Parte 9

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Louis tenía una máquina de escribir en el estudio, y frente a ella se sentó _____, y fue escribiendo lo que él le dictaba: los nombres, su número, peso, y otras características, acabando con cuántos terneros habían parido. Por fin, la joven dedujo que había decidido deshacerse de aquellas reses por su baja capacidad reproductiva.

—Esto se llama esclavitud —murmuró mientras separaba a hacer una corrección.

—¿Perdón?

—Vender estas vacas sólo porque no sirven a tus propósitos... —farfulló _____, meneando la cabeza—. Pobrecillas.

—Soy ranchero —le recordó él—, no el director de un centro de acogida para animales. Además, las vendo en vez de sacrificarlas precisamente porque considero que aún pueden ser útiles para la cría: son Herefords, pero ahora parirán terneros Angus negros purasangre.

—¿Angus negros? —repitió _____ con incredulidad—. Creo que el whisky se te ha subido a la cabeza.

Louis enarcó las cejas.

—¿Sabes algo acerca de la cría de ganado?

—Pues claro que sí —respondió ella algo ofendida. ¿Qué se creía, que era una ignorante en esos temas sólo porque era de ciudad?—. Primero necesitas un toro y una vaca, y luego...

Louis se echó a reír de buena gana.

—Me temo que es un poco más complicado —le dijo—. Verás, lo que mi comprador va a hacer con estas vacas es implantarles embriones de Angus negros. Así se consigue criar terneros purasangres a partir de vacas menos caras.

—Ya, y seguro que creen que están mejorando la naturaleza —murmuró ella, frunciendo el entrecejo y arrugando la nariz.

—Bueno, ¿no pretenden las mujeres algo parecido con el pintalabios, la sombra de ojos, el rimel...? —le espetó él—. Claro que tú no necesitas ninguna de esas cosas —admitió, estudiando su limpia y cremosa piel, y las espesas y largas pestañas que bordeaban sus ojos.

— Sólo me maquillo para las sesiones fotográficas y los desfiles —murmuró _____.

La mención de su trabajo fue suficiente para romper la frágil cordialidad que se había establecido entre ellos. Las facciones de Louis se endurecieron de inmediato y un brillo peligroso relumbró en sus ojos grises.

—Oh, sí, los desfiles... No hace mucho vi en la televisión uno en el que salías tú —comentó con aspereza.

_____ rehuyó su penetrante mirada.

—¿De veras? Creo que puedo imaginar cuál fue tu opinión.

—Una de las blusas que posabas era casi transparente, y no llevabas nada debajo. He visto bikinis que enseñaban menos, la verdad.

A _____ se le subieron los colores a la cara. Tenía razón, porque mucho de los diseños de David Sethwick para la firma Velvet Moth eran prácticamente transparentes y muy sensuales, pero, dentro del mundillo, para los diseñadores las modelos tenían una función de meros maniquíes, de perchas en las que colgar su ropa para mostrarla, y ella y las otras chicas tendían a olvidar que lo que para ella era algo natural, una exigencia de su trabajo, para algunas personas prejuiciosas de fuera, como Louis, era exhibicionismo. Se preguntó cómo reaccionaría él si se enterase de hasta qué punto era inocente, del temor que tenía al contacto físico con un hombre.

—La alta costura a veces es un poco... sugerente —admitió con la mirada fija en las teclas de la máquina de escribir—, y trabajo principalmente con dos diseñadores de trajes de noche, y se supone que tienen que ser sensuales.

Mi Enemigo-Louis & TU- TeRmInAdADonde viven las historias. Descúbrelo ahora