Erick
-Solo di que si y ya.
-No lo se, ciertamente no me apetece.
-A veces me cuestiono por que eres mi mejor amigo, eres realmente amargado. -Sonreí ante mi propia broma, ver su cara a punto de desencajarse era todo un placer.
-Y tú eres un insolente. También me cuestiono como alguien como tú puede ser mi amigo, somos tan distintos que si no fuera porque nos criamos juntos, creo que nunca te habría hablado.
-¡Vaya! Los verdaderos sentimientos del señor Joel Pimentel han visto la luz. Está bien, no vengas, a fin de cuentas no eres tú quien se irá conmigo a la cama hoy, solo quería que te distrajeras un rato. -Algo raro cruzó su mirada, lo conocía demasiado bien para afirmar que estaba molesto pero llevaba días así de idiota y no iba a discutir más con él.
-No gracias, no es de mi agrado verte ligar con toda chica que se te pone delante. -La amargura de su voz era demasiada, por un momento me dediqué a observarlo, su mirada era sombría y yo de verdad no entendía a que se debía tanto enojo reprimido.
-¿Qué te pasa? Realmente pensé que bromeabas pero ya veo que no. Haz lo que te de la gana, Joel, quédate en casa con tus series y tus libritos, yo me voy a salir porque tu amargura me está dejando sin aire. -Giré para la salida de la habitación, lo quería mucho pero no estaba dispuesto a arruinar mi noche de viernes solo porque él tenía ganas de ser un idiota.
-¿Bromeas? Dices que soy amargado porque no quiero ir a un jodido bar de putas para quedar como tercero ausente. ¿No te das cuenta de que solo quieres que vaya porque te gusta resaltar y te sube el orgullo que yo lo vea?
-¿Qué? -Realmente estaba ahora sorprendido, Joel no es así, no entiendo que le pasa.
-Eso Erick, cada vez que salimos, yo tengo que largarme en cuanto te enredas con alguna tipa, solo estoy ahí de bufón para acompañarte mientras buscas a quien llevarte a la cama y cuando la tienes, pues me dejas botado. Siempre es lo mismo y ya me cansé, si quieres follar pues ve a follar pero a mí me sacas de la ecuación, al fin y al cabo no es a mí a quien vas a cogerte.
-No hago eso, eres tú quien se va cuando encuentro a alguna chica.
-¿Y qué se supone que tengo que hacer? ¿Follar con ustedes? ¿Ponerte el condón para asegurarme de que vas a cuidarte? ¿Qué jodidos se supone que haga?
-Eres un idiota.
Le grité y me largué de su jodido apartamento, no entiendo a que se debe su estúpido cambio de humor. Mientras caminaba hacia mi propio lugar, a dos puertas de la suya para ser exactos, las palabras antes pronunciadas me dan vueltas y vueltas en la cabeza. Había sonado realmente molesto, sobre todo cuando habló de ponerme el condón. ¿Qué mierda había sido eso? Ningún razonamiento lógico acudió a mí y cerré la puerta de un tirón, ya no quería salir, mis ganas se habían esfumado después del show absurdo de Joel.
Él siempre había sido más reservado que yo, él era el correcto de nuestra dupla y claramente yo era lo contrario pero éramos el duo perfecto. Habíamos vivido como vecinos desde que éramos pequeños, Joel era dos años mayor pero toda la vida fuimos mejores amigos. Él conocía mis secretos, esos que no sabía nadie más, era él quien los guardaba y yo hacía lo mismo con los suyos, por eso sabía que podía confiar en él con los ojos cerrados pero esa actitud de hoy, me tomó desprevenido por completo, no se a que de debió y eso me enoja porque no me gusta pelear con él. Tal vez tuvo un mal día y lo entiendo, tiene mucho peso de trabajo en sus hombros, por eso mismo quise que saliéramos, para que distrajera su mente un rato pero no... él adoptó esa posición de amargado.
-¿Qué le pasa a este idiota?
Preguntarme a mí mismo en voz alta no hacía que las respuestas llegaran solas, al contrario, me ponían en una encrucijada insoportable. Pasé algunos minutos tratando de encontrar sentido a su amargura y no llegué a ninguna conclusión, Joel era un amargado pero era mi amigo y aunque no sentía que debía disculparme, decidí que ir a su apartamento y conversar para entendernos, era lo mejor. Arrastré mis pies a la puerta y cerré con cuidado, caminé los pocos pasos a su entrada y toqué la madera, tenía llave de su casa pero ahora era mejor si tocaba. Minutos pasaron y no me abrió, sabía que estaba ahí porque no lo escuché salir, así que asumiendo las consecuencias, metí la llave en el cerrojo.
La sala de estar brillaba con su ausencia, tampoco estaba en la cocina ni en el balcón fumando, solo podía estar en su habitación. Me dirigí hacia ella esperando encontrarlo leyendo, le gustaba mucho leer y entonces abrí la puerta. No tengo palabras para explicar lo que ví, no puedo sacar una conclusión sana ante la imagen disparatada que mis ojos captaron. Él ni siquiera se percató de mi presencia, no moví un músculo mientras él terminaba y solo cuando un gruñido abandonó su garganta, pude soltar el aire que mis pulmones retenían. Todo pasó como en cámara lenta o tal vez fue todo lo contrario pero cuando su mirada petrificada se posó en la mía, todo dejó de girar a nuestro alrededor, éramos solo él y yo en esa habitación, él, yo y la jodida película porno homosexual que mostraba la pantalla de su ordenador.
-¿Qué... qué mierda Joel? -Tartamudeé mi pregunta mientras el tipo rubio de la película le lamía el culo al más pequeño.
-¿Qué? -Su mirada sombría me hizo retroceder un paso, ese no era mi mejor amigo, ese no era Joel.
-Tú... tú...-Mi mente estaba bloqueada, completamente bloqueada y el chico de la pantalla ahora gemía mientras ese rubio se metía de golpe en su trasero.
-¿Qué Erick? -Se levantó de su silla y no pude evitar ver como guardaba su miembro dentro de sus calzoncillos. ¿Ese pene era de Joel?
-Mejor...me voy...yo...lo siento... -Retrocedí apurado, necesitaba salir de ahí, él me miraba de una forma que daba miedo y los tipos de la película gemían mientras uno le rompía el culo al otro. Esto era demasiado para mí, no me importa la elección sexual de nadie pero Joel...¡Joder! Joel es mi mejor amigo y no es gay, entonces...¿Por qué puta mierda estoy entre la pared y su cuerpo?
-Dime Erick...¿Vas a cerrar la boca ya o estás esperando que ponga mi polla primero adentro?
ESTÁS LEYENDO
Hard to accept ll Joerick
أدب الهواةAmigos desde que tienen memoria, hermanos con distinta sangre en sus venas. Compañeros, confidentes, guardianes de sus mutuos secretos pero cuando uno de los dos da un paso en contra de la amistad y en favor del verdadero sentimiento, algo cambia, a...