De rodillas

Catorce

No saben cuando me motivan sus comentarios a continuar la historia de Dante y Alisha. Pará aclarar, no tengo fechas de publicación por capitulo ni nada de eso. Pero si estaré escribiendo y publicando seguido estos días. Y en caso de no poder publicar pondré una nota explicando el porqué y cuando vuelvo. Los adoro :3

Aquí voy!!!

Oh por cierto. Siganme. Así yo publico un mensaje de cuando estaré actualizando y ustedes estarán más informados y le llegarán las notificaciones de mis publicaciones. Daré algunos detalles flash también por ahí.

Ahora si, aquí voy X2

~(-_-)~

-Alisha, amor despierta.

Los ojos de la chica se arrugaron por la molestosa luz que entraba desde la ventana, se tapó por completo con el edredón de la cama y se hizo bolita en esta para seguír durmiendo. Estaba muy calentita y cómoda, sentía que podía morir en paz en aquella cosa sin arrepentimientos.

Tan pronto como se le cruzó ese pensamiento salió de su escondite asustada. "¿No estába yo en el avión hace un momento?" pensó.

La habitación en la que estaba era muy grande, de paredes blancas y grises, con ¿plantas? en una mesa pequeña, una alfombra azul peluda, (al igual que el edredor de la cama) en un piso de cerámica negra, televisión, cuadros decorativos y una pequeña librera en una esquina. Había dos puertas más, ¿el baño y un ropero quizás?

La entrada a Narnia -_-

Parecía un hotel, que gran servicio, más cinco estrellas.

- ¿Cuánto dormí? - Preguntó somnolienta mientras golpeaba suavemente a un lado de la cama, dando una invitación abierta al hombre de sentarse a su lado, sin segundas intenciones.

- Pues mucho, son las 10 de la mañana, es martes. - Se acercó, subió a gatas en la cama hasta llegar frente a ella, beso su frente y se tiró a su lado con la cabeza en las piernas de las chica casi abrazando su estómago y con vista hacia ella, abrazando su cintura y casi ronroneando cuando olfateo el olor de su estómago. Olía tan rico.

"como llegar a casa de un largo día de trabajo, a tranquilidad, a amor, a hogar" pensó Dante.

- oh, dormí un día completo. - Acarició su cabello con ternura. Dante parecía sonreír felizmente al estar con ella, y saber eso le encantaba a Alisha. Extrañaba eso, lo admitía de forma abierta. Abrazó su cabeza y beso su cara repetidamente, Dante rió como un niño pequeño. - Disculpame, llevarme dormida por todas partes no debe haber sigo cómodo. - Él la miró intensamente, y ella no tubo más remedio que voltear la mirada con un sonrojo leve.

-No hay problema. - Se acomodo frente a ella y tomó su rostro, lo volteó y beso su boca para decir mirándola seriamente- la verdad lo haría más veces. Poder apreciar tu aroma tan rico es todo un placer. - le regaló una sonrisa gatuna y un tanto pervertidos. - Extrañaba tratarte como una niña pequeña. MI niña pequeña. - Besó su boca suavemente mientras tomaba su rostro con una mano y con la otra acariciaba la nuca de la mujer. Tiró suavecito su cabello. Alisha abrió la boca y expuso su cuello, donde Dante dejó húmedos besos. Este estaba ahora tornándose un poco cachondo.

-Dante... - Suspiró- An-Ancel debe estar esperando por nosotros. - detuvo los besos de Dante en su cuello, ya que estos estaban bajando hacia otros lados. Le sonrió tiernamente y le dio un beso corto en la mejilla.

-Si tienes razón. -suspiró frustrado, tendría que esperar un poco más si quería hacerla suya. Y eso no era nada fácil. Tenía aguantando sus ganas desde hace mucho tiempo. Se paró de la cama para acomodarse sentado en una esquina de la misma tratando de tanquilizarse. -

<<Hoy vamos a dar una vuelta por su manada para que nos conoscan y también nosotros conocerlos a ellos. También explicará algunas reglas y todo eso. Los temas de la lucha se verán en unos días.>>

<<No digas nada, te incluiré en ellos, pero solo escucharás, no participaras en la pelea, que quede claro. - esto último lo dijo para dejar claro su punto. - Además de él entrenamiento que tendremos ambos. Si bien no estas incluida en la caza de la corona, nunca se sabe los planes del enemigo. Debes saber defenderte en caso de que pase algo.

-Vale. Iré a ducharme. - Dijo, no quería hablar de esos temas por ahora. Esperaría hasta estar con ambos hombres juntos discutiendo todo aquel plan. - ¿Me esperas?

-Preferiría ir contigo, pero si, te espero.

\(-_-)/

Ancel esperaba pacientemente en el comedor principal (tenían un mini comedor en la cocina) a que el par de enamorados bajaran. El desayuno era bastante completo y nutritivo para comenzar un buen día.

- Si, bueno. Lo discutiremos luego Alisha. - Decía el mayor desaprobado con la mirada el comentario antes dicho de la menor.

-Solo es un decir. Yo podría... - Alisha sin embargo quería seguir discutiendo aquel tema de su participación en el combate. De verdad quería ser útil. Parecía no percibir todos los contras que su precencia podría traer en la pelea. Una chica bastante obstinada.

-No. Es hora de tomar desayuno, hicimos esperar bastante a Ancel. - interrumpió Dante no queriendo hacer enfadar a su mujer y mucho menos con ánimos de pelear a temprana mañana.

- De hecho si. - Interrumpió la pelea matrimonial del par. Realmente tenía hambre. Y sus costumbres y modales no le permitían comer sin sus invitados presentes. Que mal educado sería de su parte si el llenará su estómago sabiendo que sus invitados la tenían vacía. - Mi día normalmente comienza muy temprano. Aunque no está de más descansar el cuerpo unas horas más de lo habitual. Me vino de maravillas. - Mencionó el peli negro. Parecía tener un buen humor esa mañana.

- JAJA si bueno, eres todo un madrugador compulsivo. - Acusó Dante  mientas tomaba asiento junto a Alisha en la Gran mesa.

Todos comenzaron a servirse comida de manera amena.

- Querido amigo mío, yo si tengo responsabilidades que cumplir. - El comentario provocó uns mueca ofendida en la cara de Dante y una risita por parte de los restantes. Parecía que incluso la servidumbre reía en la cocina.

- Ajá si, lo que digas pesado.

-En fin, coman. Que el día se hará corto a este ritmo. Alisha bienvenida, por cierto. - Sonrió nervioso en dirección a Alisha. El olor de ella era más perceptible ahora cerca.

- hujum, gracias Ancel. - Por algún motivo extraño Alisha se sonrojo levemente y Dante los vio extraño. Pero siguió comiendo normalmente, solo que ahora con una pequeña desconfianza hacia el de ojos rasgados. El no se ponía nervioso por la precencia de algún político o alfa importante y mucho menos por una mujer.

Desde el día anterior apenas llegó notó un comportamiento extraño en su amigo hacia su mujer.

Si bien no quería sacar especulaciones algo le decía que debía tener cuidado.

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