Parte sin título 12

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Genial, mamá!, ¡Este sitio es perfecto para un picnic! -se oyó gritar a una niña. En su entusiasmo, _____ y Louis no habían oído llegar a un coche que se había detenido allí cerca, y al girar la cabeza, Louis vio que de él estaba bajando una pareja con sus hijos.

_____ había dado un respingo sobresaltada al oír la voz de la niña, y Louis se había apresurado a dejar caer de nuevo la camisola para cubrir sus senos, y la abrazó contra sí. Por suerte su ancha espalda la ocultaba de los recién llegados, pero _____ estaba temblando, mientras contenía lágrimas de frustración por que de nuevo hubieran sido interrumpidos.

La respiración de Louis parecía tan entrecortada como la de ella.

- Shhh... tranquila... -le susurró mientras besaba su cabello-. Tranquila, abrázate a mí, eso es...

_____ se aferró a la pechera de su camisa, detestando su propia debilidad, y que él fuera capaz de ver hasta qué punto lo deseaba.

Louis le acarició el cabello.

-No te avergüences, _____ -le dijo-. Yo lo deseaba tanto como tú.

El matrimonio pasó cerca de ellos, les dieron las buenas tardes, y se alejaron hacia el otro extremo del lago, seguidos de sus pequeños.

-Ya se han ido -le dijo Louis a _____, que no había querido apartar el rostro de su pecho, para que no pudieran ver sus lágrimas.

La joven tragó saliva y levantó la cabeza.

-¿Podríamos irnos ya? -le pidió, rehuyendo la mirada divertida del chico.

-Claro. Vamos, se me ha ocurrido una idea -le dijo, pasándole un brazo por los hombros mientras regresaban al lugar donde habían dejado el coche-, te llevaré a una cafetería donde preparan unas fondues riquísimas. Te va a encantar, ya verás.

-Pero, ¿y ese hombre al que tenías que ver por asuntos de negocios? -le recordó.

Louis se quedó mirándola un instante con las cejas fruncidas, como si no supiera de qué estaba hablando.

-Oh, sí, ya -murmuró-. Quedaré con él otro día. De todos modos ya se nos ha hecho demasiado tarde para eso.

Durante el trayecto en coche, Louis estuvo muy callado, y _____ se preguntó si se habría molestado porque no había podido ver a aquel hombre. Al fin y al cabo, no había sido culpa suya. La idea de que ella lo acompañara había sido de él.

Por fortuna, cuando estuvieron sentados en la cafetería, con sendos cafés y una fondue de chocolate fundido con frutas cortadas para mojar en él, Louis pareció distenderse un poco y comenzaron a charlar.

_____ mojó un trozo de fresa, y casi lo perdió en la cazuelita. Cuando al fin consiguió recuperarlo, se dio cuenta que Louis estaba observándola con una sonrisa divertida en los labios.

-Ten cuidado -la previno-, la tradición aquí es que si una mujer deja caer un trozo en la fondue, tendrá que conceder un beso a cada uno de los hombres que hay en la mesa.

Las mejillas de _____ se tiñeron de un ligero rubor.

-¿Y si es un hombre al que se le cae? -inquirió.

- Si es un hombre, le toca invitar a una ronda - contestó Louis.

Se quedó mirando largo rato sus rojos labios.

-Parece que es nuestro destino ser interrumpidos -comentó en un susurro.

En su aturullamiento, a _____ se le volvió a caer otro trozo de fruta en el chocolate, y se sonrojó aún más.

- Si fuera mal pensado -murmuró él, rescatando con su tenedor el trozo de fruta y ofreciéndoselo-, diría que lo has hecho a propósito.

Ella se inclinó hacia delante y abrió la boca para tomar el bocado. Tuvo que lamerse los labios con la lengua para limpiar el chocolate que había quedado en ellos, y Louis la observó con una intensidad que la hizo apartar la vista.

Mi Enemigo-Louis & TU- TeRmInAdADonde viven las historias. Descúbrelo ahora