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Nathalie salió renovada del sauna, ahora era una mujer completamente nueva, cambio su vestimenta, se colocó una camisa roja, unos pantalones más cómodos, y bajo al comedor para ingerir algo, en todo el día no había comido absolutamente nada, en ese momento Adrien llegó, en silencio se sentó a su lado.

─Tu padre puede estar de viaje pero eso no te da permiso de diambular por ahi─ bufo comiendo una manzana

─¿Desde cuándo te volviste tan gruñona?─ la molestó  ─Voy a cumplir veinticinco en unos días, ya soy más que un adulto

─Mi madre decía que mientras vivas bajo el techo de tus padres sigues sus reglas─ replicó

─Que conste que pedí vivir solo y me dijeron que no─ dijo rápidamente, ella dejo escapar una sonrisa

─Que astuto eres─ suspira ─¿Cómo está Marinette?

─Discutimos asique no lo sé.

─¿Y así arreglas las cosas, saliendo por ahí y sin saber nada de ella?.

─Ya se le pasará.

─Prometo volver tu vida un infierno si lastimas a esa chica.

─¿No lo hacías ya?─ ríe, ella le da una palmada en el brazo ─Bien, prometo llamarla, aún no entiendo cómo ella te cae tan bien cuando odiaste a todas las demás

─Me recuerda a mí cuando era joven─ confesó

─¿También eras torpe?─ vuelve a reír

─¿Estas gracioso hoy?─ desvía la mirada ─Es una pena que mis castigos ya no funcionen en ti, ¡deja de crecer!

─Lo haría si pudiera, solo para que me dejen de atormentar mis problemas y tu los arregles con una llamada.

─¿Algo te molesta?, aún soy de ayuda. . .

─No, estoy bien, vida de universitario nada mas─ rodea sus ojos

─Insisto, puedo ayudar con eso. . .

─Tranquila Ma, puedo con esto─ se acerca a ella y besa su mejilla ─Te veo en la cena─ sale del lugar

─Crece tan rápido, parece ayer que era un niño─ grito una vocecita, Nathalie rápidamente la reto

─¿Que te dije de hacer escándalo?.

─Perdon señorita Nathalie, prometo comportarme─ corta un pedazo de manzana y se la entrega a la kwami

─Ten, seguro estás igual de hambrienta que yo.

─Gracias─ come tranquila ─¿Cuando vuelve el señor Gabriel?, extraño a Nooroo

─Estara bastante tiempo fuera, la sucursal en Estados Unidos necesita su total atención─ suspira ─Yo también los extrañó. . .

─¿Podemos usar la pantalla para verlos?.

─Aun no, luego sí.

El timbre de la mansión suena, Nathalie se asombra de eso, no esperaban a nadie, el timbre vuelve a sonar, seguramente Joseline estaba ocupada con algo, rápidamente se levanta, atraviesa la habitación, llega al escritorio de su asistente y contesta el portero, lo que ve la deja desconcertada.

─Que linda sorpresa, me hubieras avisado y habría ido al aeropuerto por ti─ toca el botón y abre la reja, luego sale de la oficina y camina hasta la puerta principal, la abre y ve como Gabriel se acerca con rapidez ─Pensé que tardaría mucho en verte─ comentó

─Yo también Nathalie─ se para enfrente de ella ─¿Cómo están las cosas, ganamos?

─¿Ganar, de que hablas?.

─Tu sabes.

─¿Empezaste a jugar lotería en Los Ángeles?─ cuestiono ─No necesitas hacer eso, eres millonario, ¿recuerdas?

─¿Me estás tomando el pelo y no me enteré, quiero saber, conseguí los miraculous si o no?─ exigió

─¿A qué viene eso ahora?─ se cruza de brazos ─Si estás molestó por algo no te las agarres conmigo

─¿De que hablas?.

─Llevas diez años sin buscar los miraculous, ¿estás bien?.

─¡Diez años!─ grito

─¿Amor estás bien?.

─¡Amor!─ retrocede

─¿El aire americano te hizo mal?─ piensa unos segundos y se acerca, el sigue retrocediendo ─No hay diferencia de altura asique no deberías sentirte mal─ sigue avanzando, el sigue apartándose ─Si seguís así te vas a caer─ para, el la copia

─¿Nathalie no te acordás lo que hicimos?─ preguntó con pudor

─Hicimos tantas cosas─ replicó sería ─¿Vas a pasar o no?─ el lo piensa pero no se mueve ─Gabriel Agreste D'Sancoeur deja de hacerte el tonto y pasa─ exigió

─¿D~D~D~D~D'Sancoeur?─ titubeó ante esas información, era demasiado

─¡Claro!, ¿de quien más?─ suspira ─Vamos tonto─ se estira, lo toma del brazo y lo jala hacia el interior, cierra la puerta y toca con una de sus manos la fiebre del hombre, este siente un escalofrío recorrer su cuerpo apenas siente el contacto con la suave piel de la contraria ─No tenés fiebre, raro─ empieza a caminar ─¿Y Gorilla?, no me digas que lo volviste a dejar allá

─Me confundes, Nathalie no se que pasa pero todo esto es extraño, yo soy D'Graham─ ella lo suelta ─¿Recuerdas que te volviste Oráculo?

─No se de que hablas, y no es gracioso Gabriel, prometiste no volver a mencionarla─ bufo

─Nathalie por favor, vine para saber cómo ganamos.

─¿Estás drogado?─ toma su rostro y mira sus pupilas

─Nathalie vamos─ la aparta ─Deja de fingir

─¿Papá?─ intervino una voz, Gabriel se gira y ve a su hijo parado en el descanso de la escalera, estaba muy mayor ─¿Que haces aquí?, creí que montar la empresa en Los Ángeles te llevaría dos meses

─Decidio volver por alguna extraña razon─ acotó Nathalie ─Pero esta raro

─¿Raro normal o raro raro?─ bromeo el chico bajando y abrazando rápidamente a su padre

─Raro, raro─ musitó ella ─Si sigue así va a dormir en la sala

Gabriel entra en estado de shock, no comprendía, no creía lo que veía ante sus ojos, Nathalie diciendo incoherencias y Adrien muy crecido, demostrando que en efecto había viajado.

─Al final no cenaré aquí, me arregle con Marinette, iré a verla.

─Ese es mí niño─ replicó Nathalie abrazandolo ─Dale mis cariños

─Lo haré, los veo luego─ sale con prisa

─Bueno, seremos tu y yo─ se acerca a él y entrelaza su brazo con el suyo, el hombre sale del trance e intenta soltarse pero ella no lo deja ─¿Quieres que hagamos algo?

─Si, dime si gane o no, solo eso quiero saber.

─¿Otra vez?─ se suelta ─Bien, dormirás en la sala, espero te sirva para aclarar tus pensamientos─ se dirige a la escalera ─Dile a Joseline que me suba la cena─ se va enojada

La teñida desaparece del campo visual del diseñador y luego se escucha un portazo, Gabriel sigue sin entender todo lo que pasaba, decide ignorar a su asistente e irse al atelier para revisar desde allí, si gano o no.

Miraculous: Oracle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora