02

514 41 4
                                    

-¿Qué es esto señora Lee? - pregunto Jimin que tenía que limpiar marisco pero lo que le pusieron enfrente no era marisco, era un masa apestosa a mar con una pinta bastante peculiar, parecida a la de las medusas.

-Es algo nuevo traído de Suiza, al parecer unos comensales muy exigentes vienen a comer está horrible cosa- Hizo una pausa admirando la abominación que tenia enfrente- Puedes preprarla como anguila y no te preocupes no tiene nada venenoso o tóxico- Jimin asintió algo perturbado por lo que aquellas personas se llevarian a la boca. Miro a su jefa, cosa que le dió gracias ya que a mucho o a poco nos creían que eso se viera terrible y más para consumo humano así que rió un poco, tratando de ya no prestar atención a lo que tenian enfrente.

-¿Qué se preparara con esto señora Lee?- la jefa de Jimin saco su teléfono y reviso.

-Una crema y una salsa para acompañar anguila- y pulpo- Jimin no era experto cocinando, pero él y sus compañeros tenían noción de alguno platillos con animales marinos y carnes.

-Dígame ¿mínimo sabe bueno, señora Lee?- La jefa de Jimin volvió a poner una cara de disgusto, dando a entender que el estará todo menos bueno.

-Cierto- llamo la atención del menor- Jimin está semana se suspende trabajo, hoy puefes irte temprano si así lo deseas- Jimin coloco una cara extrañado y trato de reclamar en momento.

-¿En serio?-La señora hizo una seña de que era correcto lo que decía- ¿Por qué señora Lee?- Está solo lo miro algo de melancolía en los ojos, ojos que Jimin conocía perfectamente.

-Vendrá un inversionista y tal vez quiera comprar el terreno donde tenemos el restaurante- Jimin abrió sus ojos enormes, no esperaba aquella noticia y se negaba a aceptarla, asi como si nada.

-Pero señora Lee, gente de aqui como el señor Ko, han trabajado desde hace 30 años- Está tomo asiento tomo sus manos.

-Si, Jimin, pero sin fondos y sin reconocimiento por parte de una empresa, se venderá casi en automático, hace meses que no tebemos ventas altas y solo vienen clientes de aqui cerca.- Jimin suspiro triste, llevaba un año era joven, no tenía problema alguno, pero el señor Ko era mesero desde hace 30 años perdería empleo y la señora Lee perdería todo por lo cual había trabajado desde sus 25 años, era un triste finalmente verdaderamente.

-Espero convencer al inversionista, sino este pequeño restaurante será un edificio con miles de oficinas, estaría bien tal vez te recomiende y te contraten- la señora Lee se retiró, ahora Jimin se sentía impotente, no podría recolectar firmas sin autorización, juntar dinero en 3 días sería un reto y negociar con gente de poder nunca resultaba.

Odiaba esa sensación.
Odiaba no poder salvar a los que merecen ser salvados.

El turno termino avanzo con normalidad, no había tanta gente y las entregas fueron escasas, estaba a nada de terminar el turno, cuando la señora pidió que se limpiará y se cerrará el restaurante dos horas antes a lo que únicamente que hizo la jefa de Jimin fue darle un sobre amarillo algo grueso antes de que saliera.

—Tema, por un año de trabajo, Jimin- Esté abrió los ojos temblorosos al parecer si era el fin del restaurante y de su empleo.

Señora Lee...- La miro algo roto- Tenemos todavía tres días- Está nego sonriente y Jimin se abrazo a la señora de gran edad y lloro por la impotencia de no poder ayudarla, le partía el corazón no poder hacer nada.

No te preocupes, con el dinero que me darán ya no me preocuparé, me mudare a mi cuidad natal y tú trabajarás en un lugar a tu talla, Jimin- Jimin asintió y solo faltó limpiar sus lágrimas para salir de ahí, sin antes despedirse de todos.

Omega al rescate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora