<<Hoy en vez de una imagen como siempre he puesto la canción que estaba escuchando mientras escribía. Creo que le pega totalmente al capitulo >>
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ambos corrieron al amparo de la noche ocultándose entre el gentío que celebraba en la calle con las luces colgantes como única iluminación de la densa noche. Pronto estuvieron lejos del castillo, rodeados del tumulto sonriente de aquellas personas que olvidan sus problemas tal vez por un día. Tal vez por una fiesta en la noche que pretende dar comienzo a un nuevo ciclo.
Una fiesta de cambio.
Cuando estuvieron seguros de que nadie les seguía al fin pudieron respirar, frenando su carrera se permitieron tomar un soplo de aire fresco que sus agotados pulmones agradecieron. Tenían tiempo para huir, nadie les había visto pensaron y la orden de búsqueda de Shyla ya parecía haberse olvidado. Las nieves habían caído y el paso a través de las montañas estaría cerrado, difícilmente la información lo atravesaría. Además, había pasado ya tiempo, los carteles con su rostro deberían estar en cada pared si verdaderamente alguien la buscara.
Claro estaba aún debían ser cuidadosos, pero, tal vez, un descanso de correr les viniera bien a todos. Caminaron entonces más despacio uno al lado de otro, en silencio, cada uno metido en sus propios pensamientos.
Krye parecía más serio que de costumbre, como si las palabras de la mujer hubieran calado tan profundo en él que no conseguía despegarselas. Shyla por otro lado estaba embobada con los alrededores, nunca había estado en la capital y aquel bullicio de personas en la calle le parecía encantador. Recordaba un pasado lejano, cuando no había trabajado día y noche en la mansión, un pasado repleto de risas. En su memoria la música siempre estaba allí, surgiendo de cada rincón invitándola a bailar. Haciéndola pasar de brazo en brazo con la risa siempre atascada en la garganta y una sonrisa de oreja a oreja plasmada en la cara. Solo era una niña por aquel entonces y en el momento en el que sus padres murieron aquellos años de fiestas y felicidad parecieron desaparecer de un plumazo. Su tío la había acogido claro está, pero, aquel hombre gruñón demasiado apegado a su soledad rápidamente había afirmado 2 años después que a sus a sus 14 ciclos era hora de ganarse el sustento y empezar a trabajar.
— ¿Tenemos que ponernos ya en camino? — preguntó la joven levemente esperanzada.
A quién iba a engañar quería disfrutar de una buena fiesta por primera vez desde hacía 6 ciclos, sentir que no estaba huyendo de todo y de todos tal vez por un momento.
Krye suspiró, se permitirían un descanso solo por esa noche.
— No, todavía tenemos que formar un plan de cómo llegar. Esta noche será para nuestro placer. — Finalizó con una sonrisa traviesa.
Shyla negó con la cabeza rodando los ojos. Sabía lo que estaba haciendo, había llegado a conocer un poco sus pequeñas manías y utilizar el humor como coraza era una de ellas.
— ¿Quieres pasártelo bien mi joven acompañante? — sonrió Krye indicando una taberna
— Qué típico, tabernas — bufó Shyla mientras se dirigía en dirección contraria.
Antes de que Shyla se perdiera entre la multitud el chuco la agarró el brazo con firmeza.
— Ten cuidado ¿quieres? — Dijo con la boca pequeña. — No tengo ganas de ir a salvarte el culo, por muy bonito que este sea.
Finalizó ante los ojos como platos de la chica.
— Puedes estar tranquilo mi culo y yo tendremos cuidado. — Replicó ella con una risa. — y te recuerdo que te he salvado yo más veces.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos de las estrellas [PAUSADA]
FantasyDicen que las estrellas poseen la sabiduría eterna y por ello es en la noche cuando inspirados por su luz surgen las más maravillosas historias. Así que venid, acomodaos bien y preparaos para descubrir conmigo lo que este relato nos deparará. Todo c...