber que sería una madre joven. Cómo Kylie Jenner

Antonia: ¿Podemos quedarnos aquí todo el día? –pregunto en un murmuro– Son lo único que necesito hoy.
Villamil: Tienes que comer algo. –dice acariciando mi vientre.–
Antonia: ¿No te es suficiente con todo lo que he comido en estos siete meses?
Villamil: Tienes que comer hasta los nueve meses, ya de ahí, puedes hacer lo que quieras. –acaricia mi cabello con su otra mano.– Bueno no, igual tienes que comer.
Antonia: Mentira, haré una dieta rigurosa, tengo que bajar los cuatro kilos que aumente gracias a tus hijos.
Villamil: ¿Entonces ahora son solo mis hijos?
Antonia: Solo por ahora. –me encojo de hombros riendo–
Villamil: Tienes que levantarte de aquí, bañarte y arreglarte, antes de que tú madre venga hasta acá por ti.
Antonia: ¿Y si les decimos que me dormí? –hago un puchero. Al ver que no cede volteo los ojos.– Bien, lo haré, pero me tardaré todo el tiempo que yo quiera, Juan Pablo Villamil, y no quiero que me presiones.