Parte sin título 26

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  —¿Te ha llamado él? —inquirió _____, mirándolo a los ojos.

Louis sacudió la cabeza.

—No hizo falta. Lottie me lo contó todo, aunque tampoco habría importado si no lo hubiera hecho. Cuando se me pasó la borrachera empecé a atar cabos, y comprendí que no podrías haber reaccionado como reaccionaste cuando te toqué en el bosque si antes hubiera habido otro hombre, y no trabajarías tan duro si tu intención fuera que te mantuviera un magnate.

Era como un bálsamo que al fin la creyera, y lágrimas de dicha y alivio acudieron a los ojos de _____, pero ya no sabía si eran los remordimientos los que hablaban por él.

—Vamos, no tienes por qué estar aquí sola —le dijo Louis, inclinándose y apretándole suavemente la mano—. Te ayudaré a hacer la maleta y te llevaré al rancho. Tienes que ponerte bien antes de que empiecen otra vez las clases —le dijo con un guiño.

_____ no recordaba haberse sentido jamás tan a gusto en Gray Stag. Lottie y Jay la colmaban de atenciones y le hacían compañía en sus largas horas de reposo, mientras que la señora Peake, que ya se había reincorporado a las tareas de la casa, revoloteaba todo el día a su alrededor como una bondadosa hada madrina, intentando abrirle el apetito con nutritivas sopas y deliciosos postres.

—Pero si estoy mucho mejor... —protestó al cabo de dos días _____, que ansiaba poder levantarse y andar un poco.

Pero la señora Peake se negó en redondo.

—¿Después de haber sufrido una contusión y aún convaleciente? —le espetó, mirándola por encima de su nariz aguileña—. Ni hablar. Si se levanta de esa cama, señorita _____, ¡la traeré de vuelta yo misma!

Y ése había sido el punto final de la discusión, porque _____ no dudaba que la señora Peake era muy capaz de cumplir su amenaza. Lottie y ella prorrumpieron en risitas cuando se hubo marchado a la cocina.

—¿A que no sabes que le ha dicho Louis a Harry esta mañana? —inquirió Lottie mostrándose muy misteriosa.

_____ meneó la cabeza.

— ¡Le ha dicho que cuenta con su aprobación para casarse conmigo! ¡Y hasta se ha ofrecido a darnos unas tierras en el valle!

—Es un detalle por su parte —le dijo _____ con una sonrisa.

—¿Un detalle? —replicó Lottie—. ¡Es un verdadero milagro! Harry no podía dar crédito a sus oídos, y yo todavía tengo la sensación de estar soñando.

—Me alegro por ustedes.

Lottie se levantó de la silla de mimbre junto a la cama en la que había estado sentada.

—Bueno, tengo que dejarte, porque le he prometido a mamá que la acompañaría a comprar unas cosas, pero estaremos de vuelta enseguida. Si necesitas algo, dale una voz a la señora Peake, ¿de acuerdo?

—De acuerdo -murmuró _____—. Lottie... — llamó a su amiga cuando se dirigía a la puerta. La otra joven se detuvo y se volvió a mirarla.—Gracias por todo lo que estás haciendo por mí —balbució _____—. Son tan amables que yo... — pero no pudo acabar la frase, porque se le hizo un nudo en la garganta-

—Eres parte de la familia —le dijo Lottie con sencillez, y le sonrió—. Nos vemos luego.

En los días que _____ pasó convaleciente en el rancho, Louis iba a la casa tan a menudo como se lo permitían sus tareas, y se mostró tan amable y afectuoso con ella, que la joven no podía dejar de preguntarse si lo habrían cambiado por otro. Parecía tan distinto... A pesar de su inicial recelo por cómo se había comportado con ella, poco a poco fue confiando de nuevo en él, y una relación completamente distinta empezó a forjarse entre ellos. Cuando se sentaba a hacerle compañía, Louis le contaba sus planes para Gray Stag, le relataba las pequeñas anécdotas del rancho con un sentido del humor que _____ nunca hubiera imaginado... pero no la tocaba. Era como si quisiera ir construyendo una sólida amistad entre ellos antes de intentar ir más allá con ella.

Jay, Lottie y él conseguían casi siempre hacerla sonreír y mantener sus pensamientos alejados del futuro, pero una tarde, Louis la atrapo con una expresión claramente preocupada mientras miraba por la ventana.

—Primero ponte bien; luego tendrás tiempo de rumiar tus problemas todo lo que quieras —la reprendió dándole un pellizco en la punta de la nariz—. Por cierto, espero que tengas hambre. He traído unas fresas recién recolectadas de nuestro huerto, y le he pedido a la señora Peake que te prepare un buen tazón de ellas con nata.

—Hace una semana me habría negado a ese capricho —suspiró ella—, pero supongo que ahora ya no importa mucho que engorde un poco.

Louis se sentó a su lado y se inclinó para apartar un mechón de su rostro. Hacía dos días que _____ ya no llevaba la gasa de la mejilla, y el propio Louis le cambiaba las vendas de la pierna y le aplicaba el antiséptico cada noche, sin confiarle la tarea a nadie más.

Los ojos de _____ descendieron hasta los finos labios de Louis, y se quedó mirándolos con una intensidad de la que ni siquiera era consciente. Sencillamente no podía evitarlo. Hacía tanto tiempo desde la última vez que se habían besado, que la había estrechado entre sus brazos...


Mi Enemigo-Louis & TU- TeRmInAdADonde viven las historias. Descúbrelo ahora