Jackson
Los niños corretean y dejo a Lilith en una banca mientras atiendo una llamada.
— Un milagro que me contestes Wells.
— Lo que digas, solo quería confirmar eso.
— Una casa en los suburbios a 20 minutos del hospital, listo, una doctora que atienda tus problemas de ira, listo. También conseguí a una diseñadora de interiores algo costosa para la habitación del bebé. — me dice.
— ¿Que tan costosa es? — preguntó entre dientes.
— ¿Jacqueta Kingston te suena? — pregunta y cierro los ojos.
— Me costará un pasta, un montón de dolares — digo algo molesto.
— ¡Vamos Jackson! lo puedes pagar no te hagas el pobreton.
Claro que lo puedo pagar, pero joder, Kingston cobra oro por su trabajo, se que lo vale pero.... Aaah
— Esta bien. Preparalo todo, en una semana debemos estar en Seattle.
Cuelgo apenas termino la oración y veo a Lilith punzando su vientre como si fuera algo de otro mundo.
— Vamos a la rueda de la fortuna. — ella asiente y se levanta para ir tomados de la mano.
— Antes de irnos quiero hacer la prueba.
Suspiro y no contesto. El señor de la rueda de la fortuna nos cobra y subimos.
— Lilith. No quiero que lo que diga ese papel defina lo que haremos. Viviremos juntos, trabajaremos juntos y criaremos juntos a ese bebé...
— ¡No! No sabes lo que siento cuando dices eso — las ganas de llorar se presentan en ella — Es un sentimiento de culpa y remordimiento y a pesar de todo yo a este bebé le quiero dar una vida fantástica y no hacerlo sufrir con mentiras y secretos. Mis padres querían ser padres y no lo hicieron bien, yo no sabía si quería o no pero aquí estoy y no seré como ellos. Te amo es verdad, pero no quiero que eso me cege.
— ¿Y si es de Matt? ¿Te quedaras? No puedes hacer esto, es egoísta de mi parte, pero sin ti no puedo Lilith.
Ella deja escapar un sollozo. Le tomo la mejilla y junto nuestras frentes.
— Haremos que funcione. Serás la mejor cirujana de Seattle en la especialidad que elijas y yo seré el mejor en las mías. Recuerda que somos los mejores.
— Somos los mejores.
Nos damos un beso que se ve interrumpido por el sonido de los fuegos artificiales que iluminan el cielo estrellado.
— Te amo Jackson Wells, no entiendo como ni porque, pero quiero mejorar contigo.
— También te amo Lilith O'Connor. Eres esa enfermedad que no quiero que erradiquen jamás.
Al terminar nuestra primera cita nos encaminamos a su casa, sin embargo Mila me llama y aunque apenas puedo contestar, Lilith lo hace por mi y palidece al escuchar lo que sea que mi hermana esté diciendo.
— Tranquila — le digo y ella solo traiga saliva para después colgar.
— Tu hermana esta en mi casa y quiere hablar...hablar...
Abre los ojos y toma bocanadas de aire, se lo que viene así que estacionó rápido en la orilla de la carretera y ella baja el cristal para dejar salir el vómito. Me desabrocho el cinturón para sobarle la espalda. Cuando ella termina seguimos el camino a su casa.
Mila está sentada en el sillón de la sala de Lilith mientras Nancy le sirve una taza de té.
— Por fin. Tuve que venir hasta aquí para verlos — sonríe Mila.
Lilith tiene cierto temor y vergüenza por lo que pasó, pero más vergüenza tengo yo.
— Quiero hablar con ustedes por separado. Primero Jackson.
Trago saliva y asiento.
— Lilith y yo estaremos en su habitación — dice Nancy tomando a Lilith que me da un beso en la mejilla antes de ir.
— No deberías de estar aquí. Apenas hace un mes que te sometiste a una cirugía que tuvo complicaciones — le digo en desacuerdo con su acción.
— No me dejaste de otra. Quería decirte que no era tu culpa y mucho menos la de Lilith. Solo fue un mes y me entero que te mudaras a otra ciudad en otro estado, que tendrás un bebé y eso me hará tía. Jackson me siento ofendida e indignada porque mi hermano mayor no me confío nada de eso que se que es importante — ya no sonríe y tiene el ceño fruncido, esta ofendida — Imaginate, me tuve que enterar por mamá que te enamoraste, ¡Te enamoraste! — se exalta.
— Oye no deberías de...
— Jackson te enamoraste, eso es tan importante como cuando el hombre llegó a la luna por primera vez. Pará mí es un acontecimiento importante. No eres como nuestro padre, se que eres mejor, por eso vine hasta aquí, para ver con mis ojos lo que siempre quise para ti.
La tomó entre mis brazos con cuidado como cuando era una bebé que lloraba por todo.
— Perdóname, casi lo arruinó y no quería que supieras. Eres mi pequeña hermanita y no quiero que nada te dañe.
— Lo sé tonto.
Hablamos un poco más y Nancy sale de la habitación algo alarmada lo cual me hace levantarme de un salto.
— Será mejor que Mila entre ahora.
— ¿Qué...?
— Jackson... La madre de Lilith me ha mandado un mensaje, ella llegará en 5 minutos.
Mila no entiende nada y yo me hago una idea de lo que puede pasar después de esto. Solo con ver la cara de Nancy se que no es bueno.
— Entra Mila, te lo pido.
Ella asiente y entra a la habitación de Lilith.
— Dime que tan malo es.
— Es la madre de Lilith. Solo iba a los festivales para ver si su hija era buena, la abandono con su padre y hasta donde supe se había conseguido una nueva familia — Nancy muerde las uñas de sus manos — Esto será un drama innecesario e inevitable.
— No, no lo permitiré.
Nancy está a punto de decirme algo cuando el timbre suena y ambos nos miramos.
Camino hasta la puerta con Nancy detrás de mi y al abrirla una mujer de apariencia algo mayor aparece.
— Nanceline...
— Señora Dutch — dice temblorosa Nancy.
Tiene la cara de cansancio y la mirada seria, esta recta y logro ver el parecido con su hija, ambas tiene el cabello del mismo tono, los mismos tipos de ojos y loa labios similares, es alta y viste un traje de oficina con unas zapatillas negras de punta.
— ¿Ya puedo pasar? Y lo más importante, ¿Quién eres tú? — me señala.
— Jackson Wells.
Eleva una ceja y me mira con curiosidad.
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Besame Mucho(borrador)
RomansaLilith O' Connor siempre a dejado su vida amorosa de último, el estudió es a lo que ella llama como su vida. Pero falta poco para que ella se gradué como la gran cirujana que estudio para ser, por lo tanto tiene que empezar a hacer sus prácticas y n...