De Cero. -Juan Pablo Villamil.- LDA #4

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Antonia

Gisselle: ¡Ese es hermoso! –dice a mi lado.–
Antonia: no lo sé, luzco extraña. –me miro en el gran espejo.–
Lili: Luces como una princesa, mi amor. –acaricia mi brazo.– Te ves preciosa.
Nath: Nunca me sentí tan enamorada de ti como ahora. –se limpia una lágrima falsa.–
Gisselle: Tony, trajeron el otro vestido.

Volteo a la chica que estaba atendiendome. Traía un lindo vestido, que al entrar a la tienda me había vuelto loca, pero la mala noticia era de que no había en mi talla, hasta que ella dijo que revisaría en almacén, y al parecer, si había.

Antonia: ¡Gracias al cielo!

Tomo cuidadosamente el vestido, y camino con ayuda hasta donde me cambiaría, con ayuda también me quito el otro para colocarme el que me gusta.

Nath: ¡Te ves aún más hermosa! –dice en cuanto salgo.–
Gisselle: Si te imagino con ese vestido.
Antonia: Es el vestido. –sonrío sin dejar de mirarme en el espejo.– Quiero este.
Lili: Buena elección, cariño. –dice meciendo a Theo.–

Así que hice todo lo que debía hacer para quedarme con el. Ahora solo quedaba esperar para la fecha de la boda, en un mes, quiero llorar.
Me coloco nuevamente lo que traía puesto antes.

Mamá y Gi se perdieron entre los demás vestidos, Nath se acercó tímidamente a mí.

Nath: Ya lo sé.
Antonia: ¿Y...?
Nath: Un mes. –murmura con una pequeña sonrisa.– Tengo un mes de embarazo.
Antonia: ¡Ay Nathalia! –la abrazo efusivamente.– Juan Pablo se pondrá tan contento... Espera, ¿Mi hermano sabe?
Nath: aún no, solo Gisselle y tu, quiero que el esté presente, no quiero decirle en llamada o algo así.
Antonia: ¿Puedo decirle a Villamil?, por favor por favor...
Nath: Este es mi regalo de bodas para ti.

Suelto un gritito de emoción y marco el número con rapidez.

Antonia: Está embarazada. –grito en un susurro.– Tiene un mes, me debes un viaje al mundo de Harry Potter.
Villamil: Puta madre. –lo escucho susurrar.– ¿Cómo pasó?, creí que ganaría.
Antonia: ¡Tu sabes cómo pasó!, ya tenemos dos bebés.
Villamil: Tan oportuna... Es increíble, abrazala mucho de mi parte... ¿Simón sabe?
Antonia: No, Simón no sabe, así que cierra la boca Juan Pablo Villamil, por que soy capaz de casarme contigo, divorciarme y quitarte todo.
Villamil: lo mío es tuyo cielo, así que técnicamente no me estarías quitando nada.
Antonia: Aww. –hago un puchero enternecida.– mi bebé, te amo mucho, ya quiero verte y llenarte de besos.
Nath: ¿No estabas amenazándolo hace un segundo?
Antonia: Tiene un encanto que me envuelve en un segundo. –me encojo de hombros.– Uh amor, debo dejarte, terminé de escoger mi vestido, así que ya estoy lista para casarme contigo.
Villamil: ¿Nos casamos mañana?
Antonia: jalo

Terminamos de hablar, y me despedí de las chicas y de mamá que se llevaba con ella a Theo, yo me iría al estudio con Constanza, ya que está siendo muy difícil mantenerla tranquila desde que Villamil se fue, así que solo se queda tranquila conmigo, y no mucho tiempo. Tenía llamado nocturno, así que podía usar mi tarde en el estudio. Llevaba ya una semana grabando control z, y realmente estaba siendo maravilloso.

Antonia: ¡Llegué!, lo siento, Cons se puso a llorar a medio camino, tuve que marcarle a Juan Pablo.
Angie: Tranquila cariño, la junta aún no empieza, siéntate.

Asiento, me siento en mi respectivo lugar mientras coloco el biberón en la boca de Cons, acomodo todo de manera en la que mi hija pueda estar cómoda.

Angie: No puede ser. –murmura viéndonos.– Te ves tan hermosa Tony, aún no puedo creer que ya seas mamá.
Antonia: Es irreal, ¿no?, estoy muy feliz. –digo mirando a Constanza.– Ha sido bastante difícil, pero creo que lo estoy haciendo bien. Ya llevo un mes en esto.
Angie: Estoy segura de que lo has hecho bien, estoy muy orgullosa de ti, Antonia Vargas.
Antonia: Estoy agradecida de que estés apoyándome, otro manager ya me hubiera botado con dos hijos.
Angie: Yo te veo como mi hija, así que estaré llevando tu carrera hasta que tengas cuarenta y ya no puedas más.